27
marzo 2008 - DF, México — Rumania se
suscribe como el séptimo país
europeo que prohíbe transgénicos;
en suelo mexicano, centro de origen del maíz,
las autoridades no tienen interés en
resguardar los cultivos tradicionales y orgánicos
de los productores.
Mientras en México, centro de origen
del maíz, el gobierno federal pretende
autorizar siembras experimentales de transgénicos,
sin contar con un Régimen de protección,
países de Europa, como Rumania, prohíben
ese tipo de cultivos en su territorio, señaló
Greenpeace.
En Rumania, Attila Korodi,
Secretario de Medio Ambiente y Desarrollo
Sustentable, anunció la prohibición
del maíz transgénico MON 810,
de la corporación Monsanto y cerró
la puerta a cualquier tipo de siembra transgénica
en ese país que con ello se convierte
en el séptimo productor de maíz
en Europa en prohibir los cultivos transgénicos,
después de Francia, Hungría,
Italia, Grecia, Austria y Polonia.
“Para Rumania fue un asunto
de seguridad prohibir el cultivo de maíz
transgénico de Monsanto y en México,
que es centro de origen del maíz, las
autoridades no tienen interés en resguardar
los cultivos tradicionales y orgánicos
de los productores, a pesar de que tienen
un gran reconocimiento mundial por su calidad.
Alberto Cárdenas, Secretario de Agricultura,
fehaciente promotor de los cultivos transgénicos,
reconoce que esta tecnología es insegura
y a pesar de ello, insiste en autorizar siembras
experimentales de maíz transgénico”,
declaró Aleira Lara, coordinadora de
la campaña de agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace México.
¿Por qué no
a los transgénicos?
Estudios científicos
demuestran que el maíz transgénico
MON 810 es dañino a la flora y fauna,
al suelo y a la salud humana. La toxina incorporada
al grano genéticamente modificado sirve
para eliminar al gusano barrenador, una plaga
con poco impacto en los cultivos de Rumania
e inexistente en México. La toxina
daña a fauna benéfica como lombrices
de tierra, mariposas, hormigas y arañas
que interactúan con los cultivos.
A la fecha, ninguna empresa
biotecnológica ha hecho públicos
los estudios que comprueben la inocuidad de
los transgénicos en la salud humana
y animal, lo que genera gran incertidumbre
en todo el mundo.
La contaminación
de cultivos tradicionales por cultivos transgénicos
es un problema global: sólo durante
2007 se presentaron 39 nuevos casos de contaminación
en 23 países. A pesar de eso, no se
ha fijado un estándar internacional
que obligue a la industria biotecnológica
a informar los daños y las pérdidas
financieras que causan los transgénicos.
"México tiene
60 variedades de maíz nativo y actualmente
ocupa el segundo lugar con más casos
de contaminación por maíz transgénico
en el continente americano y el octavo a nivel
mundial. Greenpeace demanda al gobierno mexicano
la implementación de una política
nacional de bioseguridad encaminada a la protección
y conservación efectiva de la diversidad
de maíz, así como de otras especies
de las que México resulte centro de
origen y diversidad genética”, finalizó
Lara.
+ Más
Falsa alarma: aún
sin autorizar siembra de maíz transgénico
24 marzo 2008 - DF, México
— La publicación del Reglamento de
la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados es insuficiente para la autorización
de siembras de experimentales de maíz
transgénico en México.
Aun cuando el Reglamento entró en vigor
este 24 de marzo de 2008, las secretarías
de Salud, Semarnat y Sagarpa deben acatar
la Ley de Bioseguridad y concluir satisfactoriamente
un sistema de seguridad en México,
antes de autorizar cualquier siembra transgénica.
La ley estipula en su artículo
2 fracción XI la creación de
un régimen de protección especial
del maíz que ordena se determinen las
bases para el establecimiento de los cultivos,
caso por caso, de los cuales México
es centro de origen.
Sin embargo, el Reglamento
lo deja para su regulación posterior
y da como plazo 60 días siguientes
a su entrada en vigor. De acuerdo con éste,
la Semarnat y la Sagarpa deberán emitir
las disposiciones de bioseguridad que conformen
el régimen de protección especial.
Sin éstas no se puede proceder a la
autorización de las siembras de maíz
transgénico.
“El Reglamento se centra
únicamente en dar respuesta a las empresas
transnacionales y deja en manos de la industria
biotecnológica la determinación
de las medidas de evaluación, monitoreo
y control de los posibles riesgos en la salud
humana, al medio ambiente y la diversidad
biológica, cuando ésta es una
obligación de los gobiernos”, denuncia
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace México.
Hay que saber...
México ocupa el segundo
lugar con más casos de contaminación
por transgénicos en el continente americano
y el octavo a nivel mundial. Es centro de
origen del maíz y, aún sin contar
con la autorización de siembras experimentales,
ya es afectado por los impactos negativos
de los trangénicos creados con tecnología
burda y riesgosa que amenaza al medio ambiente
y salud humana.
Con la liberación
de maíz transgénico, el gobierno
mexicano pondrá en manos de empresas
transnacionales la soberanía alimentaria
de los mexicanos. La semilla de maíz
genéticamente modificado es altamente
contaminante: investigaciones científicas
demuestran la imposible coexitencia de los
cultivos transgénicos con los convencionales
y orgánicos.
