(Cumbre de la Tierra, Río 1992)
Declaración autorizada,
sin fuerza jurídica obligatoria, de principios para
un consenso mundial respecto a la ordenación, la
conservación y el desarrollo sostenible de los bosques
de todo tipo.
Preámbulo
a) La cuestión de
los bosques guarda relación con toda la gama de problemas
y oportunidades en el contexto del medio ambiente y el desarrollo,
incluido el derecho al desarrollo socioeconómico
en forma sostenible.
b) Los presentes principios
obedecen al objetivo rector de aportar una contribución
a la ordenación, la conservación y el desarrollo
sostenible de los bosques y de tomar disposiciones respecto
de sus funciones y usos múltiples y complementarios.
c) Los problemas y las oportunidades
que existen en el ámbito de la silvicultura deben
ser examinados con un criterio holístico y equilibrado
en el contexto general del medio ambiente y el desarrollo,
teniendo en cuenta los múltiples usos y funciones
de los bosques, entre ellos los usos tradicionales, y los
probables problemas económicos y sociales que se
plantean cuando esos usos son limitados o restringidos,
así como las posibilidades de desarrollo que puede
ofrecer la ordenación sostenible de los bosques.
d) Estos principios representan
un primer consenso mundial sobre los bosques. Al contraer
el compromiso de aplicar con prontitud estos principios,
los países deciden así mismo mantenerlos en
constante evaluación a fin de determinar su idoneidad
para proseguir la cooperación internacional respecto
de las cuestiones relacionadas con los bosques.
e) Los presentes principios
deben ser aplicables a los bosques de todo tipo, tanto a
los naturales como a las plantaciones forestales, y en todas
las regiones geográficas y zonas climáticas,
incluidas la austral, la boreal, la subtemplada, la templada,
la subtropical y la tropical.
f) Los bosques de todo tipo
entrañan procesos ecológicos complejos y singulares
que constituyen la base de la capacidad, actual o potencial,
de los bosques de proporcionar recursos para satisfacer
las necesidades humanas y los valores ambientales, por lo
cual su ordenación y conservación racionales
deben preocupar a los gobiernos de los países en
que se encuentran, y son valiosos para las comunidades locales
y para el medio ambiente en su totalidad.
g) Los bosques son indispensables
para el desarrollo económico y el mantenimiento de
todas las formas de vida.
h) Cada Estado, reconociendo
que la responsabilidad de la ordenación, la conservación
y el desarrollo sostenible de lo bosques se encuentra distribuida
en muchos casos entre el gobierno federal o nacional, el
estatal o provincial y el municipal, debería aplicar
estos principios en el plano que correspondiera de conformidad
con su propia constitución o legislación.
PRINCIPIOS/ELEMENTOS
1. a) Los Estados, de conformidad
con la Carta de las Naciones Unidas y los principios de
derecho internacional, tienen el derecho soberano de explotar
sus propios recursos en aplicación de su propia política
ambiental y la obligación de asegurar que las actividades
que se lleven a cabo dentro de su jurisdicción o
bajo su control no perjudiquen al medio de otros Estados
o de zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional.
b) El costo adicional total
convenido de alcanzar los beneficios relacionados con la
conservación y el desarrollo sostenible de los bosques
requiere una mayor cooperación internacional y debería
ser compartido equitativamente por la comunidad internacional.
2. a) Los Estados tienen
el derecho soberano e inalienable de proceder a la utilización,
la ordenación y el desarrollo de sus bosques de conformidad
con sus necesidades de desarrollo y su grado de desarrollo
socioeconómico y sobre la base de una política
nacional compatible con el desarrollo sostenible y la legislación,
incluida la conversión de las zonas boscosas para
otros usos en el contexto del plan general de desarrollo
socioeconómico y sobre la base de una política
racional de uso de la tierra.
b) Los recursos y las tierras
forestales deberían ser objeto de una ordenación
sostenible a fin de atender a las necesidades sociales,
económicas, ecológicas, culturales y espirituales
de las generaciones presentes y futuras. Esas necesidades
se refieren a productos y servicios forestales, como madera
y productos de la madera, agua, alimentos, forraje, medicamentos,
combustible, vivienda, empleo, esparcimiento, hábitat
para la fauna y flora silvestres, diversidad en el paisaje,
sumideros y depósitos de carbono, y se refieren así
mismo a otros productos forestales. Habría que tomar
medidas adecuadas para proteger a los bosques de los efectos
nocivos de la contaminación, incluida la transportada
por el aire, y de incendios, plagas y enfermedades a fin
de mantener íntegramente su múltiple valor.
