27 febrero
2006 - Guadalajara, Jalisco, México — Para
demostrar que las energías renovables son
viables y están a nuestro alcance, activistas
de Greenpeace se bañaron en la Plaza Liberación,
en el centro de Guadalajara, con agua calentada
mediante la energía del sol.
"El beneficio ambiental de
esta tecnología es sorprendente: por cada
metro cuadrado que se instala de calentador solar
se pueden ahorrar unos 150 kilogramos de gas LP
al año. Además, con los calentadores
solares contribuimos a detener el cambio climático,
principal amenaza que enfrenta nuestro planeta",
afirmó Arturo Moreno, coordinador de la campaña
de energía y cambio climático de Greenpeace.
De acuerdo con los cálculos
de la Asociación Nacional de Energía
Solar, a lo largo de más de cinco décadas
la industria de calentadores solares ha instalado
en el país más de 500 mil metros cuadrados
de estos sistemas. Además se han dado oportunidades
de empleo bien remunerado a cientos de técnicos
mexicanos.
Estos sistemas utilizan la energía
del sol para el calentamiento del agua. Con esta
tecnología se puede calentar el agua a una
temperatura promedio de 60°C. Si bien instalar
un calentador solar requiere una primera inversión,
el costo se recupera entre tres y seis años.
Los calentadores solares existen
en Guadalajara desde hace casi 50 años. El
estado de Jalisco es pionero aunque, desafortunadamente,
en esta tecnología no ha tenido la difusión
necesaria.
Los calentadores solares de agua
son comunes en Alemania, Austria, Israel, Grecia,
España, Portugal, Japón y Estados
Unidos, países que incluso cuentan con grados
de insolación menor al que recibe México.
Si en nuestro país 2.5 millones de personas
usaran calentadores solares se evitaría el
consumo de 15 millones de toneladas de gas, y la
atmósfera dejaría de recibir casi
30 millones de toneladas de C02 (dióxido
de carbono), principal gas de efecto invernadero
causante del cambio climático.