Pese
a las trabas de la Autoridad Portuaria, el
Arctic Sunrise entra en Cartagena para presentar
los resultados de su campaña “En defensa
del Mediterráneo”
23 julio 2008 - Cartagena,
España — Ambas organizaciones ecologistas
constatan una importante degradación
de los fondos marinos de la región.
Han pasado ya dos años desde que Greenpeace
y ANSE presentaron una propuesta de partida
para la declaración de una red de reservas
marinas en la Región de Murcia, una
iniciativa que el Gobierno regional se comprometió
a poner en marcha sin que hasta la fecha se
haya producido ningún avance.
“Ya no nos sirven más
promesas que se quedan en papel mojado. La
Región de Murcia es deficitaria en
espacios marinos protegidos bien gestionados
que pongan fin a la degradación de
su litoral”, ha declarado Pedro García,
portavoz de ANSE.
A lo largo de los últimos
tres meses el barco de Greenpeace Arctic Sunrise
ha recorrido el Mediterráneo para denunciar
los efectos de la sobrepesca, particularmente
del atún rojo, la destrucción
de los hábitats costeros, el urbanismo,
la contaminación y para demandar medidas
urgentes de protección de los ecosistemas
marinos. Desde el pasado día 18 de
julio se encuentra en aguas murcianas, donde
ha explorado, con el asesoramiento de la Universidad
de Murcia, la plataforma continental, área
en la que se concentra la mayor productividad
marina.
Con la ayuda de una cámara
submarina capaz de obtener imágenes
a una profundidad de hasta 500 metros y de
un robot controlado desde cubierta que alcanza
los 250 metros, ambas organizaciones han constatado
cómo la acción humana ha degradado
el lecho marino hasta límites insostenibles,
especialmente por el efecto de los barcos
arrastreros, que han “labrado” literalmente
amplias superficies de fondos de entre los
100 y 300 metros de profundidad.
“A los cinco puntos negros
que contribuirán con más ladrillo
al ya muy urbanizado medio litoral murciano
se suma la degradación de hábitats
costeros por la invasión de especies
como el caso de Caulerpa racemosa o la contaminación.
Proyectos como el macropuerto de El Gorguel
y la macrourbanización de Marina de
Cope deben ser abandonados”, ha apuntado Pilar
Marcos, responsable de la campaña de
Costas de Greenpeace.
Greenpeace y ANSE demandan,
además de la paralización de
los proyectos e infraestructuras costeras
señalados, nuevas medidas que garanticen
la recuperación de los ecosistemas
marinos del sudeste peninsular. Las reservas
marinas son instrumentos que han probado ya
su eficacia a la hora de garantizar una gestión
sostenible de la actividad pesquera, así
como la conservación de las plantas,
animales y hábitats marinos, de las
que ésta depende.
“Actualmente, la región
sólo cuenta con una reserva marina,
la de Cabo de Palos. Las inmersiones de nuestros
robots submarinos nos han servido para constatar
el impacto severo de la pesca de arrastre
sobre los fondos de la región”, ha
declarado Sebastián Losada, responsable
de la campaña de Océanos de
Greenpeace. “La declaración de una
red de reservas marinas es una medida urgente,
no sólo para la recuperación
de estos fondos, sino para la propia supervivencia
de la industria pesquera local”, ha concluido
Losada.
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Escaladores de Greenpeace
despliegan una pancarta en la sede de ENDESA
para exigir que no destruya la Patagonia
La organización ecologista
pide a ENDESA que se comprometa realmente
con los hijos de nuestros hijos
21 julio 2008 - Madrid,
España — A las siete de la mañana
de hoy un grupo de activistas escaladores
de la organización ecologista Greenpeace
han descolgado una enorme pancarta de la sede
madrileña de la multinacional eléctrica
española ENDESA. Los ecologistas exigen
a Endesa que abandone sus planes de construir
cinco grandes presas en la Patagonia chilena.
La pancarta desplegada en
la sede de la empresa, situada en la calle
Ribera del Loira (cercana al recinto ferial
Juan Carlos I), tiene el formato de una carta
con el texto: “Buenos días ENDESA,
si de verdad te preocupa el futuro de los
hijos de tus hijos no destruyas la Patagonia.
Atentamente, Greenpeace”.
Los ecologistas se hacen
así eco de la campaña publicitaria
de Endesa en la que la compañía
dice que "tienen la obligación
de reinventarlo todo…por el futuro de los
hijos de tus hijos”.
Greenpeace protesta de esta
manera contra el proyecto HidroAysén,
del que es socia mayoritaria ENDESA, que pretende
construir cinco grandes presas hidroeléctricas
en la Patagonia chilena. Estos proyectos se
asentarían sobre los ríos Baker
y Pascua, ambos completamente vírgenes,
inundando miles de hectáreas de parajes
de gran valor ecológico.
