26
marzo 2007 - DF, México — La Secretaría
de Salud busca autorizar las variedades transgénicas
y experimentales de arroz de la empresa Bayer,
para que puedan ser comercializadas sin restricciones
en México, advirtió la organización
ambientalista Greenpeace México.
En un comunicado de prensa,
la Secretaría de Salud reconoce que variedades
de arroz ilegales han ingresado al país,
pero asegura que son “inocuas” y no conllevan
riesgos a la salud. Para afirmar esto, se basa
en la aprobación fast track que hizo
la Federal and Drug Administration (FDA) cuando
se descubrió la contaminación
en Estados Unidos y en supuestos análisis
de riesgo llevados a cabo por la Comisión
Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris).
“Estamos sorprendidos por
el cinismo de las autoridades: la Secretaría
responsable de la salud de los mexicanos no
puede dar por válidos los resultados
de inocuidad de la FDA, especialmente porque
esta instancia legalizó el arroz para
tratar de acallar el escándalo que provocó
la contaminación. Resulta escandaloso
que las autoridades mexicanas avalen y pretendan
legalizar los arroces transgénicos que
se fugaron de campos experimentales, para responder
al interés comercial de Estados Unidos,
en lugar de cumplir con la ley y protegernos”,
dijo Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña
de transgénicos de Greenpeace.
Salud dice que la Cofepris
“realizó la evaluación y análisis
de riesgo de ese cereal, con el resultado de
que el arroz introducido al país no conlleva
riesgos a la salud”.
“Exigimos a la autoridad especificar
cuándo, dónde, cómo y con
qué protocolo realizaron sus pruebas
y en qué embarques, además de
que exigimos saber cómo se monitoreó
tan rápidamente que no conllevan riesgos
a la salud. Esa información es de interés
público. Sus afirmaciones son asombrosas,
pues ni siquiera Bayer se ha atrevido a afirmar
que sus arroces experimentales son seguros.
Es necesario saber bajo qué argumentos
científicos la Secretaría de Salud
se está basando para asegurar que “no
conllevan riesgos a la salud””, dijo Ampugnani.
Es preciso puntualizar que
el arroz norteamericano está contaminado
por al menos 4 eventos transgénicos distintos:
el LL601, el LL62, el LL06 y la LL604, todos
de la farmaceútica Bayer, todos experimentales
que no se siembran de manera comercial en Estados
Unidos. Ninguno de estos arroces ha sido autorizado
para consumo humano en México, por tanto
su comercio es ilegal.
Además, Greenpeace
demanda a las autoridades que aclaren bajo qué
criterios se está revisando el arroz
que entra al país y qué umbrales
de detección se manejan para permitir
o rechazar un cargamento. El arroz que se importa
debe acreditar la no presencia de transgénicos
bajo umbrales estrictos de detección
(0.01%). Estos umbrales fueron acordados por
el Departamento de Agricultura de Estados Unidos,
la Unión Europea y la empresa Bayer para
detectar la presencia de las variedades LL601
y LL62 (1) en las ventas a Europa.
“La tardía y equivocada
reacción de las autoridades en el caso
del arroz transgénico ejemplifica lo
que podría suceder a partir de 1 de enero
de 2008 cuando se permita la importación
sin restricciones de granos básicos desde
Estados Unidos: entrará maíz transgénico
a mansalva, lo que representa una amenaza seria
de contaminación y un riesgo a la salud
de las personas”, concluyó Ampugnani.
+ Más
Detectan otro transgénico
prohibido en el arroz
23 marzo 2007 - Ciudad de
México, México — El arroz estadounidense
está cada vez peor. En un comunicado,
el Servicio de Inspección Sanitaria de
Plantas y Animales de Estados Unidos (APHIS,
en inglés) informa que el arroz convencional
Clearfield 131 está contaminado con el
transgénico experimental LL604 de la
farmacéutica Bayer.
El 4 de marzo pasado, el APHIS,
perteneciente al Departamento de Agricultura
de Estados Unidos, anunció que ese arroz,
de la empresa Basf, estaba contaminado con un
transgénico desconocido. Este reporte
fue confirmado por un documento oficial del
9 de marzo en el que la misma dependencia prohibió
sembrar la semilla afectada por esa contaminación.
Hoy se sabe que el responsable de esa contaminación
fue el transgénico experimental LL604,
que no tiene autorización de ser comercializado
en Estados Unidos.
