El gobierno
desconoce la opinion de la mayoria y cede ante el
poder de lobby de un pequeño grupo de funcionarios
23 agosto 2006 - BUENOS AIRES,
Argentina — Una encuesta de MORI refleja el rechazo
público a la energía nuclear, a pesar
de ello, el Gobierno Nacional pretende, en el marco
del Plan Nuclear Argentino, terminar el obsoleto
reactor de Atucha II, tras de 25 años de
construcción demorada.
Según los resultados de
una encuesta realizada por MORI, la amplia mayoría
de la población considera que el Gobierno
debería invertir en energía eólica
y suspender la construcción de una central
obsoleta, peligrosa, contaminante y cara, como Atucha
II.
Los datos, que forman parte de
una encuesta realizada en mayo, contradicen la decisión
del Gobierno Nacional que, con 25 años de
demora, impulsa la finalización de la construcción
de Atucha II, en el marco del Plan Nuclear Argentino.
Según Greenpeace, los fondos
invertidos en la construcción del segundo
reactor excedieron los 3.000 millones de dólares
y los funcionarios prevén que para concluir
las obras de construcción el Estado debe
invertir unos 700 millones de dólares más.
"Es una historia sin fin, los fondos necesarios
para culminar la obra siguen aumentando, mientras
la sociedad exige que no se invierta en una fuente
de energía peligrosa, contaminante y costosa",
sostuvo Juan Casavelos, coordinador de la Campaña
de Energía de Greenpeace.
"Atucha II es un legado de la dictadura militar
que no va a resolver la crisis energética
inminente, la energía eólica es una
solución mucho más dinámica
y eficaz para responder a la crisis. La energía
nuclear responde solo al poder de lobby de una pequeño
grupo de funcionarios", agregó Casavelos.
Un informe publicado por Greenpeace (1) muestra
que cada peso gastado en Atucha II hubiera representado
el doble en generación eléctrica si
se lo hubiera invertido en energía eólica.
Ese dinero alcanzaría para financiar un plan
de despegue de la industria eólica local
que tendría un enorme futuro, generaría
inversiones y 18 puestos de trabajo por cada puesto
que genera la energía nuclear.
"El Plan Nuclear del gobierno, especialmente
la finalización de la construcción
de Atucha II luego de 25 años de demora,
no es la solución a la crisis energética,
mientras los recursos vayan en esa dirección
la crisis se profundizará. Esto es una clara
muestra de la ineficiencia del gobierno para responder
al aumento de la demanda de energía y una
clara muestra de la ignorancia del enorme potencial
de Argentina en energía eólica con
la cual se puede dar una respuesta rápida
a tal crisis", declaró Juan Casavelos.
Greenpeace señaló también que
la energía nuclear está en retroceso
en el mundo desarrollado; en España, el gobierno
socialista del presidente Rodríguez Zapatero
puso en marcha un programa de cierre progresivo
de las centrales nucleares que comenzó con
la Central Nuclear Zorita. "Al igual que Zorita,
Atucha II es vetusta y obsoleta, el cierre definitivo
de la planta nuclear es la decisión más
atinada", comentó Casavelos.
Una encuesta realizada por MORI (2) muestra la preferencia
por la energía eólica, entre otras
opciones renovables. Los encuestados consideraron
que esa fuente de energía es limpia, segura
y no contaminante, incluso parte de quienes respondieron
están dispuestos a pagar un cargo extra para
destinarlo a la promoción de esa fuente de
emergía limpia.
El estudio de opinión pública sobre
fuentes de energía fue realizado por MORI
entre 16 el y el 23 mayo y confirma el resultado
de encuestas realizadas en 2004 y 2005. Una de las
preguntas se refiere al sector donde debería
invertir el Gobierno Nacional para la generación
de energía, los resultados reflejan que el
3% de las personas consideran que se debería
invertir en energía nuclear y el 67% en eólica
y otras renovables.
"Observamos en España el cierre de la
Central Nuclear Zorita por motivos de seguridad,
incumplimiento de normativa y una pobre cultura
de seguridad que no brinda garantías plenas,
con Atucha II debería pasar lo mismo luego
de 25 años de inactividad", recordó
Casavelos.
Para Greenpeace la energía nuclear no es
la solución a la creciente demanda de energía
ni a la dependencia energética del exterior.
Esa fuente de energía plantea graves problemas
de seguridad, contaminación e impactos sobre
la salud. "Es insólito que en nuestro
país, con enormes fuentes renovables, se
plantee la energía nuclear como una opción
verdadera", finalizó Casavelos.