Bruselas,
1 de diciembre de 2006 – Organizaciones ecologistas,
de mujeres, de salud y de consumidores de toda Europa
han denunciado hoy la consecución de un acuerdo
a puerta cerrada sobre la legislación REACH
de químicos. Si se llega al voto plenario,
el acuerdo permitirá el uso de gran cantidad
de sustancias químicas de alto riesgo – incluyendo
la mayoría de las que causan cáncer,
defectos en el nacimiento y otras enfermedades importantes
– que permanecerán en el mercado y podrán
ser usadas en productos de consumo, incluso cuando
existan alternativas más seguras. Los grupos
instan a los parlamentarios a que fortalezcan la
propuesta REACH cuando se produzca la votación
a mediados de diciembre.
La pasada noche, los negociadores
del Parlamento aceptaron un trato que simplemente
maquilla la ya defectuosa propuesta del Consejo
relativa al “control adecuado” de las sustancias.
Este enfoque, liderado por la industria química,
está fundado en la idea de que nuestra exposición
a sustancias químicas peligrosas puede ser
controlada de forma que no suponga un daño
para la salud y el medio ambiente. Este argumento
ha sido rechazado por numerosos estudios que demuestran
que las sustancias químicas peligrosas industriales,
empleadas en los productos de consumo, están
ampliamente distribuidas en el polvo de la casa,
en la lluvia, en la fauna, en nuestra propia sangre
y en los fetos.
El acuerdo confirma la postura
del Consejo de diciembre pasado según el
cual la sustitución afectará a los
sustancias químicas persistentes y bioacumulativas.
También permitirá a los ciudadanos
solicitar información sobre la presencia
de una serie de sustancias químicas peligrosas
en los productos.
Las organizaciones instan a los
Miembros del Parlamento Europeo a resolver las lagunas
que puedan permitir a las compañías
químicas continuar usando sustancias muy
peligrosas incluso cuando existan alternativas más
seguras. La decisión de que los planes de
sustitución se lleven a cabo sólo
cuando los propios solicitantes hayan identificado
una alternativa más segura es un incentivo
claro para que las compañías químicas
continúen ignorando dichas alternativas.
REACH fue concebido originalmente
para eliminar las lagunas en el desconocimiento
sobre sustancias químicas y para establecer
un sistema eficaz y coherente para la gestión
de las mismas. Sin embargo, con miles de químicos
todavía exentos de requisitos informativos
relativos a la salud y la seguridad, y sin una sustitución
sistemática para aquellas sustancias de alto
riesgo, la escasa ambición del compromiso
alcanzado no proporcionará una mejora real
en la legislación vigente. Con un acuerdo
sobre REACH que no garantiza la protección
de la salud humana y del medio ambiente, Europa
ha perdido la oportunidad de liderar la batalla
por unas sustancias químicas más seguras,
además de provocar una merma de la confianza
pública en la industria química y
en los legisladores europeos.
Artículo: Edith Verhoestrate