LA
PESADILLA RECIÉN COMIENZA
01 junio 2007 - SANTIAGO,
Chile — La opinión pública ha
sido testigo del derrame de 350 metros cúbicos
de petróleo originado por ENAP que
contamina la bahía de San Vicente,
VIII Región. Hasta el momento, la mancha
negra se ha extendido 4 kilómetros
y está afectando a Punta Hualpén
y Lenga, en pleno Santuario de la Naturaleza.
30 de Mayo de 2007.- La
opinión pública ha sido testigo
del derrame de 350 metros cúbicos de
petróleo originado por ENAP que contamina
la bahía de San Vicente, VIII Región.
Hasta el momento, la mancha negra se ha extendido
4 kilómetros y está afectando
a Punta Hualpén y Lenga, en pleno Santuario
de la Naturaleza. Lamentablemente, el viento
del noroeste que sopló desde la mañana
hizo derivar el crudo hacia ese sector, situación
alertada por los mismos buzos y pescadores
al comienzo de la presente semana.
Si bien se están
desarrollando labores de limpieza, existe
una alta preocupación por el efecto
al ecosistema, a los animales y el trabajo
local de los pescadores. Por el momento, se
está realizando una investigación
de oficio iniciada por el Ministerio Público
para determinar si hay delito en el derrame
de petróleo y eventualmente, de ser
así, determinar responsabilidades.
Greenpeace Chile, que actualmente
está trabajando en una Campaña
por la Defensa de los Océanos, declara
públicamente que el impacto al medio
ambiente es imposible de cuantificar ni económica
ni ambientalmente. Dicha situación
es preocupante para la fauna que permanece
en el lugar, particularmente para especies
como lobos marinos, pelícanos, cormoranes
y gaviotas y pingüinos, las que se zambullen
en las ahora contaminadas aguas para conseguir
su alimento.
Lamentablemente, el derrame
en la VIII Región es uno más
de una serie de casos asociados a “accidentes”,
donde la industria petrolera sigue transportando
hidrocarburos de forma insegura con el fin
de minimizar costos. Lejos de tener que hacer
frente a los enormes costos medioambientales,
sociales y económicos que genera, esta
industria sólo tiene que asumir una
pequeña parte de los daños que
ocasiona. Mientras para ellos siga siendo
así de barato contaminar, no habrá
ningún incentivo para mejorar su seguridad.
Efectos sobre el medio ambiente
El impacto ecológico
de un derrame de petróleo incluye efectos
a corto como, mediano y largo plazo. Las investigaciones
realizadas tras otros accidentes de estas
características muestran que la recuperación
de los ecosistemas afectados puede llevar
muchos años. Y no debemos olvidar que
estos costos ecológicos se traducen
de forma directa en costos económicos,
sociales y culturales dramáticos. Actualmente,
la responsabilidad en caso de un accidente
con contaminación por hidrocarburos
está regulada por dos mecanismos internacionales
establecidos en el seno de la Organización
Marítima Internacional (OMI). Pero
al parecer, poco se sabe de su aplicación.
En general, se estima que
cada tonelada de petróleo se extiende
sobre una superficie oceánica de 12
km2. Cuando se produce una marea negra, el
hidrocarburo vertido en la superficie del
mar se extiende inmediatamente y de manera
impredecible. Manchas espesas y grumos entremezclados
con finas capas oleosas se distribuyen tanto
por la superficie como por el fondo marino
dependiendo de varios factores: la velocidad
y el rumbo de la corriente, la velocidad y
dirección del viento y el sistema de
olas.
A los efectos a corto plazo
derivados de la toxicidad aguda del combustible
y de sus efectos físicos sobre el sustrato
y la penetración de la luz, les seguirán
otros efectos a más largo plazo, relacionados
con la alteración de la estructura
y dinámica del sistema, de muy difícil
predicción cuantitativa y muy relevantes
desde el punto de vista ecológico y
económico. Las características
persistentes y bioacumulativas de algunos
de los componentes del fuel oil causante de
esta marea negra hacen sospechar la posibilidad
de que éstos permanezcan en la cadena
trófica durante generaciones.
