El
buque Rainbow Warrior pone rumbo a Ibiza en
su campaña “Recuperemos el Mediterráneo”
13 julio 2007 - Ibiza, España — La
organización ecologista Greenpeace
presentó en la mañana de ayer
una denuncia ante la fiscalía de Baleares
contra la empresa Iscomar, propietaria de
buque Don Pedro causante del vertido de una
cantidad indeterminada de combustible en las
costas de Ibiza, y que ha obligado hasta el
momento al cierre de tres playas ibicencas.
Greenpeace considera que se ha podido producir
un delito ecológico por vertido de
sustancias tóxicas al medio ambiente
(art. 325 del Código Penal) del que
responsabiliza a Iscomar.
Por otro lado el buque Rainbow
Warrior se dirige hacia Ibiza para continuar
con su denuncia contra la degradación
del Mediterráneo por los vertidos de
hidrocarburos. El pasado lunes Greenpeace
denunció en la presentación
de la campaña “Recuperemos el Mediterráneo”
que este mar recibe anualmente entre 100.000
y 150.000 toneladas de productos petrolíferos
que degradan el medio y destruyen la biodiversidad.
En la denuncia presentada
ayer Greenpeace manifiesta que:
“Es por ello que entendiendo
Greenpeace-España que dicha situación
no debe quedar en la impunidad que viene produciéndose
en los atentados ambientales, pone los hechos
en conocimiento de esa Fiscalía para
que investigue los mismos y depure las esponsabilidades
a que haya lugar, dado que éstos podrían
ser presuntamente constitutivos de los delitos
previstos y penados en el artículo
325 del Código Penal (al haberse producido
un vertido de sustancias tóxicas),
todo ello sin perjuicio de una ulterior calificación
conforme se desprenda de la investigación
de los hechos que se consignan en el presente
escrito.
Asimismo deberá investigarse
la situación de los buques de esta
Compañía “Iscomar” en evitación
de posibles situaciones como la producida,
así como la comprobación de
que los mismos reúnen los requisitos
necesarios conforme a la legalidad vigente
para garantizar la seguridad marítima
y la normativa de protección ambiental
referida al medio marino.”
"Esta nueva agresión
contra el Mediterráneo no debería
quedar impune. vamos a hacer todo lo posible
para que los responsables asuman las consecuencias
de este vertido", ha declarado Juan López
de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace
España.
+ Más
ACCIÓN.- Activistas
de Greenpeace desembarcan desde el Rainbow
Warrior en el hotel ilegal del Algarrobico
para exigir su demolición
12 julio 2007 - Algarrobico,
España — El macrohotel de 411 habitaciones
y más de 20 plantas, dentro del Parque
Natural Cabo de Gata-Níjar, ha seguido
construyéndose a pesar de la paralización
cautelar decretada por la Justicia.
A las 6.30 de la mañana
una treintena de activistas, acompañados
por el buque Rainbow Warrior de la organización
ecologista Greenpeace, han comenzado una acción
de protesta en el hotel que la empresa Azata
del Sol continúa construyendo en la
playa de El Algarrobico (Carboneras), a pesar
de que el Juzgado nº2 de lo contencioso-administrativo
de Almería decretó la paralización
cautelar de las obras en febrero de 2006.
Los activistas han comenzado
a pintar en toda la fachada del hotel el mensaje
“HOTEL ILEGAL”. La pintada gigante, con letras
de tres pisos de altura, ocupa una superficie
de 1.200 metros cuadrados e incluye ventanas
y balcones. Mientras, el Rainbow Warrior permanece
fondeado frente a la playa de El Algarrobico
y varias lanchas de Greenpeace han recorrido
las aguas de este tramo de costa protegida
portando pancartas con el mensaje “HOTEL ILEGAL.
DEMOLICIÓN” y “RECUPEREMOS EL MEDITERRÁNEO”.
Greenpeace viene denunciando
la falta de acuerdo entre las administraciones
central y autonómica para acabar con
este símbolo de la destrucción
de las costas mediterráneas como una
de las principales causas de que el hotel
ilegal no haya sido demolido todavía.
La construcción del hotel se encuentra
en estos momentos terminada en su exterior
y a falta de unos pocos detalles en el interior.
“Han pasado dos años
desde nuestra primera denuncia. A pesar de
los compromisos
expresados tanto por la Ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, como el presidente
de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves,
asegurando que el hotel se demolería,
las obras han seguido adelante este tiempo
y nada hace pensar que el hotel vaya a desaparecer
de esta playa” ha declarado María José
Caballero, responsable de la Campaña
de Océanos de Greenpeace desde la playa
del Algarrobico.
Greenpeace considera culpables
a todas las administraciones implicadas. La
falta de coordinación entre la Junta
de Andalucía y el Ministerio de Medio
Ambiente ha sido clave para permitir que el
hotel permanezca en pie. A pesar de haber
una confluencia de competencias, estas dos
administraciones no han trabajado conjuntamente
y el resultado ha sido un perjuicio claro
tanto para el medio ambiente como para los
ciudadanos.
A día de hoy, el
Ministerio de Medio Ambiente sigue adelante
con el dilatado proceso de expropiación
de los terrenos ocupados ilegalmente por el
hotel y sin llegar a un acuerdo con la empresa
constructora, Azata, que, además, se
ha embarcado en numerosas causas judiciales
para dilatar el asunto y poder pedir mayores
reclamaciones.
“Cada vez que uno mira este
macrohotel se da cuenta de que las administraciones
ambientales no están demostrando a
los ciudadanos que se toman en serio su trabajo.
Ha llegado el momento de pasar a la acción”
añadió Caballero.