Aún se desconoce
el contenido concreto del
carguero con bandera de conveniencia panameña
encallado en la Bahía de Algeciras.
13 agosto 2007 - Internacional
— La organización ecologista Greenpeace
pide al Ministerio de Medio Ambiente y al
Ministerio de Fomento que aclare cual es el
contenido exacto del carguero New Flame, del
que hasta el momento sólo se conoce
que contiene 27.000 toneladas de “chatarra”.
La envergadura del impacto ambiental que podría
provocar el carguero en caso de hundirse,
depende en gran medida de la composición
de su carga.
"Desde Greenpeace queremos
descartar que se trata de una carga peligrosa
o que contiene sustancias tóxicas que
puedan poner en riesgo el medio ambiente.
No queremos que se repita lo que ocurrió
hace unos días con el buque Don Pedro,
que tras medio mes hundido se descubrieron
varias toneladas de baterías de coche
que son residuos considerados peligrosos por
la UE", ha declarado Sara del Río,
responsable de la campaña de tóxicos.
El traslado de cargas peligrosas
a través del estrecho de Gibraltar
es una práctica muy común. Uno
de los grandes problemas al que nos enfrentamos
es que muchos de estos barcos llevan bandera
de conveniencia, este es el caso del New Flame
que lleva bandera panameña. Según
las leyes internacionales, un país
que abandera un barco es el último
responsable sus actividades. Con el objetivo
de eludir dicho control, los armadores registran
sus barcos en países con banderas de
conveniencia, sabiendo que no ejercerán
prácticamente ningún control
sobre ellos.
Por otro lado, Greenpeace
cree que se debe comenzar inmediatamente la
extracción de combustible del carguero
para evitar cualquier contaminación
del medio ambiente.
+ Más
Tunick y Greenpeace “desnudan”
a centenares de personas en un glaciar suizo
para una "foto-instalación"
contra el cambio climático
18 agosto 2007 - Suiza,
Internacional — Centenares de personas desnudas
afrontan hoy el frío para denunciar
los impactos del cambio climático en
el Glaciar de Aletsch en los Alpes suizos.
Los voluntarios, entre ellos varios españoles,
posaron desnudos para el conocido artista
de instalaciones Spencer Tunick, que trabaja
en una colaboración extraordinaria
con Greenpeace.
La última espectacular
escultura viva de Tunick crea una conexión
simbólica entre las vidas de las personas
y los glaciares, que se retiran rápidamente
a consecuencia del cambio climático.
“ El cuerpo humano es tan
vulnerable como el glaciar que se funde”-
ha declarado Markus Allemann, Director de
Campañas de Greenpeace Suiza, -”Estas
personas desnudas afrontan el frío
de hoy porque quieren que las fuerzas políticas
y económicas tomen inmediatamente medidas
radicales y valientes para proteger nuestro
clima. Todavía estamos a tiempo, pero
se está acabando”.
Si el calentamiento global
continúa a la velocidad actual, la
mayoría de los glaciares en Suiza desaparecerán
completamente para 2080, dejando como rastro
nada más que valles y laderas cubiertas
de escombros de piedra. En los últimos
150 años, la superficie de los glaciares
alpinos se ha reducido aproximadamente una
tercera parte, su masa ha llegado a la mitad,
y este retroceso se acelera. El Glaciar de
Aletsch se retiró 115 metros en un
solo año de 2005 a 2006.[1]
En España, los glaciares
pirenaicos [2] han padecido una pérdida
de casi un 85% de su superficie entre 1894
y 2000. La extensión glaciar ha ido
disminuyendo imparablemente en estos 100 años,
acelerándose en los últimos
decenios. De mantenerse esta línea,
es previsible la extinción total de
los glaciares españoles en un período
muy breve.
Según el Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC),
sólo le quedan ocho años al
mundo para poner en práctica las medidas
urgentes necesarias para limitar los efectos
más catastróficos del cambio
climático.
“El cambio climático
requiere ya decisiones políticas rápidas
y valientes para recortar radicalmente las
emisiones de gases de efecto invernadero y
estabilizar el calentamiento global. Los gobiernos
de todo el mundo deben saber que las personas
que ellos representan esperan y les exigen
que tomen medidas adecuadas. Desde Greenpeace
esperamos que nuestra colaboración
con Spencer Tunick para crear esta escultura
viva ayude a que se genere una apuesta real
por la eficiencia y el ahorro energéticos,
las energías renovables y la protección
de los grandes bosques del planeta” ha añadido
Raquel Montón, responsable de la campaña
de cambio climático de Greenpeace España.
Conocido internacionalmente
por sus instalaciones, Spencer Tunick quiere
que las personas se den cuenta de que el cambio
global del clima no es un asunto abstracto,
sino una amenaza peligrosa que nos afecta
a todos. “Quiero que mis imágenes lleguen
más allá de la piel. Quiero
que los espectadores perciban la vulnerabilidad
de su existencia y cómo ésta
está relacionada con los glaciares
del mundo”, ha declarado.