27
Mar 2008 - El proceso de reajuste de la Política
Agraria Común (PAC) sigue adelante.
Tras la reunión del Consejo de Ministros
de Agricultura de la UE, antes de que la Comisión
lance su propuesta legislativa a finales de
Mayo, SEO/BirdLife y WWF/Adena insisten en
la necesidad de un giro más contundente
hacia la sostenibilidad de la actividad agraria
europea como garantía de futuro.
En el actual contexto de
globalización, la necesaria solidaridad
con los países en desarrollo, la creciente
demanda social de alimentos de calidad y respetuosos
con el medio ambiente, las predicciones ya
en marcha del cambio climático, la
obligación de conservar los recursos
naturales y la biodiversidad y el inexorable
aumento de la población mundial mientras
el medio rural de Europa se despuebla, dibujan
el terreno donde se debe desarrollar la agricultura
europea de los próximos años.
Aunque la intención
de la Comisión al proponer el “chequeo”
de la PAC tras su última reforma de
2003, era realizar pequeños reajustes
de funcionamiento, los últimos acontecimientos
lo han convertido en una oportunidad de afrontar
los anteriores retos con anticipación.
Y la incorporación de las consideraciones
ambientales en consonancia con la estrategia
de desarrollo sostenible de la UE será
una de las claves para conseguirlo. Sin embargo,
la actitud conservadora de la mayoría
de los Estados Miembros y de algunas organizaciones
agrarias se está centrando en el rechazo
a la reducción de las ayudas directas,
relegando las cuestiones ambientales a términos
imprecisos o simplemente ignorándolas.
Teniendo en cuenta este
escenario, WWF/Adena y SEO/BirdLife, organizaciones
que trabajan activamente en la relación
de la agricultura con el medio ambiente, apoyan
algunos aspectos de la propuesta de la Comisión1,
como la modificación del sistema de
pago único, el aumento de la modulación
y los recortes a los mayores beneficiarios,
la consideración de los nuevos retos
ambientales y el análisis de los posibles
impactos de las decisiones sobre el medio
ambiente. Sin embargo, consideran que las
propuestas son imprecisas y poco ambiciosas,
y que finalmente, todo el proceso se puede
quedar en pequeños cambios sin beneficios
ambientales claros, perdiéndose una
importante oportunidad. Por eso, desde SEO/BirdLife
y WWF/Adena se hacen además las siguientes
propuestas adicionales:
- un mayor equilibrio entre
los dos pilares de la PAC, es decir entre
las ayudas directas y de mercado y las de
desarrollo rural, a favor de estas últimas.
Esto implica necesariamente el traspaso de
fondos del primer al segundo pilar y una redistribución
de las ayudas con mayores beneficios públicos
y sociales..
- un apoyo prioritario y adicional a los sistemas
agrarios extensivos menos competitivos, pero
que aportan bienes y servicios ambientales
a la sociedad. Esto supone un respaldo explícito
a los sistemas agrarios de alto valor natural
(estepas cerealistas, dehesas, pastizales,
etd.), bien mediante ayudas específicas
de desarrollo rural o a través de una
flexibilización en la aplicación
de un reforzado artículo 692
- un sistema de condicionalidad
reforzado para favorecer la conservación
de los recursos naturales y la biodiversidad
ligada a la actividad agraria. Entre otros,
deben incorporarse requisitos destinados a
conservar los beneficios ambientales del desaparecido
“barbecho de retirada” obligatorio3 y debe
condicionarse la percepción de cualquier
ayuda agraria al uso legal del suelo y el
agua en las explotaciones.
Según ambas ONG,
estas propuestas para una mejor integración
ambiental de la PAC son fácilmente
asumibles y especialmente positivas para un
país como España, que alberga
aún una significativa proporción
de sistemas agrarios de gran valor ambiental.