La falta de luz provocada
por la película de fuel oil reduce
el aporte de oxígeno al ecosistema
marino. Además, estas manchas contaminan
o matan al plancton, formado por multitud
de pequeños organismos que viven cerca
de la superficie y que constituyen la base
de toda la cadena alimentaria.
El petróleo mata:
un nuevo modelo energético es posible
Además de los impactos
derivados de las mareas negras, vertidos y
accidentes, el uso del petróleo no
tiene sólo efectos sobre el medio ambiente
local, sino que sus implicaciones van más
allá. El uso de este combustible, junto
con el carbón y el gas, está
intensificando el cambio climático
con impactos en todos los ecosistemas del
planeta.
Alrededor de 3.000 expertos
internacionales sobre el cambio climático
prevén severos impactos sobre los ecosistemas
marinos oceánicos, así como
un aumento del nivel del mar de entre 8 y
90 cm durante el próximo siglo. Éste
tiene impactos directos sobre la economía
de las poblaciones que viven y desarrollan
sus actividades en zonas costeras.
Disponemos de energías
renovables suficientemente desarrolladas que,
junto con medidas de ahorro y eficiencia,
harían posible superar nuestra dependencia
del petróleo, el carbón y el
gas, que tantos problemas están generando
en el medio ambiente local y planetario, sobre
la salud y la economía. Estudios realizados
por Greenpeace indican que si a nivel mundial
ahora se adoptan las energías limpias
y renovables se podría satisfacer el
50% de la demanda de energía para el
2050, mejorando la calidad de vida, disminuyendo
la pobreza y colaborando con el medio ambiente.
No podemos consentir más
mareas negras. Para ello es imprescindible
que el transporte de hidrocarburos y otras
sustancias peligrosas cumpla como mínimo
los siguientes requisitos:
1. Responsabilidad ilimitada
a lo largo de toda la cadena, incluyendo a
los dueños de la carga (compañías
petroleras), los armadores, administradores
y operarios de los barcos de transporte y
de las empresas asociadas. De esta forma se
asegurará una compensación completa
a las víctimas de los accidentes en
el mar.
2. Prohibición del
transporte de mercancías peligrosas
en buques monocasco, incluido el petróleo
y todos sus derivados.
3. Exclusión de las
Áreas Marinas Especialmente Sensibles
de las rutas de navegación de petroleros.
4. Redefinición de
las competencias en materia de protección
y conservación del medio marítimo-costero
para garantizar una respuesta inmediata y
una gestión eficaz, con predominio
de la salvaguarda del medio ambiente frente
a intereses comerciales o corporativos y capacidad
para movilizar todos los recursos disponibles,
con representación de la sociedad.
5. Exigencia a los puertos
y a las compañías petroleras
de planes de descontaminación suficientes
para hacer frente a la contaminación
provocada por las sustancias transportadas,
cargadas, descargadas o manipuladas, en caso
de accidente.
+ Más
GREENPEACE OTORGA PREMIO
“CONDORAZO AMBIENTAL” A SERGIO BITAR POR APOYAR
LA ENERGÍA NUCLEAR EN CHILE
“Premiación” se realiza
en el marco del Día Mundial del Medio
Ambiente.
05 junio 2007 - Santiago,
Chile — 04 de Junio del 2007.- Ante el debate
público que ha originado el apoyo directo
del Presidente del Partido por la Democracia,
Sergio Bitar, al impulso y desarrollo de la
energía nuclear en Chile, Greenpeace
hizo entrega en las dependencias del partido
del premio “Condorazo Ambiental 2007”, “reconocimiento”
que la organización entrega en el marco
del Día Mundial del Medio Ambiente.