“De nuevo se confirma que
los transgénicos no se pueden controlar
una vez que son liberados al ambiente. Lo único
seguro sobre ellos es que se escapan de los
campos experimentales y contaminan los granos
que nos comemos. Esto pasará en México
si se autoriza la siembra experimental de maíz
transgénico en el norte del país”,
declaró Gustavo Ampugnani, coordinador
de la campaña de transgénicos
de Greenpeace México.
Con el LL604 ya suman cuatro
los transgénicos experimentales que contaminaron
el arroz que Estados Unidos exporta al mundo.
Los otros tres son el LL601, LL06 y LL62, todos
de la empresa Bayer. Estos cuatro transgénicos
de arroz son ilegales en México.
“Es altamente probable que
este transgénico también haya
ingresado en la cadena de comercialización
de arroz en nuestro país y esté
a la venta en los supermercados. Reiteramos
a la Secretaría de Salud debe dar la
cara a la sociedad ante esta situación,
retirar del mercado el producto contaminado
y no pretender legalizar todas estas variedades
para dar carpetazo a este escándalo”,
demandó Ampugnani.
¿Qué son los transgénicos?
Los transgénicos son nuevas formas de
vida creadas en laboratorio con una técnica
que permite alterar la estructura molecular
del alimento insertando genes ajenos (de bacterias,
otras plantas o incluso de animales). Por ejemplo,
el maíz transgénico que México
importa de Estados Unidos contiene genes de
una bacteria que le hace producir una sustancia
insecticida, característica que el maíz
nunca tendría de manera natural. El problema
es que hasta la fecha no se han estudiado los
efectos a largo plazo del consumo de transgénicos.
Lo que se ha documentado es el riesgo de contaminación
para las especies nativas por el cultivo de
transgénicos, lo cual entraña
graves amenazas para la riqueza biológica
del maíz mexicano y para millones de
campesinos. Más información.
Llega a Veracruz barco con
arroz estadounidense
20 marzo 2007 - Ciudad de
México, México — Esta mañana
llegó al Puerto de Veracruz el barco
Gulf Wind (Viento del Golfo), cargado con 35
mil toneladas de granos, entre ellos arroz que
muy posiblemente está contaminado con
el transgénico LL601, de la compañía
farmacéutica Bayer. El gobierno mexicano
guarda silencio.
“Queremos saber qué
va a pasar con el barco cargado con arroz que
está en Veracruz. Las autoridades deben
impedir que el Gulf Wind desembarque sus granos
mientras no garantice estar libre de transgénicos,
tal como establece el oficio enviado hace una
semana por el Servicio Nacional de Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica)”,
exigió Gustavo Ampugnani, coordinador
de la campaña de transgénico de
Greenpeace México.
Según los oficios-circulares
0002 del Senasica y el SOO/00095/2007 de la
Comisión Federal para la Prevención
contra el Riesgo Sanitario (Cofepris) -ambos
fechados la semana pasada-, todo transgénico
que se importe al país debe contar con
la autorización de la Secretaría
de Salud. Además, dado que el arroz transgénico
es ilegal en México, quien pretenda importar
este cereal de Estados Unidos debe certificar
mediante laboratorio reconocido internacionalmente
que se encuentra libre de transgénicos.
El transgénico LL601 no estaba autorizado
para consumo humano; fue hasta que se descubrió
la contaminación del arroz estadounidense
que se otorgó dicha autorización,
la cual sólo está vigente en Estados
Unidos. Aunque ese cereal debería permanecer
en territorio estadounidense, se permitió
su entrada a México sin ningún
control.
El barco, procedente de Estados Unidos, está
fondeado frente a la ciudad de Veracruz y se
espera su ingreso a puerto en la tarde de este
día o mañana. Con este embarque
se pondrá a prueba qué tanto el
gobierno mexicano cumple con las medidas precautorias
que puso en marcha silenciosamente la semana
pasada y que impidieron la entrada de arroz
transgénico al país. Hasta la
fecha, el gobierno mexicano sigue sin hacer
pública su postura frente al arroz transgénico.
“Además, el gobierno
mexicano no debe intentar legalizar un producto
que es rechazado internacionalmente por los
riesgos que presenta para la salud de las personas”,
concluyó Ampugnani.