El apoyo a este tipo de sistemas aportaría
beneficios tanto a la mayoría de agricultores
y ganaderos, como a la sociedad española
en su conjunto.
+ Más
WWF/Adena pone en entredicho
los supuestos beneficios ambientales de la
modernización del Fresno
28 Mar 2008 - La Junta de
Andalucía ha recibido el visto bueno
del Ministerio de Medio Ambiente para el proyecto
de modernización de regadíos
de El Fresno, promovido con el pretexto de
reducir la presión de la agricultura
sobre el acuífero de Doñana.
El proyecto se aprueba sin haberse iniciado
el Plan Especial de la fresa de Doñana.
Plan acordado por Consejo de Gobierno en diciembre.
Por ello, la pretendida reducción del
consumo de agua queda en entredicho.
La Junta de Andalucía
justifica la necesidad de acometer las obras
de modernización de El Fresno argumentando
“el estado de intensa explotación del
Acuífero 27”, que alimenta los Parques
Natural y Nacional de Doñana. Según
el proyecto presentado, las aguas subterráneas
actualmente utilizadas para abastecer a la
Comunidad de Regantes serán sustituidas
por aguas superficiales del Guadiana, con
el objetivo teórico de reducir la presión
sobre el acuífero. Sin embargo, el
proyecto no supondrá un ahorro efectivo
de agua, lo que debería ser el objetivo
básico de toda modernización
de regadíos.
La aprobación aislada
de este proyecto resulta incoherente con el
acuerdo de diciembre de 2007 de la Junta de
Andalucía para elaborar el Plan Especial
de la Zona de la Fresa y la creación
de Corredores ecológicos. Es este plan
marco el que debería reordenar las
extracciones de agua y el uso del suelo, incidiendo
decisivamente en las características
del proyecto de modernización.
Hay que tener en cuenta
que el proyecto de modernización de
El Fresno actúa sobre una zona cultivada
donde existen explotaciones en terrenos forestales,
espacios protegidos y con pozos en situación
irregular. Además en la zona a modernizar
ha habido un incremento de la superficie agrícola
desde la aprobación del Plan de Ordenación
del Territorio del Ámbito de Doñana
(POTAD), estas áreas ampliadas irregularmente
no deberían beneficiarse de la citada
modernización. Tampoco se puede obviar
que incluso las propias balsas de almacenamiento
que contempla el proyecto están parcialmente
localizadas en monte público. Estas
irregularidades deberían resolverse
con el mencionado Plan Especial.
Por otra parte, la supuesta
recuperación del acuífero tampoco
está asegurada. El acuífero
de Doñana no necesita de actuaciones
puntuales y oportunistas como la de El Fresno.
El acuífero precisa de actuaciones
integrales, en toda su extensión, que
se apoyen en el conocimiento real de su funcionamiento
y su capacidad de carga. En un modelo de extracciones
sostenibles del acuífero que determine
la cantidad de agua que puede sacarse del
acuífero y las zonas donde puede hacerse
sin dañar los sistemas naturales de
Doñana.
A todo esto hay que sumarle
la falta de participación del proceso.
A pesar de ser un proyecto que puede influir
decisivamente en el estado del Espacio Natural
Doñana, no se ha contado con la opinión
de su Consejo de Participación, en
contra de lo que exige la ley.
En conclusión, y
en palabras de Eva Hernández, Coordinadora
de WWF/Adena para Doñana: “La modernización
de El Fresno se pretende acometer de forma
precipitada, sin contar con la información
necesaria de ocupación de suelo y de
uso del agua, sin un estudio de la zona transformada
posterior al POTAD, sin un buen modelo de
funcionamiento del acuífero y sin tan
siquiera consultar al Consejo de Participación
de Doñana”. Y concluye: “Es completamente
ilógico realizar la modernización
de El Fresno sin supeditarla a los resultados
del Plan de Ordenación de la zona fresera”
Eva Hernández.
Coordinadora de WWF/Adena para Doñana.