Cuando los transgénicos
son sembrados fuera de los laboratorios, aún
respetando regulaciones estrictas, es imposible
controlar a los insectos, el movimiento del
polen o las corrientes de aire, así
como el intercambio de semillas, práctica
común en los campesinos mexicanos.
La Agencia Europea para el Medio ambiente
(EEA por sus siglas en inglés) ha descrito
al maíz transgénico como un
cultivo de “medio a alto riesgo” de contaminación.
Por ello, Greenpeace exige
a las autoridades de Semarnat y Sagarpa cumplir
con la Ley de bioseguridad y mantener la moratoria
a las siembras experimentales de maíz
transgénico, hasta completar el sistema
de salvaguardas de bioseguridad estipulado
en la legislación vigente. "Si
se permite que el maíz transgénico
contamine las plantas originales de maíz
que son cultivadas en México, la Humanidad
puede perder estas `plantas madre´ de
las que se originaron todas las variedades
de maíz”, concluyó Lara.
+ Más
Ecologistas y agricultores
celebran la Declaración de Canarias
como Región Libre de Transgénicos
Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en
Acción, y Greenpeace piden al Ministerio
de Agricultura que tome nota del creciente
rechazo social e institucional a los transgénicos
26 marzo 2008
España — El Consejo
de Gobierno de Canarias acordó ayer,
a propuesta conjunta de los consejeros de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
y de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio, declarar la Comunidad Autónoma
como zona libre de cultivos transgénicos.
Amigos de la Tierra, COAG, Ecologistas en
Acción y Greenpeace quieren felicitar
a la Plataforma Canarias Libre de Transgénicos
por los muchos meses de intensa campaña
que ha desarrollado para alcanzar este objetivo.
Las organizaciones firmantes exigen al Gobierno
Canario que tome las medidas oportunas para
hacer realidad esta declaración y al
Ministerio de Agricultura que tome nota del
abrumador rechazo social e institucional a
su apuesta por los cultivos transgénicos.
La Plataforma está
formada por las organizaciones: Agate, Amigos
de la Tierra, Asociación de Mercadillos
de Tenerife, Ben Magec-Ecologistas en Acción,
COAG, El puesto ecológico y la Red
Canaria de Semillas. Colaboran en ella otras
organizaciones, como Greenpeace.
A raíz de las actividades
llevadas a cabo por la Plataforma Canarias
Libre de Transgénicos, se ha conseguido
esta importantísima declaración
que asienta las bases para desarrollar medidas
concretas que garanticen la conservación
de la biodiversidad y variedades autóctonas
únicas en el mundo así como
la no-dependencia de las grandes multinacionales
del sector agroquímico. Las Islas Canarias
son, por su riqueza ecológica y situación
geográfica, especialmente sensibles
a la pérdida de biodiversidad y por
eso su agricultura ha de ser compatible con
el entorno sin dejar por ello de ser competitiva,
algo imposible de conseguir con la coexistencia
de cultivos transgenicos.
“Expresamos hoy una profunda
satisfacción pues vemos más
cercano el deseo de una mayoría social
que, consciente de los peligros de estos cultivos
manipulados genéticamente, quiere vivir
en un mundo sin transgénicos”, ha declarado
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña
contra los transgénicos de Greenpeace.
“Este pequeño paso es muy importante
en el largo camino hasta que nadie se atreva
a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos
en un gigantesco experimento genético”,
ha añadido.
Con esta declaración,
Canarias se suma a Comunidades Autónomas
como Asturias, Baleares y el País Vasco,
y a más de 50 municipios como Albacete,
Vitoria o Palencia que ya han declarado su
voluntad de aplicar el principio de precaución
para proteger su medio ambiente y la salud
de sus ciudadanos, declarándose libres
de transgénicos.
“Recordemos que, ante la
agresión sin precedentes que suponen
estos peligrosos cultivos, son más
de 175 las regiones y más de 4500 los
municipios de toda la Unión Europea
que se han declarado libres de transgénicos,
lanzando así un claro mensaje a una
Comisión Europea que sigue anteponiendo
los intereses de las multinacionales a los
de los ciudadanos y del medio ambiente”, ha
afirmado Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas
en Acción.
“Nos vemos una vez más
obligados a recordar que la situación
de los transgénicos en España
sigue siendo extremadamente preocupante, con
una absoluta falta de transparencia, inexistente
trazabilidad, descontrol de los cultivos experimentales,
y decenas de nuevas variedades aprobadas o
el aumento de superficie con respecto a la
campaña pasada. Por este motivo queremos
mostrar nuestra más profunda satisfacción
por esta declaración, que supone un
gran avance para la defensa de los intereses
del sector agrario y de sus habitantes en
general.” ha añadido Andoni García,
miembro de la ejecutiva de COAG.
España se está quedando cada
vez más sola en su apuesta por el cultivo
de maíz transgénico.
“El Ministerio de Agricultura
no puede seguir excusándose con la
falta de competencias para mantener la situación
actual. Otros muchos países europeos
como Francia han tomado medidas activas para
prohibir estos cultivos y proteger la salud
de sus ciudadanos y el medio ambiente” afirma
David Sánchez, responsable del Área
de Agricultura de Amigos de la Tierra. Recientemente,
Francia, principal potencia agraria europea,
se sumo a países como Austria, Polonia,
Italia, Grecia o Hungría, que han aprobado
moratorias sobre su cultivo en base a las
evidencias científicas sobre sus impactos.