El consumo de energía
se produce fundamentalmente en el norte de
Chile, razón por la cual esta red de
presas debe complementarse con la construcción
de una red eléctrica de alta tensión
que atravesaría el país de norte
a sur. En total más de 2.300 kilómetros
de línea eléctrica afectando
a muchos espacios naturales.
"De llevarse a cabo,
estos proyectos serían sólo
los primeros de una serie de presas que inundarían
la Patagonia chilena dañándola
de forma irreversible”, ha declarado Rodrigo
Herrera, director de Greenpeace en Chile.
"Hemos venido a España a pedirle
a ENDESA, una vez más, que no destruya
la Patagonia. Ellos han dicho que en julio
presentarán los estudios para las represas
y en 2009 entregarán los informes para
la línea de transmisión. No
tiene sentido seguir con este proyecto y lo
que deben decir hoy es que abortarán
la idea de represar la Patagonia", añade.
A pesar de que el proyecto
se vende como una iniciativa para generar
energía para el pueblo chileno, lo
cierto es que el mayor crecimiento proyectado
de la demanda eléctrica se utilizaría
por la minería, y más en concreto
para alimentar con energía a los grandes
nuevos proyectos de las multinacionales mineras,
como el controvertido Pascua Lama, entre otros.
"Las empresas españolas
deben actuar con responsabilidad allí
donde estén presentes. ENDESA sabe
que hay alternativas energéticas al
proyecto HidroAysén. Lo que estamos
pidiendo hoy, y llevamos ya meses demandando,
es que de una vez ENDESA apueste por las energías
renovables y evite la destrucción de
la Patagonia" añade Juan López
de Uralde, director de Greenpeace España.
En Chile se encuentran el
10% de los volcanes del planeta con un potencial
de 8.000 MW; entre las regiones I y VIII la
radiación solar alcanza los 4.500 Kcal/m2/día
y el potencial eólico y mareomotriz
es altamente positivo, por lo que son plenamente
viables el uso de las energía renovables.
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Greenpeace denuncia los
vertidos en la bahía de Cartagena-Escombreras
Buceadores de la organización han desplegado
una pancarta junto a uno de los emisarios
submarinos en la que se leía “Cartagena
Alarma Tóxica”
20 julio 2008 - Cartagena,
España — Esta mañana buceadores
de Greenpeace han comprobado los grandes vólumenes
de vertidos tóxicos procedentes de
las industrias situadas en la bahía
de Cartagena-Escombreras. Los activistas han
desplegado una pancarta bajo el agua con el
mensaje “Cartagena Alarma Tóxica”,
junto a uno de los numerosos emisarios submarinos
de la zona encargados de alejar la contaminación
de los ojos de los ciudadanos.
El grave impacto que generan
estos vertidos ha llevado a Naciones Unidas
a señalar a Cartagena como “punto negro
prioritario de contaminación” y a la
Agencia Europea del Medio Ambiente a destacar
la bahía de Cartagena y el valle de
Escombreras como “Puntos de Alarma” por contaminación.
Los emisarios son tuberías subacuáticas
que alejan los vertidos de la costa vertiendo
directamente al mar.
La contaminación
química de la bahía proviene
tanto de las actividades portuarias como de
su gran complejo industrial. El agua de los
puertos de Cartagena y Escombreras y sus sedimentos
se encuentran contaminados por altas concentraciones
de metales pesados, cuyos límites están
muy por encima de los recomendados. El 28,9%
del mercurio que se vierte directamente al
Mediterráneo en España se hace
desde este lugar de la Región de Murcia.
Estos vertidos son especialmente
preocupantes ya que se producen próximos
a un espacio protegido de la red Natura 2000,
como es la Franja litoral sumergida de la
Región de Murcia” un lugar de importancia
comunitaria por sus valores marinos.
“Es imprescindible, por
lo tanto, realizar un estricto control de
los vertidos industriales en el puerto y tener
especial cuidado en las operaciones de dragado
para la gestión posterior de esos sedimentos
extraídos, que nunca deberían
volver al mar”, ha declarado Julio Barea,
responsable de la campaña de Contaminación
de Greenpeace.
Pero los niveles de contaminación
y la toxicidad de los vertidos que se están
produciendo en el entorno de Cartagena no
sólo afectan al medio ambiente. Según
los estudios epidemiológicos realizados
a escala nacional, los cánceres de
pleura, hematológicos (mieloma), laringe
y pulmón, en Cartagena son superiores
a la media española, lo que parece
confirmar que las zonas industriales disparan
la incidencia de tumores.
“Algunos estudios demuestran
que la contaminación está desplazándose
con las corrientes hacia el exterior de la
bahía afectando áreas de alto
valor ecológico. Con este desarrollo
industrial descontrolado, al que se le suma
ahora otro tentáculo portuario en El
Gorguel estamos hipotecando no sólo
nuestro medio ambiente sino nuestra salud.
El mar no es un basurero y las administraciones
públicas deberían asegurar que
no se utiliza como tal”, ha concluido Barea.