Madrid
- WWF/Adena lamenta las cuantiosas pérdidas
materiales y humanas ocasionadas por las lluvias
torrenciales en Alicante y hace un llamamiento
a la Generalitat Valenciana para que revise
los planes de ordenación urbanística
del litoral con el fin de evitar que se repitan
en un futuro los impactos de las avenidas.
Las dramáticas consecuencias
de las intensas precipitaciones que asolaron
el litoral alicantino durante la pasada semana
ponen de manifiesto, una vez más, la
necesidad de desarrollar y aplicar políticas
efectivas de ordenación territorial
que minimicen el impacto de las lluvias torrenciales.
Este tipo de lluvias son
habituales en esta época del año
debido al fenómeno de carácter
natural de la llamada “gota fría” que
afecta principalmente, a la costa mediterránea.
Los ecosistemas naturales asociados al litoral
y a los ríos y barrancos mediterráneos
constituyen un elemento fundamental de protección
frente a inundaciones ya que cumplen una función
amortiguadora por su elevada capacidad de
infiltración de las aguas.
Sin embargo, la ocupación
del litoral, de los barrancos y ramblas sufrida
en los últimos años para la
construcción de viviendas o infraestructuras,
ha destruido los ecosistemas naturales capaces
de paliar los efectos de las avenidas, como
riberas, humedales, saladares o llanuras de
inundación.
Los Planes Generales de
Ordenación Urbana que aprueban los
Ayuntamientos y en última instancia
la Generalitat Valenciana, así como
la insuficiente aplicación de la Ley
de Regulación de Actividad Urbanística
(LRAU) de 1994, han llevado a la Generalitat
Valenciana a ser un mal ejemplo para toda
la Unión Europea, contando con numerosas
denuncias de grupos conservacionistas y de
la propia Comisión Europea.
La Generalitat Valenciana
reconoce la existencia de cientos de miles
de viviendas construidas en zonas calificadas
como “inundables” sin embargo, según
WWF/Adena, no sólo no asume su responsabilidad
si no que ha acusado al Ministerio de Medio
Ambiente como responsable de la catástrofe
por no mantener los “cauces limpios”. WWF/Adena
recuerda, tal y como se ha puesto de manifiesto
en el II Seminario Internacional de Restauración
de Ríos, celebrado esta semana en Madrid,
que la vegetación natural asociada
a los cauces constituyen un elemento esencial
de protección y no es, en ningún
modo, la responsable de los efectos de las
inundaciones.
Según Nuria Moreno,
portavoz del Grupo de Alicante de WWF/Adena,
“la única manera de revertir esta situación
es impulsar un profundo cambio en la política
de ordenación territorial, diseñando
estrategias para proteger y conservar el dominio
público hidráulico y el costero.
La Generalitat Valenciana no puede continuar
anunciando planes millonarios para paliar
los efectos de posibles avenidas, mientras
continúa permitiendo la construcción
en zonas inundables.”
WWF/Adena insiste además
en que la Generalitat Valenciana invierta
mayores esfuerzos en la aplicación
efectiva con criterio de sostenibilidad de
la legislación vigente y en la necesidad
de que las administraciones locales no se
comprometan a legalizar, con fines electorales,
en los próximos Planes Generales de
ordenación Urbanística las viviendas
construidas en el dominio público hidráulico
o costero.
Artículo: Lourdes Hernández