c) El suministro de información
oportuna, fiable y precisa acerca de los bosques y los ecosistemas
forestales es indispensable a los efectos de la conciencia
pública y de la adopción de decisiones informadas.
d) Los gobiernos deberían
promover la participación de todos los interesados,
incluidas las comunidades locales y las poblaciones indígenas,
la industria, la mano de obra, las organizaciones no gubernamentales
y los particulares, los habitantes de las zonas forestales
y las mujeres, en el desarrollo, la ejecución y la
planificación de la política forestal del
país, y ofrecer oportunidades para esa participación.
3. a) La política
y las estrategias nacionales deberían establecer
un marco para intensificar los esfuerzos en pro de la ordenación,
la conservación y el desarrollo sostenible de los
bosques y las tierras forestales, incluido el establecimiento
y fortalecimiento de instituciones y programas en la materia.
b) La cooperación
internacional en el ámbito de los bosques debería
ser facilitada por disposiciones internacionales de índole
institucional, comenzando, según proceda, con las
organizaciones y mecanismos que ya existan.
c) Todos los aspectos de
la protección del medio ambiente y del desarrollo
económico y social en su relación con los
bosques y tierras forestales deberían estar integrados
y tenerse en cuenta en su conjunto.
4. Debería reconocerse
la función vital que cumplen los bosques de todo
tipo en el mantenimiento de los procesos y el equilibrio
ecológicos en los planos local, nacional, regional
y mundial mediante, entre otras cosas, la función
que les cabe en la protección de los ecosistemas
frágiles, las cuencas hidrográficas y los
recursos de agua dulce y su carácter de ricos depósitos
de diversidad biológica y recursos biológicos
y de fuente de material genético para productos biotecnológicos,
así como para la fotosíntesis.
5. a) La política
forestal de cada país debería reconocer y
apoyar debidamente la cultura y los intereses y respetar
los derechos de las poblaciones indígenas, de sus
comunidades y otras comunidades y de los habitantes de las
zonas boscosas. Se deberían promover las condiciones
apropiadas para estos grupos a fin de permitirles tener
un interés económico en el aprovechamiento
de los bosques, desarrollar actividades económicas
y lograr y mantener una identidad cultural y una organización
social, así como un nivel adecuado de sustentación
y bienestar, lo que podría hacerse, entre otras cosas,
por conducto de sistemas de tenencia de la tierra que sirvieran
de incentivo para la ordenación sostenible de los
bosques.
b) Se debería promover
activamente la plena participación de la mujer en
todos los aspectos de la ordenación, la conservación
y el desarrollo sostenible de los bosques.
6. a) Los bosques de todo
tipo tienen una importante función en la satisfacción
de las necesidades de energía al suministrar una
fuente renovable de bioenergía, particularmente en
los países en desarrollo, y la demanda de lena para
fines domésticos e industriales debería satisfacerse
mediante la ordenación, la forestación y la
reforestación sostenibles de los bosques. Para tal
fin, es preciso reconocer la contribución que pueden
aportar las plantaciones de especies autóctonas y
foráneas al abastecimiento de madera para combustible
y para fines industriales.
b) La política y
los programas nacionales deberían tener en cuenta
la relación, de haberla, entre la conservación,
la ordenación y el desarrollo sostenible de los bosques,
y todo los aspectos relacionados con la producción,
el consumo, el reciclado o el destino final de los productos
forestales.
c) En la adopción
de decisiones sobre la ordenación, la conservación
y el desarrollo sostenible de los recursos forestales debería
recurrirse, en la medida de lo posible, a una completa evaluación
de los valores económicos y no económicos
de los bienes y servicios forestales y del costo y los beneficios
para el medio ambiente. Habría que promover el desarrollo
y el mejoramiento de metodologías para las evaluaciones
de esa índole.
d) Se debería reconocer,
realzar y promover la función de las plantaciones
forestales y los cultivos agrícolas permanentes como
fuentes sostenibles y ecológicamente racionales de
energía renovable y de materia prima para la industria.
Se debería reconocer y aumentar la contribución
que aportan a los efectos de mantener los procesos ecológicos,
contrarrestar la presión sobre los bosques primarios
o de edad madura y aportar empleo y desarrollo en la región
con la participación adecuada de los habitantes de
ella.
e) Los bosques naturales
constituyen también una fuente de bienes y servicios,
y se debería promover su conservación, ordenación
sostenible y utilización.
