El
fin de los incendios para la expansión
agrícola en Brasil es vital para mejorar
la protección de los bosques primarios
25 julio 2007 - España
— Coincidiendo con el primer aniversario de
la entrada en vigor de la moratoria sobre
el comercio de soja procedente de nuevas deforestaciones
en la Amazonia, Greenpeace y un grupo de distribuidores
alimentarios han reiterado su respaldo a esta
normativa como un factor significativo a la
hora de proteger los bosques (1).
Es un hecho que la moratoria
apoyada por la industria ha tenido un impacto
positivo a la hora de frenar la deforestación
sumado a que los beneficios del cultivo de
soja han caído en este último
año. En el estado de Mato Grosso (Brasil),
donde se sitúa una de las fronteras
de la expansión del cultivo de soja,
se ha reducido la deforestación con
respecto al año anterior en un 40%,
entre agosto de 2006, cuando se produjo la
moratoria, hasta mayo de 2007 (2).
Asimismo, en el estado brasileño
de Pará se ha empleado un 41% menos
de tierras (unas 30.000 hectáreas)
para plantar soja desde la aprobación
de la moratoria, lo que supone un descenso
mayor a la media nacional, situada en el 9,3%
(3).
“Se puede conseguir mucho
cuando la industria se toma sus responsabilidades
en serio. La protección de los bosques
a través de la moratoria sobre soja
amazónica ha mostrado en poco tiempo
resultados prometedores pero debe convertirse
en permanente e irreversible. Necesitamos
que todos los sectores de la industria agrícola
adopte iniciativas similares”, ha afirmado
Paulo Adario, coordinador de Greenpeace para
la Amazonia.
En los últimos cuarenta
años la Amazonia ha perdido 700.000
kilómetros cuadrados de bosque, más
del 17% de su superficie. “Es absurdo que
la mayoría de los cultivos y granjas
en la Amazonia no estén registradas
ni cartografiadas. Esto hace imposible el
control gubernamental de lo que ocurre en
estas áreas”, ha añadido.
En consonancia con los objetivos
de la moratoria, el Gobierno de Brasil se
ha comprometido a llevar un registro de los
propietarios de terrenos en la Amazonia y
del status legal de sus propiedades, algo
que será clave para una aplicación
efectiva de las leyes de protección
medioambiental, especialmente en las zonas
donde se cultiva soja.
Desde McDonald`s se reconoce
que “no hay tiempo que perder para proteger
la Amazonia. El primer año de esta
moratoria ha mostrado progresos y pasos positivos
y estamos comprometidos a asegurar que este
trabajo continuará. La moratoria de
dos años deberá ampliarse hasta
asegurar que las medidas han sido implementadas”.
(4)
NOTAS:
(1)La moratoria fue anunciada por la industria
de la soja el 24 de julio de 2006 después
de que Greenpeace y comunidades locales de
Santarem expusieran cómo su cultivo
se había convertido en una gran amenaza
para la Amazonia.
(2) Forest Tansparency Bulletin
for the State of Mato Grosso N 07, SAD (Deforestation
Alert System), IMAZON (Brazilian non-profit
research institution), May 2007.
(3) CONAB (Compañía
Nacional de Suministros), Safra Brasileira,
julio 2007. En otras partes de la Amazonia,
en las que la moratoria no se ha aplicado,
el descenso en las plantaciones de soja ha
sido significativamente menor. En Mato Grosso,
por ejemplo, la reducción fue del 9,3%.
(4) Entre las empresas europeas
que se han comprometido públicamente
a apoyar la iniciativa se cuentan: Alpro,
ASDA (Walmart), Cadbury, Carrefour, Casa Tarradellas,
El Corte Inglés, Iceland, Lidl, Marks
& Spencer, McDonald's, Morrisons, Ritter-Sport,
Sainsbury's, Tegut, Tesco y Waitrose.