Greenpeace pide el apoyo de la Federación
de Municipios y Provincias en su lucha contra
la entrada y utilización de madera
procedente de la destrucción de los
bosques
09 julio 2008 - España
— Más de 45.000 firmas, obtenidas principalmente
a través de la página web de
Greenpeace, han sido enviadas a Pedro Castro
Vázquez, presidente de la Comisión
Ejecutiva de la Federación de Municipios
y Provincias, para pedir una acción
decidida que evite la utilización de
madera ilegal en las obras, suministros y
servicios en los municipios españoles.
La semana pasada se entregaron al Comisario
Europeo de Medio Ambiente, Stavros Dumas,
otras 66.000 firmas recogidas en toda Europa
que solicitan una ley que prohíba el
comercio de madera y productos derivados procedentes
de las talas ilegales (1).
Cada año, la Unión
Europea importa millones de toneladas de madera
de regiones como la Amazonia, el Congo, Rusia
o el Sureste Asiático, donde la tala
ilegal y destructiva es un problema grave.
Estas prácticas, además de suponer
la pérdida irreparable de biodiversidad
y culturas indígenas, son la antesala
de la deforestación, causa de la emisión
a la atmósfera de casi una quinta parte
de los gases de efecto invernadero globales.
“Más de un 30% de
las importaciones españolas de madera
proceden de talas ilegales en la Amazonia,
África tropical, el Sureste Asiático,
Europa Oriental o Rusia” ha denunciado Miguel
Ángel Soto, responsable de la campaña
de Bosques de Greenpeace. “La demanda de madera
y papel baratos está alimentando la
destrucción de los bosques, contribuyendo
a la pérdida de biodiversidad y agravando
el cambio climático. Además,
la madera importada de origen ilegal supone
una competencia desleal con la producción
de los montes españoles”.
El comercio mundial de madera
extraída ilegalmente es un negocio
que mueve grandes cantidades de dinero. El
Banco Mundial estima que la talas ilegales
provocan en los países productores
pérdidas de 10.000 millones de euros
al año, lo que supone una importante
reducción de fondos para servicios
sociales y esfuerzos por reducir la pobreza.
Se estima que aproximadamente 6% de esta cifra
puede deberse al mercado español.
Por este motivo en las próximas
semanas la Comisión Europea debe tomar
una decisión importante para combatir
la deforestación y la tala ilegal.
Dentro del Plan de Acción FLEGT contra
la tala ilegal (2), la Comisión deberá
presentar una propuesta legislativa que prohíba
la presencia en el mercado europeo de madera
y productos derivados procedentes de las talas
ilegales.
Además de esperar
una postura decidida por parte de la Comisión
Europea, la organización ecologista
Greenpeace, respaldada por las firmas de 46.000
ciudadanos españoles, ha solicitado
a la Federación de Municipios y Provincias
el apoyo para pedir a la Comisión Europea
una ley que prohíba la presencia en
el mercado europeo de madera ilegal. También,
Greenpeace espera un compromiso real de la
Federación para que los municipios
españoles trabajen para evitar que
en obras y suministros municipales pueda ser
utilizada madera procedente de la deforestación
tropical, la tala ilegal, la degradación
de los bosques primarios y el cambio climático.
“Aunque importantes, las
políticas de compra verde de la Administración
Pública y el compromiso del sector
empresarial están demostrando ser insuficientes.
Es urgente abordar este problema con una ley
que prohíba la entrada en la UE de
los productos forestales de origen ilegal”,
ha señalado Soto.
Notas:
(1) Se denomina madera ilegal a aquella que
ha sido talada, transportada, vendida o comprada
incumpliendo las leyes nacionales. Comúnmente,
el fenómeno de la madera ilegal no
constituye la violación de una sola
prohibición o regulación forestal,
sino que se presenta como una secuencia de
actos ilegales contra las diversas disposiciones
legales.
(2) Plan de Acción
para la aplicación de las leyes forestales,
gobernanza y comercio (Forest Law Enforcement,
Governance and Trade). Más información
en: http://ec.europa.eu/environment/forests/flegt.htm
+ Más
Greenpeace exigió
a Macri que garantice la reducción
de residuos del 30 por ciento
09 julio 2008 - Buenos Aires,
Argentina — Greenpeace exigió hoy al
jefe de Gobierno porteño, Mauricio
Macri, que garantice el estricto cumplimiento
de la meta de reducción de residuos
del 30 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires
para 2010 previsto en la Ley de Basura Cero.
Según Greenpeace,
con el modelo que impulsa Macri, la Ciudad
incumplirá la ley vigente y no alcanzará
a reducir el 30 por ciento de los residuos
que se entierran en la actualidad, lo que
representan casi 600 mil toneladas de basura
al año.
Greenpeace denunció
que, del proyecto de licitación del
nuevo servicio de recolección de residuos
que será enviado a la Legislatura,
surge claramente que el Gobierno porteño
impulsa el enterramiento de residuos en los
colapsados rellenos sanitarios del Conurbano
Bonaerense, hecho que va a contramano de la
ley.
“Macri propone un retorno
al viejo sistema de recolección ya
que la facturación de las empresas
recolectoras se fijará por tonelada
de basura recolectada, lo que significa un
franco retroceso y una abierta oposición
entre un sistema que busca la reducción
en la generación de residuos y el desvío
hacia sistemas de reciclado y recuperación,
y el negocio de las empresas recolectoras
que cobrarán más si se genera
más basura”, declaró Juan Carlos
Villalonga , director político de Greenpeace.
Además, Greenpeace
sostuvo que los cambios propuestos por el
Gobierno porteño para que el circuito
de reciclado cubierto por cooperativas de
recuperadores urbanos esté completamente
separado del sistema de recolección
realizado por las empresas impide el cumplimiento
de las metas establecidas por la Ley de Basura
Cero, cuyo primer objetivo es reducir el 30
por ciento de los residuos que van a los rellenos
sanitarios, tomando como base los niveles
de 2004.
“El esfuerzo de reciclado
que se está proponiendo es insuficiente
para cumplir con la meta de reducción
establecida en la Ley; y las empresas de recolección
de residuos administrarán un gran negocio
cuya lógica, acorde con el pliego propuesto,
incentivará la recolección de
mayor cantidad de basura y un aumento del
enterramiento”, dijo Villalonga.
Por último, Greenpeace
reclamó al Gobierno porteño
que establezca cuántos Centros de Selección
de residuos se abrirán y cuál
será su capacidad de procesamiento
hacia fines de 2008 y a lo largo de los próximos
años.
"No es posible cumplir
con Basura Cero con sólo tres Centros
cuya capacidad de procesamiento es mínimo
frente al volumen de residuos que se generará
en los próximos años”, insistió
Villalonga.