01
octubre 2008 - Buenos Aires, Argentina — Greenpeace
consideró que el pliego para la licitación
del nuevo servicio de recolección de
residuos sólidos urbanos que impulsa
el Gobierno porteño provocará
que la Ciudad de Buenos Aires siga siendo
uno de los principales contaminadores del
conurbano bonaerense y no cumple con las metas
de reciclaje establecidas en la ley vigente
de Basura Cero.
“Aprobar este pliego convertirá
a esta Legislatura en responsable de las enfermedades
y del daño ambiental que se generará”,
sostuvo María Eugenia Testa, coordinadora
de la Unidad Política de Greenpeace,
al presentar esta mañana la posición
de la organización, en el marco de
la audiencia pública para discutir
el proyecto de contrato de concesión
que impulsa la administración de Mauricio
Macri.
En los fundamentos de su
presentación, Greenpeace consideró
este miércoles que el pliego está
“dedicado exclusivamente a la recolección
y el enterramiento masivo de residuos sin
ninguna diferenciación” y destacó
que no incluye sistema alguno de reciclado
o recuperación de residuos sólidos
urbanos (RSU).
“Cumplir con la Ley 1854
(de Basura Cero) implica que el servicio de
Higiene Urbana contemple una disposición
inicial y una recolección diferenciada.
Sin implementarse este sistema no hay ninguna
chance para el cumplimiento de las metas de
reducción en las toneladas enviadas
a rellenos”, sostuvo Testa.
Greenpeace consideró
también que la aplicación del
modelo que propone el pliego significa “perpetuar
un sistema que genera un pasivo ambiental”
y “un legado tóxico para las comunidades
vecinas a la Ciudad de Buenos Aires”.
Además, destacó
que “el pliego no ha sido diseñado
en base a la dinámica que requiere
el cumplimiento de la Ley 1854, que establece
metas progresivas de reducción de RSU
que son enviados a rellenos sanitarios”.
“No puede establecerse un
criterio de facturación para la prestación
del Servicio de Higiene Urbana que plantee
una contradicción estructural con la
Ley de Gestión Integral de RSU y atente
contra las metas de reducción comprometidas”,
agregó Testa.
Para Greenpeace, el criterio
de facturación avalado por el Ministerio
de Ambiente y Espacio Público implica:
colocar la lógica de ganancia de las
empresas en contra de los objetivos de reducción
en la generación y enterramiento de
RSU establecidos en la Ley 1854; atentar contra
cualquier intento de recuperación y
reciclado; perpetuar por 10 años un
sistema de recolección y entierro masivo
de RSU en rellenos sanitarios y una contradicción
entre un sistema de recuperación y
reciclado y el servicio prestado por las empresas.
“El negocio de todas las
empresas que participan en el sistema de gestión
de los Residuos Sólidos Urbanos en
la Ciudad de Buenos Aires debe ser coherente
con los objetivos de la Ley 1854. Es obligación
del Gobierno de la Ciudad y de la Legislatura
de la Ciudad diseñar un esquema de
incentivos y castigos que coloque a las empresas
en un rol positivo para el cumplimiento de
la Ley”, concluyó Testa.
+ Más
Activistas detenidos en
protesta contra el Gobierno porteño
por la basura.
30 septiembre 2008 - Buenos
Aires, Argentina — Ocho activistas de Greenpeace
fueron arrestados esta mañana luego
de haber desplegado en el Obelisco porteño
un cartel dirigido a las autoridades de la
Ciudad en reclamo por la aplicación
de la Ley de Basura Cero y para llamar la
atención sobre uno de los mayores problemas
de contaminación en el Gran Buenos
Aires: las cinco mil toneladas diarias de
basura que se entierran en los rellenos del
conurbano.
Los activistas entraron
al Obelisco a las cinco y media de la mañana
y, utilizando técnicas de escalada
y arneses, se mantuvieron colgados durante
dos horas fijando el cartel que cubría
la totalidad del tradicional monumento.
“Greenpeace, ni en ésta,
ni en ninguna otra protesta realizada, ha
obstaculizado el tránsito. Si el Gobierno
de la Ciudad ordenó cortar el tránsito
en la Avenida Corrientes para retirar a los
activistas, eso su responsabilidad. Sin el
despliegue desproporcionado de la policía
y los bomberos la protesta hubiera terminado
sin afectar en ningún momento el tránsito,
como ocurrió en las primeras dos horas”,
aseguró Martín Prieto, Director
Ejecutivo de Greenpeace.
Como consecuencia de la
intervención policial ocho activistas
de Greenpeace fueron detenidos y trasladados
a la comisaría tercera sin que, hasta
el momento, se conozca la causa de la detención.
"Resulta paradójico
que el Gobierno de la Ciudad solicite que
se arreste a los activistas por denunciar
la contaminación que la Ciudad produce
sin que las autoridades cumplan con la Ley
vigente en materia de residuos y que obliga
a reducir las toneladas de basura que son
enviadas en rellenos en Provincia de Buenos
Aires", declaró Juan Carlos Villalonga,
Director Político de Greenpeace.
"El Gobierno de la
Ciudad tiene un plan de gestión de
residuos contaminante, que perpetúa
un sistema de recolección y enterramiento
masivo, ignora la aplicación de la
Ley Basura Cero, y compromete la salud y la
vida de los habitantes de los municipios vecinos.
La Ciudad de Buenos Aires que envía
su basura a otra jurisdicción debería
asumir de manera más estricta y responsable
el cumplimiento de las metas de reducción
que establece la Ley, que fue aprobada por
unanimidad por la Legislatura porteña
en 2005", aclaró María
Eugenia Testa, Coordinadora de la Unidad Política.
Estudios realizados (2)
sobre muestras de lixiviados (líquidos
que se filtran de la basura y contaminan las
napas subterráneas) demostraron la
presencia de mercurio, plomo, cromo, zinc
y PCB en cantidades que superan los límites
permitidos para vertidos en cursos de agua.
Estos elementos pueden provocar daños
renales, malformaciones congénitas,
enfermedades en la piel, cáncer, alteraciones
hormonales y abortos prematuros, entre otras
dolencias.