Belize City, Belice, 27
de agosto, 2007 -- Los productores de caña
de Belice implementarán un control
biológico para detener la mosca de
la caña (Aeneolomia postica), que ha
causado severos daños a las plantaciones.
WWF Centroamérica y la Sugar Industry
Control Board de Belice (SICB),
estiman que alrededor del siete por ciento
de la cosecha fue afectada por este insecto
el año pasado, dejando pérdidas
por $2.7 millones a la industria azucarera.
En vez de usar grandes cantidades
de insecticidas, la SICB, con la asistencia
del programa de agricultura de WWF Centroamérica,
del Programa del Arrecife Mesoamericano (WWF-MAR),
accedieron a usar el hongo entomopatógeno
(Metarhizium anisopliae), como agente biológico
para combatir la mosca de la caña en
cuatro mil hectáreas de cultivos. Los
productores de Belice recibirán asesoría
y colaboración del Comité de
Producción de Caña de Azúcar
de San Rafael de Pucté, Quintana Roo,
México.
Este esfuerzo contará
con el apoyo económico de la Fundación
Summit. Se busca reducir el uso de agroquímicos
perjudiciales que son una amenaza al Sistema
del Arrecife Mesoamericano, debido a los sedimentos
y nutrientes que son transportados por las
lluvias hasta el mar. Las plantaciones de
caña de azúcar cubren 25.000
ha., siendo el principal producto agrícola
de Belice, seguido por los cítricos
y el banano.
México cuenta con
una amplia experiencia en el uso de técnicas
alternativas para el manejo y control de la
mosca de la caña en las fincas. En
agosto de 2006, productores de caña
de Belice viajaron a Quintana Roo, para obtener
información de primera mano sobre las
medidas de control, el monitoreo de las poblaciones
de la plaga y el uso del hongo en las fincas
de San Rafael de Pucté. El grupo también
visitó los laboratorios donde se produce
el hongo para venderlo a los productores para
el control de este insecto tan dañino.
Los finqueros de Belice
importarán el hongo del laboratorio
en México hasta que sean capaces de
producirlo localmente, y lo aplicarán
en cuatro mil hectáreas de agosto a
diciembre, seguido de un plan de monitoreo
para determinar la tendencia de crecimiento
de población de la plaga y hacer nuevas
aplicaciones cuando sea necesario.
El Comité de Producción
de Caña de Azúcar de San Rafael
de Pucté se ha comprometido a brindar
asistencia al sector azucarero de Belice en
la implementación de controles biológicos
en plagas como la mosca de la caña
y el barrenador, supliéndoles con precios
preferenciales el hongo Metarhizium, que elimina
el apetito de la mosca y la hace morir, y
la avispa parásita Trichogramma, que
deposita sus huevos en los huevecillos del
barrenador, destruyéndolos.
Marcos Osorio, gerente de
operaciones de campo del SICB, comenta que
“decidimos usar controles biológicos
porque nos dimos cuenta que los insecticidas
causarían un alto impacto en los ecosistemas,
además de dañar el arrecife,
y no queremos eso”. Y continúa: “La
falta de lluvias del año pasado hizo
que el número de moscas creciera considerablemente.
Al comienzo nos vimos forzados a usar químicos
para controlarla. Generalmente usamos trampas
biológicas donde capturamos alrededor
de 60 moscas por día, pero de repente
hallábamos hasta 500 moscas por trampa.
La plaga causó la pérdida de
cien mil toneladas de caña, por un
valor de tres millones de dólares.
Estamos preocupados porque no hemos tenido
mucha lluvia este año tampoco”, finalizó.
WWF Centroamérica
quiere expandir el uso de controles biológicos
a todos los países que comparten el
Arrecife Mesoamericano, que se extiende desde
el sur de la Península de Yucatán,
pasando por Guatemala y Belice, hasta las
Islas de la Bahía, en Honduras. Con
una extensión de mil kilómetros,
es el segundo arrecife más largo del
mundo y la agricultura extensiva cerca de
sus costas se está convirtiendo en
una seria amenaza para su equilibrio ecológico.
Además de la caña
de azúcar, WWF Centroamérica
está trabajando con los productores
de cítricos y de palma aceitera en
el implemento de mejores prácticas
para la agricultura. La siembra de plantas
de cobertura de suelo reduce la erosión
y el uso de herbicidas, además de mejorar
la calidad del suelo. Se realizarán
análisis para medir los nutrientes
en el suelo y así los finqueros solo
harán aplicaciones cuando los cultivos
los necesiten.
La instalación de
estaciones meteorológicas para medir
parámetros climatológicos como
velocidad del viento, humedad relativa, temperatura,
precipitación pluvial y humedad del
suelo, le dirá a los productores cuando
irrigar, reduciendo el consumo de agua. José
Vásquez, Oficial del Programa de Agricultura,
dice que “El desarrollo de un modelo para
un manejo integrado de plagas, basado en la
información recabada en las estaciones
meteorológicas, acelerará la
reducción de plaguicidas considerablemente”.
José vasquez