08 marzo
2006 - DF, México — Sin que hasta el momento
la Comisión Federal de Electricidad haya
reportado oficialmente el accidente ocurrido en
la central nuclear de Laguna Verde, trascendió
que a las 9:45 horas el agua que enfría el
reactor nuclear II dejó de circular. Este
incidente es alarmante ya que es el preámbulo
de la fusión del núcleo del reactor
y su explosión, lo que ocasionaría
el accidente nuclear más grave al liberar
a la atmósfera una cantidad de radiactividad
similar a la de varias bombas atómicas.
Caracterizadas por el hermetismo,
la central nuclear de Laguna Verde y la Comisión
Federal de Electricidad, a seis horas del accidente
no habían elaborado ningún comunicado.
"Existen serias dudas sobre la dimensión
del accidente. Si fuera un paro de emergencia como
muchos que han ocurrido en Laguna Verde -y que hablan
de su inseguridad-, en el cual no resultaran afectados
los trabajadores ni fuera liberada radiactividad
se hubiera aplicado únicamente el plan de
emergencia interno. En cambio, en esta ocasión
se realizó un llamado de emergencia de la
central nuclear a los hospitales del puerto. ¿Qué
está ocultando la CFE? Hay que recordar que
en los accidentes nucleares más graves, como
el de la Isla de Tres Millas, en Pensilvania, o
el de Chernobyl, en Ucrania, la situación
fue ocultada poniendo en riesgo a la población",
advirtió Alejandro Calvillo, director de
Greenpeace México.
En un intento por minimizar lo
ocurrido, Protección Civil de Veracruz emitió
un escueto comunicado donde informa que "se
calentó un cable". Sin embargo, admite
que se "notificó a las distintas fuerzas
de tarea que integran el Programa de Emergencia
Radiológico Externo" y que el gerente
de la central informó de los hechos al gobernador
del estado, quien se encontraba de visita oficial
en Panamá, lo cual demuestra que no se trataba
de un incidente menor.
Cabe señalar que Laguna
Verde acaba de ser auditada por la Asociación
Mundial de Operadores Nucleares (WANO, por su sigla
en inglés) y ha trascendido que el reporte
final alerta que la situación de la central
nuclear es crítica en cuanto a seguridad.
Ya en el año 2000, un reporte anterior que
elaboró la misma asociación fue obtenido
por Greenpeace y enviado a expertos internacionales
en seguridad nuclear, como David Lauchbaum, de la
Union of Concerned Scientists. Los expertos señalaron
en esa ocasión que la auditoría demostraba
que Laguna Verde se encontraba en alto riesgo de
sufrir un accidente grave.
"Nos preocupa el ocultamiento
de la situación que prevalece en Laguna Verde,
la corrupción al interior, que haya regresado
Rafael Fernández de la Garza a conducir la
central nuclear cuando había sido inhabilitado
por la Secretaría de la Contraloría.
Debe esclarecerse este accidente y se debe hacer
del conocimiento público la auditoría
que recientemente realizó la Asociación
Mundial de Operadores Nucleares a la central nuclear
de Laguna Verde", señaló Calvillo.
A menos de dos meses de que se
cumpla el 20 aniversario del accidente más
grave de la era industrial, la fusión del
núcleo de uno de los reactores de la central
nuclear de Chernobyl, ocurrido el 26 de abril de
1986, se presenta una vez más un paro de
emergencia en Laguna Verde con posibles implicaciones
de gravedad. Los documentos internos de la central
nuclear obtenidos por Greenpeace, y nunca negados
por la CFE, demuestran que se trata de una central
con serias deficiencias en su operación y
con problemas profundos en la capacitación
de su personal.
Como se demostró en un
oficio interno (No. GCN/GIIS/400/2000), al interior
de la central nuclear se reconocía que por
lo menos durante cuatro años la situación
del plan de Emergencia de Laguna Verde fue "menos
que aceptable" y que contar con un Plan de
Emergencia operativo es condición para mantener
la licencia de operación. Sin embargo, la
encargada de otorgar la licencia, la Comisión
Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, está
bajo el control de Juan Eibenshutz, padre del proyecto
de Laguna Verde.