7. a) Habría que
hacer lo posible por promover un ambiente económico
internacional propicio para el desarrollo sostenido y ecológicamente
racional de los bosques de todos los países que incluya,
entre otras cosas, el estímulo de modalidades sostenibles
de producción y consumo para erradicar la pobreza
y promover la seguridad alimentaria.
b) Deberían proporcionarse
recursos financieros específicos a los países
en desarrollo con importantes zonas forestales que establecieran
programas de conservación forestal, incluidas zonas
de bosques naturales protegidas. Esos recursos deberían
estar dirigidos especialmente a los sectores económicos
que estimularían la realización de actividades
económicas y sociales de sustitución.
8. a) Debería emprenderse
una labor de reverdecimiento de la Tierra. Todos los países,
especialmente los países desarrollados, deberían
adoptar medidas positivas y transparentes orientadas a la
reforestación, la forestación y la conservación
forestal, según procediera.
b) Se deberían emprender
actividades racionales desde el punto de vista ecológico,
económico y social para mantener y aumentar la cubierta
forestal y la productividad de los bosques mediante actividades
de rehabilitación, reforestación y repoblación
forestal en tierras improductivas, degradadas y desforestadas,
y también mediante la ordenación de los recursos
forestales existentes.
c) La aplicación
de políticas y programas nacionales de ordenación
forestal, conservación y desarrollo sostenible, especialmente
en los países en desarrollo, debería apoyarse
mediante cooperación financiera y técnica
internacional, incluso con participación del sector
privado, cuando procediera.
d) La ordenación
y el uso sostenibles de los bosques deberían ajustarse
a las políticas y prioridades nacionales de desarrollo
y basarse en directrices nacionales ecológicamente
racionales. En la formulación de esas directrices
deberían tenerse en cuenta, según procediera
y si fueran aplicables, las metodologías y los criterios
internacionalmente convenidos pertinentes.
e) La ordenación
forestal debería integrarse con la ordenación
de las zonas adyacentes a fin de mantener el equilibrio
ecológico y la productividad sostenible.
f) En las políticas
o leyes nacionales para la ordenación, la conservación
y el desarrollo sostenible de los bosques se debería
contemplar la protección de ejemplos representativos
o singulares ecológicamente viables de bosques, incluidos
bosques primarios o antiguos, bosques de importancia cultural,
espiritual, histórica o religiosa y otros bosques
singulares y valiosos de importancia nacional.
g) En lo relativo al acceso
de los recursos biológicos, incluido el material
genético, se tendrán debidamente en cuenta
los derechos soberanos de los países donde se encuentren
los bosques y su participación en condiciones mutuamente
convenidas en los beneficios tecnológicos y las utilidades
de los productos de la biotecnología derivados de
esos recursos.
h) En las políticas
nacionales se debería prever la ejecución
de evaluaciones del impacto ambiental cuando fuera probable
que la adopción de medidas tuviera repercusiones
negativas considerables en recursos forestales importantes
y cuando esas medidas dependieran de una decisión
de una autoridad nacional competente.
9. a) Los esfuerzos de los
países en desarrollo por fortalecer la ordenación,
la conservación y el desarrollo sostenible de sus
recursos forestales deberían contar con el apoyo
de la comunidad internacional, habida cuenta de la importancia
de reducir la deuda externa, en particular en los casos
en que resulta agradada por la transferencia neta de recursos
para beneficio de los países desarrollados, así
como del problema de alcanzar por lo menos el valor de sustitución
de los bosques mediante el mejoramiento del acceso al mercado
de productos forestales, especialmente productos elaborados.
Al respecto, también debería prestarse atención
especial a los países que experimentan el proceso
de transición hacia economías de mercado.
b) Los gobiernos y la comunidad
internacional deberían abordar los problemas que
obstaculizan los esfuerzos por lograr la conservación
y el uso sostenible de los recursos forestales, que obedecen
a la falta de otras opciones accesibles a las comunidades
locales, especialmente los pobres de las zonas urbanas y
las poblaciones rurales pobres que dependen económica
y socialmente de los bosques y los recursos forestales.
c) En la formulación
de políticas nacionales sobre los bosques de todo
tipo deberían tenerse en cuenta las presiones y demandas
impuestas a los ecosistemas y recursos forestales por influencias
ajenas al sector forestal, y habría que buscar medios
intersectoriales para hacer frente a esas presiones y demandas.