Santiago, 04 de Junio del
2007.- Ante el debate público que ha
originado el apoyo directo del Presidente
del Partido por la Democracia, Sergio Bitar,
al impulso y desarrollo de la energía
nuclear en Chile, Greenpeace hizo entrega
en las dependencias del partido del premio
“Condorazo Ambiental 2007”, “reconocimiento”
que la organización entrega en el marco
del Día Mundial del Medio Ambiente.
En la ocasión, Greenpeace fue acompañado
por el dueño de la Planta Nuclear de
Springfield, Mr. Burns (de la serie animada
The Simpsons), quien entregó un maletín
con dinero a su socio estratégico Bitar,
para dar a conocer la felicidad que siente
por tan incondicional apoyo.
Greenpeace rechaza absolutamente
que un personero político impulse públicamente
en cada ocasión que se presente el
desarrollo de este tipo de energía.
A juicio del Director Ejecutivo de Greenpeace
Rodrigo Herrera “El señor Bitar no
entiende que en Chile es imposible desarrollar
la opción nuclear por un tema de costos,
tecnología, seguridad y horizonte de
factibilidad de dichos proyectos. Pese a todo
esto, es capaz de involucrar públicamente
a los casi 100.000 militantes del PPD y -en
nombre de ellos- apoyar una opción
que no tiene sentido. Por tal motivo, es absoluto
merecedor del premio que otorga nuestra organización”.
Las decisiones en torno
a construir una planta nuclear en Chile o
enfrentar una posible crisis energética
con esta opción, constituyen definitivamente
un falso dilema. La energía nuclear
es un problema, no es una solución:
ES SUCIA: Deja cientos de toneladas de desechos.
ES CARA: La construcción
de un reactor nuclear de 1000 MW cuesta entre
2 a 3 mil millones de dólares, es decir
unos 2000 dólares por kW comparados
con los 1300 dólares que se necesitan
actualmente para la instalación de
generadores eólicos.
ES INEFICIENTE: Sólo
el 22% de la energía producida llega
al utilizador final.
SOCAVA ALTERNATIVAS LIMPIAS:
Cada peso utilizado en la energía nuclear
es un peso que no se utiliza en energía
limpia y sustentable.
ES CONTAMINANTE: Cada día
las plantas nucleares emiten contaminación
radioactiva en la atmósfera y el agua.
ES DAÑINA PARA LA
SALUD DE LAS PERSONAS: Una ínfima partícula
de plutonio puede causar cáncer, defectos
genéticos y otras enfermedades graves.
ES PELIGROSA: Un accidente
o un ataque terrorista a una central nuclear
o a elementos radioactivos transportados,
podría ocasionar la muerte y la evacuación
forzada de miles de personas. En un país
sísmico como Chile, no existen garantías
para desarrollar la energía nuclear.
CREA INESTABILIDAD CON LOS
PAÍSES VECINOS: El combustible utilizado
puede ser readaptado para hacer bombas radioactivas
sucias y aún bombas nucleares.
NO CREA MÁS PUESTOS
DE TRABAJO: La industria nuclear crea apenas
75 puestos de trabajo por TWh mientras que
la energía eólica puede producir
2400 y la biomasa más de 5000 puestos
de trabajo.
Chile, que ha sido un ejemplo
mundial defendiendo a sus ciudadanos y su
mar territorial frente al peligro del transporte
internacional de desechos radioactivos y de
posibles basureros nucleares cercanos a nuestras
fronteras, está siendo vulnerado frente
al impulso de autoridades políticas
que apoyan esta opción. Qué
mejor entonces para la industria nuclear que
comenzar una discusión inútil
en el país, haciendo creer que ésta
es una opción válida para el
futuro.
Greenpeace espera que en
el Día Mundial del Medio Ambiente,
realmente todos los chilenos elevemos nuestras
conciencias en términos de educarnos
e informarnos ambientalmente, exigiendo a
las autoridades redoblar sus esfuerzos para
que podamos en conjunto celebrar este día
como corresponde.