25 de octubre de 2007 -
Muy buenos días, tardes para todos,
a Freddy Ehlers, a los compañeros en
la mesa principal. Nuestra gratitud por el
esfuerzo que han hecho
la CAN y el PNUMA, para facilitar este encuentro
y para permitirnos este diálogo con
los colegas, con los hermanos de los países
de nuestra comunidad.
Recibimos el informe con
un mensaje de alerta, de alarma y de prioridad.
Lo recibimos con profundo respeto convencidos
del inmenso valor que tiene el documento como
un insumo de reflexión, de calificación,
de conocimiento, de fortalecimiento para que
se puedan adoptar políticas públicas
y medidas colectivas adecuadas, pero lo recibimos
sobre todo, con una señal que está
directamente asociada con la responsabilidad
nacional, regional, global, para adoptar medidas
que cambien las velocidades en la reacción
frente a la problemática que está
comprometiendo la sostenibilidad del planeta,
y que más ampliamente está poniendo
en peligro la propia supervivencia de la especie
humana en el planeta tierra.
El informe, con ese respeto
y con el sentido más constructivo,
entendemos que debe golpear la conciencia
de todos los tomadores de decisiones de la
academia, de la sociedad civil, del sector
privado, para inscribirlo en la discusión
global que se adelanta frente a las medidas
que en el planeta se tienen que adoptar, sin
dilación si queremos que nuestra especie
sobreviva.
Por eso en la misma línea
que se señalan las prioridades y los
énfasis en las notas de presentación
que hacen el Secretario General de Naciones
Unidas Ban Ki Moon, o el Sr. Achim Steiner,
el Director del PNUMA. Nosotros queremos resaltar
como, la oportunidad del documento es privilegiada,
porque llega en el momento en el que la humanidad
se está dando cuenta de que, ó
tomamos las medidas profundas, radicales,
drásticas y urgentes, ó quedará
para el análisis de la retórica
y los documentos muertos y los esfuerzos perdidos,
todo lo que la Comunidad Ambiental ha venido
luchando y construyendo a los largo de las
últimas décadas.
El informe llega cuando
a todos nos está sonando la alarma,
el informe llega cuando a la humanidad se
le está agotando el tiempo, el informe
llega cuando el apremio recorre el universo,
recorre el planeta, recorre todas las naciones
para que se tomen las medidas que son necesarias,
para garantizar la sostenibilidad de manera
global y en los escenarios nacionales.
Por eso las coincidencias
son afortunadas y constructivas y está
en nuestra responsabilidad, interpretar ese
timing de todas las decisiones y de todos
los procesos que se vienen generando simultáneamente.
Ilustro con ejemplos, el
documento aparece después de que en
la convocatoria previa a la Asamblea General
de las Naciones Unidas, el Sr. Ban Ki Moon,
convocó a los Jefes de Estado, a los
Presidentes del mundo, a los primeros Ministros
a una reflexión especial, puntual y
particular con sentido de urgencia sobre el
calentamiento global, sobre el cambio climático.
El informe aparece a las
pocas semanas, a los pocos días de
la decisión de conferir el Premio Nóbel
de la paz al pánel intergubernamental
de cambio climático, y al señor
Al Gore.
El informe llega cuando
en conjunto, estamos entendiendo que se acabaron
los minutos y que debemos generar ese cambio
de decisiones, ese cambio de medidas para
acelerar ese ritmo de rectificación,
de contención, de protección.
Por eso además de lo que se ha dicho
y de la muy buena presentación que
hizo Silvia, y de las palabras que comparto
de nuestro colega Boliviano, quiero señalar
que el informe nos debe orientar en esta región,
en nuestros países hermanos frente
al reto que tenemos en la cita de Bali, en
la reunión de las partes, para que
se logre este deseo y este anhelo que recorre
el planeta y que es particularmente urgente
que en nuestros países se pueda traducir
en unas conclusiones, y en unos consensos
y en unas medidas que interpreten y sobretodo,
como lo pide el informe, que traduzcan en
acción lo que está sucediendo
y a lo que está enfrentado el planeta.
