El Consejo de Ministros
de Agricultura de la UE no aprueba la patata
transgénica
19 febrero 2008 - Madrid,
España — Ayer la propuesta de la Comisión
Europea de aprobar para importación
y consumo (no para cultivo) una patata transgénica
(EH92-527-1) de la multinacional BASF no recibió
la aprobación del Consejo de Ministros
de Agricultura.
España apoyó
la aprobación de la patata transgénica
de BASF. “Como era de esperar, el gobierno
español ha vuelto a situarse en el
campo de los que favorecen a las cuatro empresas
agrobiotecnológicas que pretenden inundar
la cadena alimentaria de alimentos “Frankestein”,
despreciando la salud de los ciudadanos y
la protección del medio ambiente”,
-ha declarado Juan López de Uralde,
director de Greenpeace.
Ahora, debido a que el proceso
de aprobación de los OMG (Organismos
Modificados Genéticamente) es absolutamente
inadecuado, la decisión vuelve a la
Comisión Europea. “Es imperativo que
la Comisión reforme en profundidad
el sistema de evaluación de riesgos
en lugar de seguir adelante con un proceso
de aprobación que choca con la inmensa
mayoría de los ciudadanos y una amplia
mayoría de estados”, ha afirmado Juan-Felipe
Carasco, responsable de la campaña
contra los transgénicos de Greenpeace.
Desde 2004, esta patata
ha demostrado la ineficacia y las trampas
del proceso de aprobación a favor de
la industria de los transgénicos: en
2004, la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria
de la UE) afirmó que debían
ser prohibidos todos los OMG que llevaran
determinados genes de resistencia a antibióticos.
Tanto la OMS (Organización Mundial
de la Salud) como la EMEA (la Agencia Europea
del Medicamento) corroboraron esta postura.
Ayer mismo, el responsable de la Unidad de
Agentes Antibacterianos del centro de investigaciones
médicas Institut Pasteur de París
afirmaba que esta aprobación supondría
una amenaza en cuanto a la diseminación
de resistencias a antibióticos.
Hace un mes, Greenpeace,
junto a Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas
en Acción y Científicos por
el Medio Ambiente (CIMA) presentaba una Declaración
de la sociedad civil sobre los transgénicos,
firmada por más de 300 representantes
de la sociedad, que incluye investigadores,
docentes universitarios, organizaciones profesionales
agrarias, asociaciones ecologistas, de consumidores,
de productores de agricultura ecológica,
ONG de desarrollo y entidades privadas entre
otras. Corroboran las amenazas de los OMG
para la salud y el medio ambiente.
“Frente a las promesas de
la industria de los transgénicos, la
realidad se conjuga en términos de
constantes contaminaciones genéticas,
daños ambientales y riesgos para la
salud”, -ha declarado Juan López de
Uralde. “En lugar de tomar nota de la abrumadora
oposición social a los OMG, en lugar
de seguir el ejemplo de países como
Alemania, Austria o Francia, en lugar de reconsiderar
la apuesta transgénica y orientar la
agricultura española hacia soluciones
ambiental y socialmente sostenibles, en vísperas
de las elecciones generales el Ministerio
de Agricultura del Gobierno socialista vuelve
a prestar su apoyo a los transgénicos”.
+ Más
Greenpeace y GOB denuncian
el fracaso de las gestión de residuos
en Mallorca, uno de los puntos negros de la
contaminación en España
La incineración genera
más de 100.000 toneladas de residuos
tóxicos y muy peligrosos
16 febrero 2008 - Mallorca, España
— Greenpeace se ha unido al GOB en Palma de
Mallorca para presentar su campaña
“¿Quién contamina?” a bordo
del Arctic Sunrise, que está recorriendo
la costa para señalar a los principales
responsables de la contaminación en
España. La organización, que
inició la campaña con la presentación
en Barcelona del informe “Contaminación
en España”, ha elegido Mallorca como
parada por el grave problema que tiene la
isla en la gestión de sus residuos.
El Arctic Sunrise se encuentra atracado en
la Marina Port de Mallorca, donde el puerto
ha acogido al buque sin coste alguno.
Greenpeace y el GOB han
denunciado hoy que el sistema de gestión
de residuos de Mallorca es uno de los más
contaminantes de todo el Estado, ya que se
fundamenta en la quema de basuras en la incineradora
de Son Reus. Además, cuenta con una
cementera, de la empresa CEMEX, que también
quema residuos en Lloseta.
