Greenpeace
y Ecologistas en Acción consideran que el
Gobierno ignoran la necesidad de lograr un consenso
social que incluya a las organizaciones ecologistas
14 julio 2006 - Madrid, España
— Greenpeace y Ecologistas en Acción consideran
que la Comisión Interministerial creada por
el Gobierno para tratar de sacar adelante el Almacén
Temporal Centralizado (ATC) de combustible nuclear
gastado y residuos de alta actividad trata de camuflar
los contactos que en paralelo está llevando
a cabo la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos
(ENRESA) con diversos municipios.
En efecto, mientras que la realidad
es que ENRESA lleva meses negociando con diversos
municipios (de los que ya se conocen algunos nombres:
Vandellós i L'Hospitalet de L'Infant, , Mora
la Nova y Tivissa en Tarragona y Almonacid de Zorita
en Guadalajara...), para ubicar en alguno de ellos
el ATC, ofreciendo a cambio la promesa de compensaciones
millonarias y la habitual oferta de nuevos puestos
de trabajo, así como la instalación
de un centro de investigación, el Gobierno
trata de aparentar que esa decisión se tomará
estrictamente con criterios técnicos y buscando
la transparencia y el consenso social.
Para ello, el pasado 6 de julio,
el Gobierno ha creado la “Comisión Interministerial
para el establecimiento de los criterios que deberá
cumplir el emplazamiento del almacén temporal
centralizado de combustible nuclear gastado y residuos
de alta actividad, y de su centro tecnológico
asociado” (mediante el Real Decreto 775/2006, de
23 de junio - BOE num. 159, de 5 de julio).
“El Gobierno debe dejarse de
farsas como la Comisión Interministerial
recientemente creada y aceptar que esta estrategia
de ENRESA está abocada al fracaso, como sucedió
en el pasado con todos sus intentos anteriores,
y que un problema tan serio como el qué hacer
con los residuos radiactivos no podrá solucionarse
desligando esta cuestión del futuro de las
centrales nucleares, que son las que producen estos
peligrosos residuos”, en opinión de los responsables
en materia de energía nuclear de Greenpeace
y Ecologistas en Acción. Para estos grupos
esta Comisión Interministerial no va a ser
la solución para despejar el futuro de la
gestión de los residuos en España.
La amenaza para la salud pública y para el
medio ambiente que suponen los residuos radiactivos,
unido al elevado coste económico de su gestión
(más de 13.000 millones de euros según
el Sexto Plan General de Residuos elaborado por
ENRESA y aprobado recientemente por el Ministerio
de Industria), evidencian que el problema de los
residuos radiactivos es un problema de carácter
social, además de técnico.
La gestión de los residuos
no se puede desligar del futuro de las nucleares
ni técnicamente ni socialmente. Por un lado,
es obvio que la estrategia de gestión y el
tamaño y diseño de los métodos
de almacenamiento dependerán del número
de centrales operativas y del tiempo de funcionamiento
de las plantas.
Pero también se trata de un problema de carácter
social que no se puede resolver sin un previo consenso
social y político que sólo se puede
conseguir medio del diálogo entre todos los
agentes interesados, incluyendo las organizaciones
ecologistas. Sólo este diálogo permitirá
alcanzar un acuerdo sobre el modo de gestión
de los residuos nucleares.
Así lo reconoció
expresamente el Presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 30 de
mayo, durante el debate del Estado de la Nación.
En respuesta al portavoz del Grupo Parlamentario
Catalán, Zapatero dijo: “...y paralelamente
también está el tema de los residuos,
que exige, sin duda alguna, un amplio consenso social
de organizaciones defensoras del medio ambiente,
que exige el mayor consenso territorial posible
y ojalá el mayor consenso político,
porque, como muy bien sabe S.S., es un problema
de hondo calado. Por tanto, uno, mantenimiento del
compromiso electoral con la reserva —si usted me
permite— en torno a la energía nuclear de
la garantía de nuestro suministro energético;
dos, para antes del final de la legislatura existe
un compromiso muy concreto y, tres, consenso en
torno a los residuos...”.
"Greenpeace y Ecologistas
en Acción consideran que el problema de la
gestión de los residuos de alta actividad
sólo se solucionará con un gran consenso
social que únicamente podrá alcanzarse
poniendo sobre la mesa un calendario de cierre progresivo
pero urgente de las centrales nucleares. Entretanto
estos colectivos manifiestan que se opondrán
activamente a los planes de ENRESA de construir
un Almacén Temporal Centralizado de residuos
radiactivos de alta actividad."
De hecho, hasta ahora, todos los intentos de los
sucesivos Gobiernos de instalar un cementerio nuclear
han fracasado tras provocar una inmensa contestación
social, como en los casos del proyecto IPES (Instalación
Piloto Experimental Subterránea) en Aldeadávila
de la Rivera (Salamanca), a finales de los 80, del
proyecto de un ATC en Trillo en 1989 o del proyecto
El Berrocal, en Toledo de 1992.
Posteriormente, el proyecto de
búsqueda de emplazamientos de ENRESA, ya
en su fase AFA (lugares de Alta Favorabilidad),
suscitó manifestaciones multitudinarias en
todos los lugares designados como candidatos: en
Los Pedroches (Córdoba), Arribes del Duero
(Salamanca-Zamora), Burgos, etc., que obligaron
al Gobierno central en 1999 a suspender indefinidamente
ese proyecto.
Los representantes de Ecologistas
en Acción y Greenpeace piden que se aprenda
de los errores pasados y se elabore ese calendario
de cierre escalonado de nucleares, que por otra
parte está en el programa electoral del PSOE,
abriendo así la puerta al consenso para la
búsqueda de la forma de gestión menos
mala para los residuos de alta actividad.
— Greenpeace