24 octubre
2006 - Madrid, España — Francia, Alemania,
Reino Unido, Suecia, Austria, Bélgica, Holanda,
Dinamarca y Hungría en Europa, así
como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y
Brasil, demandan la protección de los ecosistemas
marinos profundos mientras España bloquea
cualquier acuerdo.
El mes que viene la Asamblea General
de Naciones Unidas finalizará sus discusiones
sobre la protección de las profundidades
marinas, amenazadas por métodos de pesca
destructivos como el arrastre de fondo. Es el tercer
año de estas negociaciones, resultado de
la preocupación internacional ante la acelerada
destrucción de estos ecosistemas. Hasta ahora
países como Japón, Islandia o España
han bloqueado cualquier posibilidad de un acuerdo.
España es una de las principales
potencias dedicadas a la pesca de especies de gran
profundidad, única explicación a la
posición del Gobierno en esta materia.
Greenpeace junto con otras 60
ONG de todo el mundo agrupadas en torno a la Coalición
para la Conservación de las Profundidades
Marinas, está demandando una moratoria de
Naciones Unidas sobre el arrastre de fondo en aguas
internacionales para permitir a los científicos
identificar qué áreas de las zonas
profundas necesitan ser protegidas y para evaluar
las bases sobre las que la explotación de
los recursos de las zonas profundas puede realizarse
de forma sostenible (1).
En las profundidades de los océanos
se elevan enormes montañas submarinas de
más de 1.000 metros de profundidad. Las más
grandes reciben el nombre de "montes submarinos"
y, lejos de lo que se pensaba antiguamente, son
auténticos oasis de vida. De ellos surgen
corrientes ricas en nutrientes que alimentan a diferentes
y extraordinarios ecosistemas y albergan cientos
de especies, muchas de las cuales son todavía
desconocidas para la ciencia.
La mayor amenaza a estas zonas
es la pesca de arrastre, una práctica pesquera
que ha llegado a las profundidades marinas antes
que los científicos. Esta actividad pesquera
carece de controles efectivos y de una gestión
que garantice la supervivencia de los recursos,
lo que está provocando la destrucción
acelerada de la biodiversidad de las zonas profundas.
Las especies que las habitan tienen ciclos de vida
muy largos y se reproducen muy lentamente. La práctica
totalidad de las pesquerías en aguas profundas
han mostrado sobradamente su carácter insostenible.
Una buena muestra es que en septiembre pasado la
Comisión Europea solicitó un recorte
del 66% de las capturas de especies profundas durante
los próximos dos años debido precisamente
a su estado de agotamiento.
Mientras que Estados Unidos reafirmaba
ayer su apoyo a una moratoria sobre el arrastre
de fondo en aguas internacionales no reguladas,
el Foro de Islas del Pacífico (2) demandaba
hoy a sus miembros el apoyo a esta moratoria. En
la Unión Europea, el Gobierno español
está bloqueando cualquier avance en la protección
de estos ecosistemas pese al apoyo de Francia, Alemania,
Reino Unido, Suecia, Austria, Bélgica, Holanda,
Dinamarca y Hungría.
“España y la Comisión
Europea son ahora los mayores obstáculos
para conseguir que la UE apoye una moratoria sobre
el arrastre de fondo en alta mar en la Asamblea
General de Naciones Unidas. Como resultado, la UE
se está quedando a la zaga en la protección
de las profundidades marinas. Si este año
no se aprueban medidas habremos perdido una oportunidad
única para evitar la desaparición
de ecosistemas únicos en todo el mundo”,
declaró Sebastián Losada, responsable
de la campaña de Océanos de Greenpeace.
Notas
(1) Durante los últimos
tres años barcos de Greenpeace han documentado
la destrucción de los ecosistemas profundos
por parte de las flotas de arrastre de fondos europeas
en el Pacífico Sur, Atlántico nordeste
y Atlántico Noroeste, las zonas en las que
esta práctica se realiza con más intensidad.
(2) El Foro de Islas del Pacífico
está formado por Australia, Islas Cook, Estados
Federados de Micronesia, Fiji, Kiribati, Nauru,
Nueva Zealand, Niue, Palau, Papua Nueva Guinea,
Islas Marshall, Samoa, Islas Solomon, Tonga, Tuvalu
y Vanuatu.