10. Deberían facilitarse
a los países en desarrollo recursos financieros nuevos
y adicionales para permitirles ordenar, conservar y desarrollar
en forma sostenible sus recursos forestales, con inclusión
de la forestación, la reforestación y la lucha
contra la deforestación y la degradación de
los bosques y de las tierras.
11. Para que en particular
los países en desarrollo puedan acrecentar su capacidad
endógena y llevar a cabo una mejor ordenación,
conservación y desarrollo de sus recursos forestales,
se deberían promover, facilitar y financiar, según
procediera, el acceso a tecnologías ecológicamente
racionales y a los correspondientes conocimientos especializados,
así como la transferencia de tales tecnologías
y conocimientos, en condiciones favorables, incluidas condiciones
concesionarias y preferenciales, mutuamente convenidas,
de conformidad con las disposiciones pertinentes del programa
21.
12. a) Debería fortalecerse
mediante modalidades efectivas, incluida la cooperación
internacional, el apoyo a las investigaciones científicas
y a los inventarios y evaluaciones forestales a cargo de
instituciones nacionales en que, cuando proceda, se consideren
variables biológicas, físicas, sociales y
económicas y el desarrollo tecnológico y su
aplicación en la esfera de la ordenación,
la conservación y el desarrollo forestales sostenibles.
En ese contexto, también debería prestarse
atención a las actividades de investigación
y desarrollo sobre productos no leñosos explotados
con un criterio sostenible.
b) La capacidad institucional
nacional y, cuando proceda, regional e internacional en
las esferas de la educación, la capacitación,
la ciencia, la tecnología, la economía, la
antropología y los aspectos sociales de la silvicultura
y la ordenación forestal es indispensable para la
conservación y el desarrollo sostenible de los bosques,
y debería fortalecerse.
c) El intercambio internacional
de información sobre los resultados de las actividades
de investigación y desarrollo relativas a los bosques
y la ordenación forestal debería mejorarse
y ampliarse, según procediera, aprovechando plenamente
los servicios de las instituciones de educación y
capacitación, incluidas las del sector privado.
d) Habría que reconocer,
respetar, registrar, desarrollar y, según procediera,
introducir en la ejecución de programas la capacidad
autóctona y los conocimientos locales pertinentes
en materia de conservación y desarrollo sostenible
de los bosques, con apoyo institucional y financiero y en
colaboración con los miembros de las comunidades
locales interesadas. Por consiguiente, los beneficios que
se obtuvieran del aprovechamiento de los conocimientos autóctonos
deberían compartirse equitativamente con esas personas.
13. a) El comercio de productos
forestales debería basarse en normas y procedimientos
no discriminatorios y multilaterales convenidos de conformidad
con el derecho y las prácticas del comercio internacional.
En este contexto, debería facilitarse el comercio
internacional abierto y libre de los productos forestales.
b) Debería estimularse
la reducción o eliminación de las barreras
arancelarias y los obstáculos al mejoramiento del
acceso al mercado y de los precios, con miras a elevar el
valor añadido de los productos forestales, así
como la elaboración local de dichos productos, para
permitir a los países productores mejorar la conservación
y ordenación de sus recursos forestales renovables.
c) Se debería alentar
en los planos nacional e internacional la incorporación
de los costos y beneficios para el medio ambiente en las
fuerzas y los mecanismos del mercado, a fin de lograr la
conservación forestal y el desarrollo sostenible.
d) Las políticas
de conservación forestal y desarrollo sostenible
deberían integrarse con las políticas económicas,
comerciales y otras políticas pertinentes.
e) Deberían evitarse
las políticas y prácticas fiscales, comerciales,
industriales, de transporte y de otro tipo que pudieran
producir la degradación de los bosques. Deberían
alentarse políticas adecuadas, dirigidas a la ordenación,
la conservación y el desarrollo sostenible de los
bosques, que incluyeran, cuando procediera, incentivos apropiados.
14. a) Deberían eliminarse
o evitarse las medidas unilaterales, incompatibles con las
obligaciones o acuerdos internacionales, destinadas a restringir
y/o prohibir el comercio internacional de la madera u otros
productos forestales con el objeto de lograr la ordenación
sostenible a largo plazo de los bosques.
15.
Deberían controlarse los contaminantes, sobre todo
los transportados por el aire, incluidos los que causan
la deposición ácida, perjudiciales para el
bienestar de los ecosistemas forestales en los planos local,
nacional, regional y mundial.
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