18
julio 2008 - Estado de Pará, Brasil
— Greenpeace recibe con satisfacción
el anuncio realizado hoy de un pacto entre
el Estado amazónico de Pará
-el mayor productor mundial de la madera amazónica-,
el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil
y representantes de la industria maderera,
con el objetivo de prohibir el comercio de
madera ilegal de madera y la deforestación.
Sobre la base de la fructífera
cooperación entre la sociedad civil
y la industria que produjo en julio de 2006
la Moratoria a la Soja brasilera, -en la que
los principales comerciantes acordaron detener
el comercio de soja cultivada en tierras recientemente
deforestadas- el "Pacto por la Jurídica
y sostenible de madera" reconoce la importancia
de los acuerdos voluntarios que combinan la
producción económica con la
protección del medio ambiente.
Entre las industrias que
adhirieron al acuerdo se encuentran la influyente
Asociación de Industrias de Exportaciones
de madera y la Federación de Industrias
de Pará.
"En un país
donde la intención y la acción
no siempre se encuentran, la aplicación
de este acuerdo por parte de la industria
y del gobierno será fundamental para
el establecimiento de una protección
eficaz de los bosques, y la preservación
de puestos de trabajo. Beneficiará
a las comunidades locales y promoverá
actividades de tala legales y sostenibles",
dijo Paulo Adario, Director de la campaña
de Amazonas de Greenpeace Brasil.
El acuerdo es un paso importante
hacia la creación de un sistema de
gobierno necesario para reducir la deforestación
y la degradación de los bosques por
parte de los sectores de tala del Amazonas.
Por otra parte, el pacto responde a distintas
demandas que Greenpeace viene realizando hace
años en las que exige la aplicación
de la ley, combinada con incentivos positivos
para las comunidades locales y el compromiso
de ese sector de la industria con la sostenibilidad
del medio ambiente. Pará es la fuente
del 45% de la madera serrada de la Amazonia
brasilera y se destaca por sus altas tasas
de actividad ilegal de madera.
Se espera que el pacto fortalezca
las medidas internacionales para detener la
tala ilegal, como la reciente decisión
de EE.UU. de prohibir las importaciones de
madera ilegal (incluyendo una amplia gama
de productos forestales) como parte de la
Ley Lacey. También se espera que pueda
influir en los actuales debates de la Comisión
Europea en materia de legislación para
prohibir la madera ilegal del mercado europeo.
Del 63% a 80% de la madera
producida en la Amazonia es ilegal. La explotación
ilegal e intensa de madera no es la única
causa de la destrucción los medios
de subsistencia de las poblaciones locales,
pero es uno de los principales contribuyentes
al cambio climático.
La ciencia ha demostrado
recientemente que la destrucción de
los bosques tropicales es responsable de alrededor
de un quinto de emisiones globales de gases
invernadero. Brasil es actualmente el cuarto
mayor emisor de gases de efecto invernadero
en todo el mundo, principalmente debido a
la deforestación del Amazonas.
+ Más
Escaladores de Greenpeace
despliegan un lienzo gigante en la sede de
Endesa para exigir que no destruya la Patagonia
chilena
21 julio 2008 - Internacional
— La organización ecologista pide a
ENDESA que se comprometa realmente con los
hijos de nuestros hijos
21 de julio, Madrid-.A las
siete de la mañana de España,
un grupo de activistas escaladores de la organización
ecologista Greenpeace han descolgado una enorme
pancarta de 11 x 14 mts en la sede madrileña
de la multinacional eléctrica española
ENDESA. Los ecologistas exigen a Endesa que
abandone sus planes de construir cinco grandes
represas en la Patagonia chilena.
La pancarta desplegada en
la sede de la empresa tiene el formato de
una carta con el texto: “Buenos días
ENDESA, si de verdad te preocupa el futuro
de los hijos de tus hijos no destruyas la
Patagonia, Atentamente, Greenpeace”. (ver
video)
Los ecologistas se hacen
así eco de la campaña publicitaria
de Endesa en la que la compañía
dice que "tienen la obligación
de reinventarlo todo…por el futuro de los
hijos de tus hijos” y el cual Greenpeace hizo
su propia versión
Greenpeace protesta de esta
manera contra el proyecto HidroAysén,
del que es socia mayoritaria ENDESA, que pretende
construir cinco grandes represass hidroeléctricas
en la Patagonia chilena. Estos proyectos se
asentarían sobre los ríos Baker
y Pascua, ambos completamente vírgenes,
inundando miles de hectáreas de parajes
de gran valor ecológico.
Rodrigo Herrera, director
de Greenpeace en Chile que se encuentra en
esta acción de denuncia a Endesa en
España, declaró que “De llevarse
a cabo, estos proyectos serían sólo
los primeros de una serie de represass que
inundarían la Patagonia chilena dañándola
de forma irreversible”. Y agregó, "Hemos
venido a España a pedirle a ENDESA,
una vez más, que no destruya la Patagonia.
Ellos han dicho que en julio presentarán
los estudios para las represas y en 2009 entregarán
los informes para la línea de transmisión.
No tiene sentido seguir con este proyecto
y lo que deben decir hoy es que abortarán
la idea de represar la Patagonia".
A pesar que el proyecto
se vende como una iniciativa para generar
energía para el pueblo chileno, lo
cierto es que el mayor crecimiento proyectado
de la demanda eléctrica se utilizaría
para la minería, y más en concreto
para alimentar con energía a los grandes
nuevos proyectos de las multinacionales mineras,
como el controvertido Pascua Lama, entre otros.
"Las empresas españolas
deben actuar con responsabilidad allí
donde estén presentes. ENDESA sabe
que hay alternativas energéticas al
proyecto HidroAysén. Lo que estamos
pidiendo hoy, y llevamos ya meses demandando,
es que de una vez ENDESA apueste por las energías
renovables y evite la destrucción de
la Patagonia" añade Juan López
de Uralde, director de Greenpeace España.
En Chile se encuentran el
10% de los volcanes del planeta con un potencial
de 8.000 MW; entre las regiones I y VIII la
radiación solar alcanza los 4.500 Kcal/m2/día
y el potencial eólico y mareomotriz
es altamente positivo, por lo que son plenamente
viables el uso de las energía renovables.