21
julio 2008 - DF, México — Monsanto
tendría un campo fértil para
establecer demandas millonarias en contra
de cada productor que tenga transgénicos
en sus cultivos, aunque esto sea producto
de contaminación accidental
El gobierno federal debe
garantizar que México sea libre de
contaminación con maíz transgénico
e impedir que las empresas biotecnológicas
tengan el control de este grano en nuestro
país, esto sólo será
posible con un verdadero Régimen de
Protección Especial al Maíz,
señalaron las organizaciones Semillas
de Vida, Grupo de Estudios Ambientales (GEA)
y Greenpeace, así como el Dr. Alejandro
Espinosa, investigador nivel III del Sistema
Nacional de Investigadores.
Si la Sagarpa permite la
siembra de cultivos transgénicos, el
campo mexicano se verá gravemente afectado,
al igual que ocurre en países como
Canadá y Estados Unidos. En este último
país, después de diez años
de plantar transgénicos y como resultado
inevitable de la polinización entre
estos cultivos y los tradicionales, 50 por
ciento de las semillas de maíz y soya,
y 83 por ciento de las semillas de canola
han sido contaminadas con variedades transgénicas.
Por poner un ejemplo, Monsanto
cuenta con el 90 por ciento de las patentes
de transgénicos en el mundo, y si México
acepta que inicien las siembras experimentales,
así como la posterior comercialización
de maíz transgénico para cultivo,
estaría recuperando el 80 por ciento
de sus inversiones. Además tendría
un campo fértil para establecer demandas
millonarias en contra de cada productor que
tenga transgénicos en sus cultivos,
aunque esto sea producto de contaminación
accidental.
Monsanto utiliza 75 empleados
y un presupuesto anual de 10 millones de dólares
con el único fin de investigar y enjuiciar
productores. Hasta ahora, esta empresa ha
demandado a productores en 25 de los 50 estados
de EU. La sentencia legal promedio en contra
de los productores y a favor de Monsanto es
de 412 mil dólares. En una demanda
judicial, la empresa le ganó más
de 3 millones de dólares a un grupo
de productores de Texas (1).
Este es el escenario que
le espera a los productores mexicanos si México
cede a la presión de las corporaciones
biotecnológicas. Ante ello, la Sagarpa
realiza una campaña pro-maíz
transgénico en vez de tomar medidas
enfocadas a la proteger y reactivar el campo
mexicano, encaminadas a fortalecer la soberanía
alimentaria del país.
“La urgencia de las autoridades
de dar luz verde a las siembras experimentales
de maíz transgénico antes de
contar con un verdadero marco de bioseguridad,
es un claro ejemplo de una política
contra el campo, los campesinos y los consumidores
y a favor de la industria biotecnológica.
El Régimen es un instrumento de bioseguridad
que debe establecer los principios de protección
del maíz en México, lo cual
quiere decir: moratoria total a la siembra
de maíz transgénico en centros
de origen del maíz, como lo es el territorio
mexicano; esto es muy diferente a la necesidad
de dar respuesta a las solicitudes para realizar
siembras experimentales por presión
de las corporaciones”.
La Comisión Intersecretarial
de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados (CIBIOGEM) olvida que su objetivo,
determinado en el artículo 19 de la
Ley de Bioseguridad es: “formular y coordinar
las políticas de la administración
pública federal relativas a la bioseguridad
de los transgénicos”.
Las organizaciones reiteran
lo que debería contener este Régimen:
formas de protección para evitar la
apropiación privada de nuestro germoplasma,
medidas para preservar la agrobiodiversidad
del maíz. No obstante el pasado 4 de
abril se puso a consulta en la página
de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria
(COFEMER) un anteproyecto que lejos de proteger
a nuestro maíz, confunde y se surperpone
al marco jurídico actual.
El resultado fue la emisión
de más de 6 mil comentarios, muchos
de académicos de gran reconocimiento,
de organizaciones y de productores. Las aportaciones
fueron muy ricas aun cuando algunos comentarios
únicamente señalaban su postura
a favor o en contra, e incluso algunos solicitan
mayor información sobre los transgénicos
pues desconocen de que se trata; llama la
atención que muchos de estos comentarios
provienen justo de agricultores del norte
de la país.
Entre los comentarios que
se deben recoger está el emitido por
cerca de 50 investigadores del Colegio de
Postgraduados, institución con reconocimiento
internacional, exigiendo un Régimen
que realmente proteja nuestro maíz,
construido bajo el principio precautorio y
que siga manteniendo la moratoria que estableció
la Sagarpa en 1998.
La COFEMER emitió
el pasado 21 de mayo el Dictamen Total sobre
el Anteproyecto del Régimen con afirmaciones
muy relevantes que deberán tomarse
en cuenta. Entre otros puntos solicita a la
Sagarpa que señale si mediante la expedición
del anteproyecto se disminuye el riesgo de
perder la diversidad de variedades mejoradas
y tradicionales de maíz, y solicita
“analizar, de manera puntual y precisa los
argumentos vertidos en los comentarios recibidos
por la Cofemer”.
