Greenpeace
responde al informe de Naciones Unidas sobre las
medidas que se han tomado en los últimos
años para proteger las zonas profundas de
los océanos
17 julio 2006 - Madrid, España
— El pasado 15 de julio, la Secretaría General
de Naciones Unidas presentó una evaluación
de las medidas tomadas por los Gobiernos para proteger
los hábitats vulnerables existentes en las
zonas profundas de los océanos de prácticas
pesqueras destructivas como el arrastre de fondo.
Ésta ha confirmado que la protección
que estas áreas reciben es totalmente inadecuada
y que son necesarias medidas urgentes por parte
de la comunidad internacional.
“Han hecho falta dos años
para que Naciones Unidas haya realizado esta evaluación.
Dos años para confirmar lo que ya sabíamos:
que ecosistemas marinos profundos como corales de
agua fría y muchas de sus especies están
siendo barridos del mapa por un número relativamente
pequeños de buques con un gran poder de destrucción.
Se trata de dos años en los que se han producido
graves impactos y en los que vastas zonas de ecosistemas
marinos profundos han sido destruidos por el arrastre
de profundidad. Naciones Unidas debe tomar la única
medida con la que puede hacer frente a este problema,
establecer una moratoria sobre el arrastre de profundidad
cuando la Asamblea General de Naciones Unidas se
reúna en octubre”, declaró Karen Sack,
de Greenpeace Internacional.
Esta evaluación había
sido solicitada por la Asamblea General de Naciones
Unidas (AGNU) en 2004 y ha sido llevada a cabo por
su Secretaría General. Está basada
en la información remitida por los propios
Estados Miembros, que han informado de las medidas
tomadas tanto de forma unilateral así como
en su calidad de miembros de Organizaciones Regionales
de Pesca, para detener las prácticas pesqueras
destructivas, incluido el arrastre de fondo en aguas
internacionales. El informe concluye que “muchas
pesquerías no son gestionadas hasta que están
sobreexplotadas y claramente agotadas y, debido
a la gran vulnerabilidad de las especies de aguas
profundas y su bajo potencial de recuperación,
ésta es una fuente especial de preocupación
para estas poblaciones. Este hecho plantea la cuestión
de la necesidad urgente de medidas provisionales
en circunstancias particulares, a la espera de la
adopción de medidas de conservación
y gestión”.
Greenpeace es miembro de la Coalición
para la Conservación de las Profundidades
Marinas (DSCC), una alianza de 60 organizaciones
medioambientales que demandan una moratoria sobre
el arrastre de fondo en alta mar desde 2003 y que
han criticado que la AGNU pospusiera tales acciones
hasta la conclusión de la evaluación
presentada.
“ONG, científicos e incluso
Gobiernos han afirmado en repetidas ocasiones que
las medidas existentes eran inadecuadas y que la
evaluación presentada hoy no haría
sino confirmarlo. Desgraciadamente esperar a este
trabajo ha costado a las profundidades marinas dos
años de protección efectiva. Este
año debe ser el último en el que no
se tomen las medidas necesarias”, ha declarado Matthew
Gianni, portavoz de la DSCC.
Las negociaciones sobre la moratoria
tendrán lugar durante la AGNA el 4 y 5 de
octubre próximos antes de que se tome una
decisión sobre una moratoria sobre el arrastre
de fondo en aguas internacionales en noviembre.
“Es hora de que España
tome decisiones responsables. España debería
apoyar el establecimiento de una moratoria sobre
la pesca de arrastre en alta mar e impedir que la
destrucción de estos ecosistemas continúe”,
declaró Sebastián Losada, responsable
de la campaña de pesca de Greenpeace.