20 julio
2006 - Guadalajara, México — Los voluntarios
de Greenpeace en Guadalajara realizaron la tercera
jornada de reforestación en el Bosque La
Primavera. Fue parte del trabajo que vienen desarrollando
desde el año pasado en busca de devolverle
a esta zona la riqueza natural que tenía
antes de ser arrasada por un incendio en 2005. En
esta ocasión, decenas de personas se sumaron
a las labores de estos compañeros que por
su esfuerzo han sido reconocidos como "Voluntarios
de Roble".
La iniciativa emprendida por los
Voluntarios de Roble al hacerse cargo de un predio
en la parte norte del Bosque La Primavera, en los
límites de Guadalajara, va por buen camino.
El reto de reforestar este predio va encaminado
en primer lugar a recuperar la vida plena que alguna
vez tuvo esta área, además de conocer
la riqueza de este bosque y su importancia para
el estado de Jalisco.
En esta tercera reforestación
participaron 72 voluntarios que sembraron 504 árboles
(500 pinos de 2 años de edad y 4 encinos
que los voluntarios cultivan desde octubre del año
pasado). La idea de los voluntarios no ha sido buscar
plantaciones masivas sino hacer un trabajo de calidad.
A la reforestación acudió
el biólogo Francisco Quintero, experto en
sistemas de manejo forestal, de la Dirección
Ejecutiva del Bosque La Primavera. Él dio
una charla sobre la manera correcta de reforestar
y lo difícil que resulta hacerlo en este
bosque, debido a las condiciones del suelo poco
fértil. Dicho sea de paso, el biólogo
felicitó a los Voluntarios de Roble, ya que
su parcela es la que mayor índice de supervivencia
alcanzó, pues mientras en este bosque solamente
un promedio de 15% de los árboles sembrados
en 2005 lograron sobrevivir, en esta parcela ese
porcentaje ascendió al 24%.
Para los voluntarios de Greenpeace
que radican en Guadalajara, el Bosque La Primavera
es un sitio de gran importancia y es impostergable
protegerlo. Por eso decidieron pasar a la acción.
Las razones que los motivan no son triviales: el
Área de Protección de Flora y Fauna
“La Primavera” capta cada año 240 mil millones
de litros de agua de lluvia con la cual forma cuencas
hidrológicas que son de suma importancia
para el estado de Jalisco, y en particular para
Guadalajara.
Este bosque alberga alrededor
de mil especies de flora. Destaca la presencia de
59 especies de orquídeas, lo que representa
el 80% de las orquídeas del estado, algunas
de las cuales son endémicas de este bosque.
También se tiene registro de la presencia
de 29 especies de mamíferos, incluidos pumas
y jaguarundis, especies que se encuentran amenazadas.
Además, el Área
de Protección de Flora y Fauna “La Primavera”
brinda bienes y servicios ambientales únicos
a una de las tres ciudades más importantes
del país, pues evita la erosión, regula
el clima de la región y mejora la calidad
del aire mediante la captura de carbón y
producción de oxígeno. Opera como
reservorio genético y corredor biológico
entre los sistemas naturales de la región.
Remediar ¿o prevenir?
Algo que los Voluntarios de Roble
han aprendido a lo largo de este año es que
se deben plantar especies adecuadas y cuidar todos
los aspectos: elegir los mejores sitios para su
siembra, evitar estresar los árboles cuando
son manipulados, cavar la cepa separando la tierra
superficial (humus) para que ésta quede por
debajo y a los lados de la planta; cuidar que el
diámetro y la profundidad sean correctos;
seguir el método para hacer el "cajete"
y compactarlo; seleccionar las piedras que serán
colocadas alrededor del tallo y ayudarán
a retener la humedad, entre otras cosas.
La experiencia que han vivido
los voluntarios a lo largo de este año les
ha mostrado que reforestar es un camino largo e
incierto para preservar el entorno ecológico.
Por ejemplo, han observado que muchos de los árboles
sembrados han muerto a pesar del empeño con
que los han cuidado. Sin emabrgo, les anima que
sobrevivan alrededor de 200 árboles que originalmente
no estaban en este lugar. Esos árboles ya
pasaron su prueba de fuego y adquirieron la fuerza
suficiente para soportar el estrés hídrico
del estiaje del próximo año.
Los voluntarios de Greenpeace
han constatado que la reforestación en cualquier
lugar no es el camino corto. Ahora han comprobado
que se requiere de planes de manejo para todo el
bosque, voluntad política para preservarlo
y leyes más estrictas.
Pero este aprendizaje no los detiene.
Nuestros voluntarios mantendrán su compromiso
en este predio, un compromiso asumido con tal entusiasmo
que los hizo merecedores en marzo de 2006 del reconocimiento
"Voluntario de Roble", otorgado por la
dirección ejecutiva del Área de Protección
de Flora y Fauna La Primavera.
Greenpeace México felicita
a los Voluntarios de Roble por el gran esfuerzo
que han realizado en el Bosque La Primavera. Su
compromiso nos motiva a seguir defendiendo esas
magníficas fábricas de agua que son
los bosques de México.