La incineradora de Son Reus,
que ha sido denunciada en varias ocasiones
por Greenpeace y el GOB desde antes de su
construcción en el año 11000,
provoca serios problemas ambientales, tanto
por emisiones a la atmósfera de, por
ejemplo, dioxinas y furanos, como por el problema
que suponen las cenizas y escorias que producen
y que, en Mallorca, se depositan en su mayoría
en vertedero. Los residuos que provoca la
quema de basuras son mucho más tóxicos
que la basura antes de ser quemada.
Las dioxinas y furanos tienen
una elevada toxicidad y se encuentran en el
grupo de sustancias prioritarias a eliminar
denominadas “docena sucia” que recoge el Convenio
de Estocolomo sobre Compuestos Orgánicos
Persistentes. Sus efectos sobre la salud son
cáncer, daños a los sistema
inmunológico, reproductor, endocrino
y nervioso y alteraciones del desarrollo intelectual
infantil.
Según TIRME, de las
569.245 toneladas de residuos generadas en
la isla de Mallorca, 318.015 acaban incineradas.
Esto provoca la generación de 76.670
toneladas de escorias y 31.895 de cenizas
cimentadas. De ellas sólo se recuperan
4.434 toneladas de chatarra. Las cenizas y
escorias contienen sustancias de elevada toxicidad
con metales pesados (cadmio, plomo, mercurio,
cromo, cobre) y acumulan hasta más
del 90% de las dioxinas y furanos que se generan
en la incineradora debido a los filtros que
hacen que las emisiones por la chimena sea
menor. No existen niveles seguros de emisión
para este tipo de sustancias, porque tardan
décadas en degradarse, son biocamulativas
y se concentran en todos los organismos de
la cadena alimentaria aumentando en los últimos
eslabones como el ser humano.
El Consell insular está estudiando
la posibilidad de emplear las escorias, mezcladas
con otros materiales, para construir carreteras
y obras públicas. Esto supondría
agravar el problema, pues se estarían
distribuyendo por toda la isla residuos muy
contaminantes.
La ampliación de
la incineradora de Son Reus agravaría
aún más la contaminación
y demostraría la falta de voluntad
política por resolver un problema que
no deja de crecer.
El resto de los residuos
de Mallorca acaban en el vertedero de Emaya
(185.018 toneladas) y en el de Santa Margalida
(58.918).
Otro de los problemas de
las islas, por su situación e intensidad
de tráfico marítimo, es la exposición
a sufrir vertidos de hidrocarburos. Este es
el caso del vertido de 50 Tn de fuel desde
el buque Don Pedro, en julio de 2007, que
afectaron al Parque natural de Ses Salines.
A pesar de no tener industria
pesada en las islas, Baleares posee otras
fuentes de contaminación industrial
dispersas del sector papelero y de la fabricación
de tejas. También hay que destacar
la contaminación generada por vertidos
incontrolados al mar procedentes de emisarios
submarinos de aguas residuales y la contaminación
por nitratos de aguas subterráneas
por las malas prácticas agrícolas
y ganaderas. El Catálogo d’Actividades
Potencialmente Contaminantes de l’Atmósfera
(APCA) - según el Decreto 833/75, de
6 de febrero, por el que se desarrolla la
Ley 38/72, de 22 de diciembre, de Protección
de l ’Ambiente Atmosférico BOE núm.
96, de 22.4.75 – dónde figuran aquellas
actividades industriales emisoras de contaminantes,
catalogadas en tres grupos (A, B y C) de más
a menos contaminantes recoge 31 empresas de
tipo A en Mallorca, 9 en Menorca, 2 en Eivissa
y 2 en Formentera.
DEMANDAS
• Aplicar verdaderas medidas
de seguimiento ambiental de los focos contaminantes
que aseguren el cumplimiento de la legislación,
a través de la inspección y
el control.
• Mallorca debe renunciar a la ampliación
de la incineradora de Son Reus y optar por
un modelo de “residuo cero”, que fomente la
reducción, la recogida selectiva de
los residuos, recuperación de materiales,
compostaje de la materia orgánica y
el reciclaje.
• Se debe extraer el pecio del Don Pedro,
ya que continúa siendo una fuente de
contaminación marina por las sustancias
contenidas en él e implantar un nuevo
régimen de responsabilidad ilimitada
para la industria petrolera a través
de toda la cadena de custodia.