“La mayor parte de comentarios
y exposiciones de científicos, así
como reportes de organismos internacionales,
señalan el peligro que conlleva la
introducción de transgénicos
a nuestro país. Por ello demandamos
que realmente sean tomadas en cuenta nuestras
opiniones en cualquier documento que sobre
el Régimen se pretenda publicar. Exigimos
una postura clara del Poder Ejecutivo frente
a una tecnología que implicaría
una grave dependencia, la pérdida de
soberanía sobre nuestras semillas de
maíz, y finalmente, sobre el alimento
central de los mexicanos. No es lógica
la introducción de una tecnología
sumamente cuestionada, frente a la situación
inconmensurable de ser centro de origen del
cereal más importante para nuestro
país y cada vez más para el
mundo”. ¡Frente a la crisis alimentaria
protección a nuestro maíz y
moratoria a la siembra de transgénicos!,
concluyeron las organizaciones.
La CEPAL reconoce a México
como “centro de origen que posee uno de los
niveles más altos del mundo en biodiversidad
y que su protección es prioritaria”.
La situación privilegiada de nuestro
país fue reconocida desde 1926 por
Nikolai Vavilov, que identificó a México
como uno de los ocho centros de origen de
las diversas especies del planeta.
En mayo de este año
se emitió el Reporte de la Evaluación
Internacional de la Ciencia y la Tecnología
para el Desarrollo de la Agricultura, que
es una iniciativa del Banco Mundial con FAO,
GEF, UNDP, UNEP, UNESCO y representantes de
los gobiernos, de la sociedad civil, el sector
privado e instituciones científicas
de todo el mundo. Ahí se remarca que:
"Siendo América Latina una región
importante como centro de origen de cultivos
de relevancia global, como el maíz,
la papa y el tomate, deben evitarse los cultivos
transgénicos por el riesgo que representa
la contaminación de cultivos convencionales
por flujo génico, por ejemplo, con
la papa transgénica en Bolivia o el
maíz transgénico en México”.
+ Más
Presentan evidencia de toxicidad
de maíz transgénico Monsanto
24 julio 2008- DF, México
— Prohíbe Austria la importación
de este grano transgénico, basándose
en los resultados de una nueva evaluación
de los datos que presentó la empresa
biotecnológica para conseguir la autorización
de esta variedad en la que ratones presentaron
altos índices de toxicidad en hígado
y riñones
Greenpeace exige al gobierno mexicano seguir
el ejemplo del gobierno Austriaco, el cual
prohibió este jueves la importación
del controversial maíz transgénico
MON 863, producido por la transnacional estadounidense
Monsanto. La prohibición esta basada
en los resultados de una nueva evaluación
de los datos que presentó la empresa
biotecnológica para conseguir la autorización
de esta variedad.
La nueva evaluación
presenta argumentos científicos para
la prohibición de la variedad transgénica
MON 863, la cual no debió de haber
sido aprobada ni para siembra ni para consumo
humano y animal. El estudio reporta que las
ratas alimentadas con el maíz MON 863
presentan cambios en la composición
de su sangre y daños en organos internos:
altos índices de toxicidad en hígado
y riñones.
“Éste es otro descubrimiento
más de los riesgos que los transgénicos
respresentan en la salud humana y animal.
La prohibición del gobierno Austriaco
al MON 863 fija un precedente importante que
el gobierno mexicano debe tomar en cuenta.
Greenpeace exige a las autoridades mexicanas
anteponer la seguridad de los consumidores
mexicanos sobre los intereses comerciales
de empresas como Monsanto.”
El caso del MON 863 demuestra
que las compañías biotecnológicas,
como Monsanto, actúan sin ningún
escrúpulo para obtener la aprobación
de sus patentes de semillas transgénicas.
Sin embargo, el gobierno
mexicano, omitiendo los graves riesgos del
maíz transgénico para la salud
humana y animal; así como para el medio
ambiente, otorgó desde el 2003 una
carta de no inconveniencia para su comercialización
sin contar con un sistema de trazabilidad
que evite que el maíz transgénico
importado irrumpa en la cadena alimenticia
y que se contaminen nuestras variedades nativas
de maíz. Tampoco se cuenta con un sistema
de etiquetado el cual asegure el derecho de
los consumidores a elegir sus alimentos.
El gobierno mexicano se
ha negado a prohibir las importaciones de
maíz provenientes de Estados Unidos,
las cuales no cuentan con un sistema de segregación
del maíz transgénico y convencional;
y se empeña en promover las siembras
experimentales de maíz transgénico
en nuestro país pese a todas las evidencias
cientificas de riesgos de los transgénicos.
Greenpeace exige al gobierno
mexicano la protección de los consumidores
mexicanos prohibiendo las importaciones de
maíz e implementando un verdadero Régimen
de Protección Especial al Maíz
con la moratoria total a las siembras experimentales
de maíz transgénico.
El maíz genéticamente
modificado MON 863 ha causado controversia
desde mayo del 2004, cuando el diario francés
Le Monde reportó que ratas alimentadas
con el maíz MON 863 reportaron cambios
en la composición de su sangre y daños
en organos internos.
Sin embargo, a pesar de todas las controversias
científicas, la Comisión Europea
aprobó el maíz transgénico
en enero del 2006 para consumo humano y animal
dentro del mercado europeo.
Incluso contra la mayoría de los estados
miembro de la Unión Europea: en septiembre
de 2004, 14 estados miembro votaron contra
la aprobación del maíz Monsanto.
— Greenpeace México
Fuente:
Séralini, G-E, Cellier, D. & Spiroux
de Vendomois, J. 2007. New analysis of a rat
feeding study with a genetically modified
maize reveals signs of hepatorenal toxicity.
Archives of Environmental Contamination and
Toxicology DOI: 10.1007/s00244-006-0149-5.
Hepatorenal = of or pertaining to the liver
and kidneys.