Con esa perspectiva resulta
determinante que podamos desde Colombia compartir
con ustedes, como sentimos que nuestros países
no son victimarios, sino víctimas de
la degradación ambiental que los modelos
de desarrollo imperantes en las últimas
décadas han generado en el planeta,
requerimos levantar el conjunto y de manera
fraterna nuestra voz en los escenarios internacionales,
para que se reconozca esa condición,
para que se aceleren las medidas de ajuste
en los países más desarrollados,
para que se definan las condiciones y las
características de los apoyos que deben
recibir nuestros países, pero simultáneamente,
que agotemos todas nuestras posibilidades,
que despleguemos todos nuestros esfuerzos,
que cumplamos con todas nuestras agendas para
que nuestra voz se levante con esa perspectiva,
sí, pero revestida de la autoridad
moral que se derive de la plena responsabilidad
ambiental expresada en nuestras acciones locales
y en nuestras acciones de gobierno.
En ese camino, el informe
GEO-4, valida y motiva. Valida caminos de
acción y motiva a afinar, precisar
y en algunos casos reforzar algunos énfasis,
de tal suerte que en cada uno de los temas
resulta particularmente relevante para nuestra
región, podamos ahondar en lo que al
nivel nacional venimos haciendo frente a la
urbanización no planificada, frente
a las amenazas, a la biodiversidad y a la
riqueza inmensa que tienen nuestros países
en este campo, frente a la degradación
costera y a la contaminación marina
y frente a la vulnerabilidad al cambio climático.
Que simultáneamente
revisemos los esquemas de incremento de eficiencia
de las medidas y las acciones locales, y logremos
aumentar la masa crítica del compromiso
en los distintos sectores de nuestras sociedades,
para que no se nos quede el GEO-4, y nos se
nos quede sus recomendaciones como lo señalaba
mi antecesor en el uso de la palabra, en la
esfera de los tomadores de decisiones oficiales,
o en la esfera de la militancia ambiental
o de la comunidad ambiental, sino para que
logremos el involucramiento pleno de los distintos
estamentos de nuestra sociedad.
Para estar dentro del tiempo
que se me ha conferido , quisiera terminar
señalando cómo encuentro en
el documento, una formidable oportunidad y
una invitación para que estrechemos
la cooperación, el entendimiento y
el trabajo regional y para que a propósito
de esta convocatoria y de esta reunión
por la tele conferencia que hoy sostenemos,
podamos potenciar nuestro apoyo, y nuestro
compromiso y nuestro vínculo con la
comunidad andina, para que a través
de la propia Comunidad, estos lazos de cooperación,
de conocimientos compartidos, de asistencias
entre nuestros países hermanos se puedan
fortalecer.
Sabemos además del
compromiso personal y de la larga trayectoria
de Fredy Ehlers, en materia ambiental, y lo
decimos porque el GEO-4 en su clamor, lo que
indica es que en lo local tenemos que agotar
nuestros esfuerzos, pero que solos, en cada
uno de los países no somos capaces
de garantizar ni el momento, ni el impacto,
ni la fortaleza en las voces, para adoptar
los correctivos que respondan a las urgencias
de la hora.
Creo que quienes estamos
participando de esta conferencia en los países
hermanos, en la Comunidad al recibir el informe,
aceptamos una suerte de pagaré, aceptamos
un compromiso frente al cual a la vuelta de
unos años nuestros hijos, en nuestros
países, en nuestras naciones, en nuestros
pueblos, se nos tomará la lección
y la cuenta que hicieron los tomadores de
desiciones, que hicieron las autoridades responsables
del sector ambiental y de las decisiones ambientales
en el año 2007, cuando sucedieron todos
los episodios a los que hemos hecho referencia
y qué hicieron con el informe que a
todos les entregamos.
Creo que es en la acción
constructiva sobre estos ejes, cuyo enfoque
compartimos, como podemos honrar la inmensidad
de las responsabilidades que nos han sido
conferidas.
Les agradecemos mucho la
invitación para que podamos estar aquí,
mis compañeros de gobierno, mis compañeros
de equipo, nuestros compañeros de las
organizaciones multilaterales, todos comprometidos
con el buen suceso de estas causas, muchas
gracias.