El Ministerio
de Industria proyecta regular la garantía
de origen de la electricidad renovable
03 febrero 2006 -Madrid, España
— Greenpeace reclama al Gobierno que establezca
un sistema de garantía del origen de toda
la electricidad producida, no sólo de la
de origen renovable, para asegurar que exista transparencia
en el mercado eléctrico e igualdad de oportunidades
para que los consumidores puedan elegir. Esos certificados
deberían ir siempre unidos a la electricidad
física y no venderse por separado. De esta
manera, se evitaría un mercado paralelo que
confundiría al consumidor y perjudicaría
el actual sistema de remuneración de las
renovables, que ha sido reconocido por la Comisión
Europea como el más eficaz de Europa.
Greenpeace recalca la necesidad
de desarrollar un único mecanismo de Garantía
de Origen de la Electricidad, en el que se incluyan
las disposiciones para garantizar la electricidad
de origen renovable y la de cogeneración,
pero que permita establecer un adecuado etiquetado
eléctrico que aporte la necesaria transparencia
para que el consumidor tenga información
fiable, en todos los casos, sobre el origen y el
impacto ambiental del producto que adquiere, es
decir, de la electricidad. La organización
ecologista ha hecho llegar a la Comisión
Nacional de Energía sus alegaciones al “Proyecto
de Real Decreto de regulación de la garantía
del origen de la electricidad procedente de fuentes
de energía renovables”, que ha sido remitido
por el Secretario General de la Energía al
Consejo Consultivo de Electricidad por trámite
de urgencia.
“Resulta difícil de justificar
que para la electricidad de origen renovable sí
se establezca un mecanismo de certificación,
un registro y un órgano certificador, y para
el resto de la electricidad se deje al arbitrio
de las compañías comercializadoras
de electricidad el elaborar la información
que deben facilitar a sus clientes. Lo más
transparente y fiable es que el mecanismo, el registro
y el órgano fuese el mismo para toda la electricidad”,
ha declarado José Luis García Ortega,
responsable de proyectos de la Campaña de
Energía de Greenpeace.
Greenpeace cree que los certificados
de garantía de origen renovable pueden servir
para que el consumidor tenga certeza de que si ha
optado por adquirir energía de origen renovable,
ésta lo sea realmente, pero es imprescindible
que estos certificados vayan unidos a la misma electricidad
en toda transacción comercial, y por tanto
no puedan ser negociables por separado de la electricidad
que certifican.
"Lo que se necesita es garantizar
de dónde viene la electricidad que uno elija
comprar, no crear un mercado paralelo de certificados.
El certificado de origen renovable sólo puede
ser obtenido por quien realmente produce y vende
energía renovable, no debe acabar en manos
de quien está vendiendo energía sucia,
que lo podría utilizar para ocultarla y engañar
al consumidor”, ha añadido García
Ortega.
Greenpeace continuará alentando la campaña
“QUEREMOS SABER de dónde viene la electricidad,
PARA PODER ELEGIR energía limpia”, para lograr
que el Gobierno cumpla el mandato legal de aprobar
un etiquetado eléctrico uniforme y fiable
que informe al consumidor sobre el origen e impacto
ambiental de toda la electricidad.