19 mayo
2006 - Santarem, Pará / , Brasil — Porque
la expansión de los cultivos de soya son
una de las principales causas de la destrucción
del Amazonas, activistas de Greenpeace bloquearon
en forma pacífica el muelle de carga de Cargill,
la corporación que adquiere soya amazónica
para llevarla a Europa y otros mercados. En respuesta,
empleados de la empresa y granjeros agredieron con
violencia a los activistas de Greenpeace.
La protesta de Greenpeace advertía
sobre la ilegalidad de las actividades de Cargill,
enclavada en el corazón del Amazonas, la
selva más importante del planeta que hoy
se encuentra en riesgo por la expansión de
los soyeros. Esta actividad es parte de la campaña
que realiza Greenpeace para exhibir a quienes están
contribuyendo a la destrucción de este pulmón
del mundo, como son las empresas McDonalds, Kentucky
Fried Chicken y la comercializadora de semillas
Cargill.
Los trabajadores de Cargill respondieron
con violencia. Un potente remolcador aplastó
una lancha inflable de Greenpeace y el barco Arctic
Sunrise. Los agresores apedrearon y dispararon bengalas
contra el barco de Greenpeace y azuzaron a la policía
que roció gases pimienta y lacrimógenos
en el barco para luego arrestar a 14 activistas,
de los cuales la mitad es de Brasil y el resto de
Argentina, EUA, Canadá, España, Holanda,
Australia y Túnez.
Entre los activistas hay tres
heridos, uno de ellos tiene un dedo roto y otro
sufre quemaduras. Los soyeros y empleados de Cargill
profirieron toda clase de agresiones verbales contra
los activistas, lo cual incluyó amenazas
de muerte a Paulo Adario, coordinador de la campaña
de Greenpeace en el Amazonas.
Gavin Edwards, vocero de Greenpeace,
señaló: "Deploramos al violenta
respuesta de los empleados de Cargill y sus asociados.
Corporaciones como Cargill deben dejar de ver al
Amazonas como un lugar donde pueden expandir sus
negocios de soya y empezar a verlo como lo que es:
el más importante bosque tropical del mundo,
que necesita urgente protección".