15 noviembre
2007 - Buenos Aires, Argentina — Greenpeace
reclamó la inclusión de la moratoria
en la votación en particular. El Senado
Nacional aprobó ayer en general la
ley de Presupuestos Mínimos para la
Protección de los Bosques Nativos.
Greenpeace reclamó que se garantice
la moratoria para detener los desmontes en
la votación en particular que tendrá
lugar la semana próxima.
La Ley de Bosques fue aprobada
ayer en general y el tratamiento en particular
pasó para la semana próxima
debido a la fuerte presión ejercida
por el lobby sojero de las provincias del
Norte que intentó hasta última
hora desvirtuar la moratoria que detiene los
desmontes.
“La decisión de no
aprobar por completo la ley demuestra las
fuertes diferencias que hay en el bloque oficialista
sobre este tema. Sabemos que hay presiones
para desvirtuar la moratoria e instalar una
ley contraria al proyecto original que establecía
la detención de los desmontes hasta
que cada provincia realice el ordenamiento
territorial de sus bosques nativos, lo que
resulta vital para que la norma sea efectiva”,
declaró Juan Carlos Villalonga, Director
Político de Greenpeace.
Después de varios
días de negociaciones, el Senado finalmente
incluyó en el temario la Ley de Bosques,
pese a las presiones de las provincias que
intentaron licuar el espíritu de la
norma. “Para nosotros, es un paso adelante
que los senadores hayan acusado recibo de
la presión de más de un millón
de personas y que hayan decidido tratar la
Ley. Sin embargo, las organizaciones vamos
a seguir de cerca la discusión para
garantizar que se apruebe un texto que respete
el espíritu de la ley aprobada en diputados
y apoyada por más de un millón
de argentinos. La moratoria es necesaria para
evitar procesos especulativos, como el que
está ocurriendo en Salta, donde, este
año se solicitaron autorizaciones para
desmontar más de 355 mil hectáreas
de bosques", aseguró Hernán
Giardini, Coordinador de la Campaña
de Bosques de Greenpeace.
La Ley de Presupuestos Mínimos
para la Protección de los Bosques Nativos
fue presentada el año pasado en la
Cámara de Diputados por el Diputado
Miguel Bonasso e impulsada por Greenpeace
y otras organizaciones ambientalistas y contó
con el apoyo del Movimiento Campesino de Santiago
del Estero (MOCASE) y la Organización
de Naciones y Pueblos Indígenas en
Argentina (ONPIA) y la Asociación Forestal
Argentina (AFOA).
A fines de 2006, se trató
por primera vez en Diputados y en el mes de
marzo de 2007, luego de una larga sesión,
la Cámara Baja le otorgó la
media sanción y la giró para
su discusión a seis comisiones del
Senado: Presupuesto y Hacienda, Legislación
General, usticia y Asuntos Penales, Industria
y Comercio, Ambiente y Desarrollo Sustentable
y Agricultura, Ganadería y Pesca.
La fuerte presión
ejercida por los representantes de las provincias
del norte, que se oponen a distintos artículos
de la Ley impidió que se discutiera
en las comisiones y que llegara a ser tratada
en el recinto. A esto se sumó el parate
en el que estuvo en Congreso durante el tiempo
que duró la campaña electoral.
Debido al retraso en el
tratamiento de la Ley, Greenpeace, junto a
distintas organizaciones ambientalistas de
todo el país, entre quienes se encuentran
Fundación Ambiente y Recursos Naturales
(FARN) y Fundación Vida Silvestre impulsó
la campaña Un millón de firmas
por los bosques, con el objeto de sumar las
adhesiones de los ciudadanos para exigir a
los senadores el tratamiento de la Ley.
El número previsto
inicialmente se vio ampliamente superado y
más de 1.400.000 personas ya sumaron
su respaldo.
A principios del mes de
octubre las organizaciones entregaron en el
Senado las planillas que contenían
las firmas junto con un petitorio formal para
exigir la aprobación de la Ley de Bosques.
La presión de la
gente hizo que, una semana más tarde,
el presidente del bloque oficialista de la
Cámara Alta, Miguel Ángel Pichetto
junto con la Secretaria de Ambiente y Recursos
Naturales, Romina Picolotti dieran una conferencia
de prensa en la que el oficialismo se comprometió
a tratar la Ley en la primera sesión
posterior a las elecciones del 28 de octubre.
La Ley de Bosques establece
diez criterios ecológicos y categorías
de conservación que apuntan a planificar
las actividades forestales, agrícolas
y ganaderas evitando la fragmentación
y degradación del bosque nativo, y
establece como prioritarios cuidar a los bosques
que actualmente ocupan y utilizan comunidades
indígenas y campesinas.