Los residuos
urbanos han crecido un 40% en ocho años y
el 88,5% de ellos acaban en vertedero o incinerados
06 febrero 2006 - Madrid, España
— Greenpeace presentó hoy su informe “La
situación de las basuras en España”,
en el que analiza los datos oficiales más
recientes del Ministerio de Medio Ambiente y saca
a la luz la realidad que se desprende de su estudio
en profundidad. A pesar de que las legislaciones
comunitarias sobre residuos aumentan y priorizan
la prevención de la producción de
residuos no están resultando eficaces. Desde
1996 hasta los últimos datos de que se disponen,
2003, el crecimiento total de residuos urbanos en
España ha sido del 40%.
El informe analiza también
la evolución de la producción de residuos
por habitante y día, para eliminar el crecimiento
derivado del aumento de población. En este
caso observamos que hemos pasado de generar 1,06
Kg diarios a 1,38g, un aumento del 29,35%. El Plan
Nacional de Residuos 2000-2006 establecía
como objetivo reducir los residuos a la cota de
1996. Los datos oficiales demuestran que la cantidad
de residuos que generamos no sólo no han
disminuido, sino superan en casi el 30% ese objetivo.
Según los datos del Ministerio
de Medio Ambiente, la recuperación de estos
residuos (a través del tratamiento de la
materia orgánica y de la recogida selectiva)
es del 36,56%. La realidad es muy distinta. El 89%
de los residuos que se derivan a compostaje (28,14%
del total) se rechazan a la entrada de planta y,
por lo tanto, no se recuperan. En España
sólo se recuperan el 11,5% de los residuos.
El 88,5% de los residuos urbanos generados acaban
quemados en incineradora o enterrados en vertederos.
Además todo lo que se recoge de forma selectiva
no se recicla. Por tanto, no sabemos qué
tanto por ciento de ese 11,5% de residuos recuperados
se aprovechan realmente.
Ante esta realidad, Greenpeace
concluye que el actual modelo de gestión
de basuras en España es un fracaso y que
no se están respetando los objetivos que
se establecen en los planes, ni en muchos casos
la legislación vigente.
Además, es preocupante
el beneficioso negocio que ha surgido entorno a
las basuras y que está bloqueando la resolución
del problema. El caso más evidente es el
de la incineración de residuos, que aún
siendo un tratamiento de eliminación y no
de recuperación, resurge como respuesta política
al problema de los residuos en muchos lugares de
España, con fuertes subvenciones. Otro de
los negocios lo protagonizan consorcios como Ecoembes
que recaudan el 100% de la tasa que pagamos por
los envases cuando sólo se recuperan a través
del contenedor amarillo el 4,2% de los envases domésticos.
Greenpeace exige que se defina,
de cara al Plan Nacional de Residuos que habrá
de entrar en vigor en 2007, un cambio de modelo.
Este nuevo modelo se debe fundamentar en el principio
de Residuo Cero, cuyo objetivo es alcanzar la recuperación
de todos los materiales que se encuentran en las
basuras. “Hoy por hoy el único modelo que
reduce el problema de las basuras es el que aplica
el principio de residuo cero y que ya se está
aplicando con éxito en países como
Alemania o Suiza. España no puede permitirse
seguir poniendo parches a este grave problema ambiental”,
ha declarado Juan López de Uralde, director
ejecutivo de Greenpeace.
Las medidas que se deben adoptar
para alcanzar el objetivo Residuo Cero pasan por:
• la recogida selectiva de la materia orgánica
y su aprovechamiento
• fortalecer la reutilización, reimplantando,
por ejemplo, los sistemas de depósito, devolución
y retorno de los envases
• que los fabricantes se responsabilicen de sus
productos durante todo el ciclo de vida, incluida
la gestión de los residuos que generen
• que se establezcan tasas para todos los residuos
que se desaprovechen (eliminen) que financien políticas
de prevención y producción limpia
Para establecer una buena base
de trabajo a largo plazo, debe asegurarse, además,
que existen buenos datos sobre residuos. Actualmente,
es difícil analizar la situación porque
el acceso a los datos es complicado, su fiabilidad
es baja (están en la mayoría de los
casos basados en estimaciones), están desactualizados
y no existe homogeneidad entre las diferentes Administraciones
y organismos en la metodología de obtención,
con lo que se hace muy difícil compararlos.
“El fuerte crecimiento de los
residuos que generamos y que casi el 90% de las
basuras no se recuperen demuestra que todas las
medidas que se han tomado hasta ahora en España
son ineficaces. Si no cambiamos el modelo de cara
al Plan Nacional que entrará en vigor en
2007, el problema tomará una dimensión
para la que será difícil encontrar
una solución”, ha asegurado Sara del Río,
responsable de la campaña de tóxicos
de Greenpeace.