Madrid,
15 de octubre de 2006.-El lince ibérico que
aparecía ayer gravemente herido en el entorno
de Doñana ha muerto. Tal y como indicaba
ayer WWF/Adena, las posibilidades de supervivencia
de este animal eran mínimas, por lo que,
pese a los cuidados intensivos llevados a cabo por
el equipo veterinario del Acebuche (PN Doñana),
el animal ha fallecido. Con este son seis linces
los muertos en Doñana durante el año
2006, los cinco anteriores lo fueron por atropellos
en las carreteras del entorno de los espacios naturales.
WWF/Adena reitera una vez más la necesidad
de poner en marcha un plan de emergencia que asegure
la supervivencia en Doñana del felino más
amenazado del planeta.
El animal, un ejemplar joven,
fue encontrado en el entorno de las lagunas de Moguer-pinares
del Abalario (Moguer-Almonte) y presentaba muy malas
condiciones físicas al haber perdido una
pata debido, posiblemente, a una auto-mutilación
causada tras haber caído en un cepo. En esta
misma zona ya fueron encontrados dos linces muertos
por causas no naturales durante el año 2005.
Con este, ya son 33 los linces
muertos en Doñana desde el año 2000,
constituyendo el furtivismo (cepos, lazos, venenos
y disparos) la segunda causa de mortalidad no natural
conocida en Doñana, tras los atropellos.
Para WWF/Adena es inadmisible que en el entorno
de los espacios naturales de Doñana se siga
usando de forma generalizada estas prácticas
ilegales que causan un daño terrible a todo
tipo de especies protegidas y especialmente al lince
ibérico. La mayor parte de los cadáveres
de los linces que mueren por esta causa desaparecen
a manos de los propios furtivos, sin llegar nunca
a ser detectados, por lo que el número total
de linces muertos puede ser realmente mucho mayor.
Por otra parte, no es extraño que ejemplares
de linces que mueren atropellados tengan heridas
causadas por los perdigones de los cartuchos.
En el informe “Problemas Ambientales
de la Comarca de Doñana” publicado en febrero
de este año, WWF/Adena señalaba el
furtivismo como uno de los problemas más
graves del entorno, con 18 linces muertos en el
periodo 1984-2006 por esta causa. Esta conclusión
es corroborada por la Memoria Anual de la Fiscalía
de Medio Ambiente de Huelva, que lo califica como
uno de los problemas ambientales más graves
de toda la provincia onubense.
Según Luis Suárez,
responsable del programa de especies de WWF/Adena:
“Este suceso viene a agravar aun más la situación
del lince en Doñana que ha visto como su
población se ha reducido en este año
2006 de 44 a 42 ejemplares, pese al aumento de nacimientos”.
Y concluye: “Es hora de que la Junta de Andalucía
y la Guardia Civil redoblen sus esfuerzos y castiguen
con rigor estas prácticas ilegales, para
desterrarlas de Doñana”.
Artículo: Juanjo Carmona