05 marzo
2008 - Buenos Aires, Argentina — Reclamamos
una ley de prohibición total de lámparas
incandescentes para 2010.
Bajo el lema “¿Cuántos
legisladores se necesitan para cambiar una
bombita?” hoy reclamamos a los legisladores
una ley para prohibir la comercialización
de lámparas incandescentes a partir
del año 2010, en coincidencia con el
inicio de las sesiones ordinarias en el Congreso
Nacional.
Para respaldar la propuesta,
nuestros activistas instalaron una estructura
de 5 metros de altura frente al Congreso Nacional
que simboliza la prohibición de las
tradicionales “bombitas”. La instalación
se encuentra iluminada por un sistema de lámparas
conocido como LED (diodos emisores de luz)
de máxima eficiencia que se alimentan
con un panel solar. La estructura completa
consume lo mismo que una lamparita de 60 watts.
“Esperamos que los legisladores
respondan rápidamente y aprueben una
norma que elimine las lámparas incandescentes,
que consumen mucha más energía
que la que necesita una de bajo consumo para
dar la misma iluminación”, explicó
Juan Carlos Villalonga, Director Político
de Greenpeace Argentina.
Exigimos una ley nacional
que prohíba la comercialización
de lámparas incandescentes para el
1 de enero de 2010. “Se trata de una medida
necesaria y urgente", insistió
Villalonga, "Esta propuesta es un desafío
a los legisladores para que actúen
de acuerdo a la coyuntura energética
del país y a las respuestas que exige
el cambio climático”.
Según los expertos,
el cambio climático es hoy la mayor
amenaza ambiental que afronta la humanidad.
Villalonga explicó: “Sólo una
revolución energética, un cambio
radical en la generación, distribución
y uso de la energía, puede evitar un
desastre climático. La generación
de energía se produce con la quema
de combustibles como el petróleo, el
gas y el carbón, y esto emite gases
de efecto invernadero que producen Cambio
Climático. Cuanta más energía
se consume, más gases se emiten a la
atmósfera”.
En la Argentina, la iluminación
representa el 30 por ciento del consumo eléctrico
en el sector residencial, comercial y público.
“Si realmente se piensa en poner en marcha
una política de eficiencia energética
debemos empezar por la prohibición
de las lámparas incandescentes” explicó
el representante de la organización
ambientalista.
Diferentes países
en todo el mundo ya han establecido leyes
que disponen la eliminación de las
lámparas incandescentes, entre ellos
Australia, Cuba, Irlanda, Nicaragua, Venezuela,
Canadá y Estados Unidos.
“Con la voluntad de los
legisladores, se pueden reemplazar decenas
de millones de bombitas” dijo Villalonga,
“de esa manera se puede iniciar un cambio
hacia un modelo energético pensado
para este siglo: el uso masivo de lámparas
de bajo consumo y la utilización de
la tecnología LED, por ejemplo para
señalización pública,
llevan a una reducción en la demanda
energética, en las emisiones de gases
de efecto invernadero y el ahorro de recursos
naturales no renovables.”