24 agosto
2006 - Marsella, Francia — En el segundo día
de hostilidades, en el que la flota industrial atunera
francesa ha bloqueado y abordado el Rainbow Warrior
en el puerto de Marsella, el barco de la organización
ecologista ha sido finalmente remolcado fuera de
las aguas territoriales francesas por orden de la
Prefectura Marítima (Policía marítima).
A primera hora de esta mañana
el Rainbow Warrior lanzó una llamada de auxilio
tras ser abordado por tripulantes de los barcos
atuneros que ataron sus embarcaciones al buque insignia
ecologista mientras más de una decena de
barcos lo rodeaban, bloqueando virtualmente cualquier
tipo de acceso.
La Prefectura Marítima
ha enviado un remolcador, el Abielle Flanders y
realizado la siguiente declaración: "Confirmamos
que hemos decidido que el Rainbow Warrior sea remolcado
tan pronto como sea posible por el ETV Abeille Flanders,
desde su punto de atraque en Marsella. Esta operación
será financiada por las autoridades francesas".
"Greenpeace ha aceptado esta
decisión para aliviar la tensión existente
dado que somos una organización pacifista,
a pesar de no estar obligados a hacerlo ya que no
hemos quebrantado ninguna ley" ha declarado
Mike Finchen, capitán del Rainbow Warrior.
"Los pescadores de atún
están fuera de control en alta mar y ahora
también en puerto" ha declarado Sebastián
Losada, responsable de la campaña de Océanos
de Greenpeace España a bordo del Rainbow
Warrior. "La flota pesquera industrial de atún
que ha bloqueado nuestro barco necesita asumir su
parte de responsabilidad sobre el estado del atún
rojo en el Mediterráneo. Deberían
ser los primeros interesados en apoyar nuestra llamada
al establecimiento de una red de reservas marinas
para conseguir un Mediterráneo sostenible,
saludable y productivo. Nuestra propuesta persigue
los intereses a largo plazo del medio ambiente y
de todas las comunidades pesqueras, tanto en Francia
como en el resto del Mediterráneo" concluyó
Losada.
La expedición de Greenpeace
En Defensa de Nuestros Océanos muestra las
maravillas y las mayores amenazas a la biodiversidad
en los océanos del Planeta y reclama el establecimiento
de una red global de reservas marinas que cubra
el 40% de los océanos y mares.