Madrid,
29 de mayo de 2006-Piden a la Fiscalía, al
Seprona y a la Consejería de Medio Ambiente
que aclaren las circunstancias del caso y que se
suspenda la actividad cinegética.
La localización de 8 Buitres
Negros y Leonados posiblemente envenenados en la
localidad cacereña de Carrascalejo ha movido
a los grupos ecologistas WWF/Adena y Ecologistas
en Acción a actuar para que se esclarezcan
los hechos y para que se sancione con severidad
a los culpables.
A juicio de ambas asociaciones
este es un caso gravísimo que pone de relieve
el daño que puede ocasionar el veneno en
las especies protegidas y el descaro con el que
actúan los envenenadores en determinadas
zonas sin que las autoridades hagan todo lo que
deben para evitarlo.
El caso de Carrascalejo está
siendo estudiado por WWF/ADENA y
Ecologistas en Acción,
no sólo por la gravedad de los hechos, sino
porque todo apunta a que ha habido una serie de
actuaciones irregulares en su investigación.
Así, miembros de estas asociaciones desplazados
al lugar de los hechos han podido comprobar que
en la escombrera del pueblo se han podido enterrar
parte de los cadáveres de buitres encontrados
por el SEPRONA. Diversos testimonios apuntaban en
esa dirección y, tras comprobar la posibilidad
de que bajo los escombros se encuentren tapados
con cal viva los cadáveres de buitres, y
quien sabe si los cebos que han de servir de prueba
para denunciar y sancionar el más que posible
delito, se ha decidido pedir explicaciones al SEPRONA
y a la Consejería de Medio Ambiente. Para
ello también se ha tramitado un escrito de
denuncia a la Fiscalía para que garantice
el esclarecimiento de los hechos y, por otro lado,
se tiene prevista la personación de las asociaciones
en la causa penal que se abra.
Entre tanto se aclaran las circunstancias
y dada la situación de emergencia y de desequilibrio
ecológico que ha producido la muerte de los
buitres, las asociaciones ecologistas exigimos a
la Consejería de Medio Ambiente la suspensión
de la actividad cinegética ya que antes de
autorizarla hay que asegurar que no hay persistencia
del veneno en las especies del coto y que se recupera
el equilibrio ecológico alterado.
Hay que destacar que el veneno
está afectando a una de las zonas más
valiosas de la Península Ibérica por
su fauna. Se da la circunstancia de que esta zona
de Cáceres limítrofe con la provincia
de Toledo está rodeada de importantes colonias
de Buitre Negro y de Buitre Leonado, como las que
existen en las Sierras de las Villuercas y en el
Valle del Tajo, está en el corredor que une
los Parques de Cabañeros y de Monfragüe,
y, además, es hábitat de numerosas
especies amenazadas como el Águila Imperial,
el Águila Perdicera, el Águila Real,
el Alimoche, la Cigüeña Negra y, posiblemente
todavía, el Lince Ibérico. Es por
eso que el uso frecuente e impune que se da del
veneno tanto en Cáceres como en las zonas
limítrofes de Toledo supone un problema muy
serio y debe ser perseguido con energía.