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octubre 2008 - DF, México — Sólo
sobrevivirá el 7.6% de los árboles
plantados en 2007; presenta Greenpeace estudio
y video para demostrar el fracaso de este
programa gubernamental
El programa de reforestación
de Proárbol en 2007 fue un rotundo
fracaso, de acuerdo con un estudio elaborado
por Greenpeace México en ocho estados
de la República. En la investigación,
realizada en zonas reforestadas y financiadas
con recursos de este programa, encontró
que el 74 por ciento de los árboles
plantados habían muerto y sólo
el 7.6 por ciento estaban en condiciones adecuadas
para sobrevivir hasta el año siguiente.
El estudio de la organización
ambientalista, documentado en el video “Reforestación:
la mentira del Proárbol”, disponible
en la página de Greenpeace México
revela que, a menos de diez meses de haber
sido plantados, el 26 por ciento de los árboles
que sobrevivió estaba en malas condiciones,
es decir, marchitos o enfermos, debido a que
no eran especies nativas de la región,
estaban en malas condiciones al momento de
la reforestación, no se plantaron en
los periodos adecuados para su supervivencia
y a que en la mayoría de las ocasiones
no se hicieron trabajos previos de preparación
de suelos.
La documentación,
que se realizó de febrero a junio de
2008 (cuadro 1) en Puebla, Jalisco, Morelos,
Querétaro, Guanajuato, Nuevo León,
Aguascalientes y Chihuahua, revela que la
reforestación, además de no
ser la estrategia adecuada para detener la
pérdida de bosques y selvas de México,
es un despilfarro de recursos que sólo
tiene éxito mediático pero que
no sirve para recuperar la cubierta forestal
que hemos perdido en los últimos años.
“Como actividad, la reforestación
es sólo una de las muchas prácticas
dirigidas a la conservación y al manejo
adecuado de los bosques y las selvas, y debe
realizarse como parte de una serie de acciones
que conformen un plan de restauración
de un ecosistema deteriorado. Se reforesta
con el objetivo de facilitar la recuperación
de las poblaciones de árboles en un
bosque o una selva, cuando estas han disminuido,
se han deteriorado, o cuando están
siendo amenazadas, ya sea por la actividad
humana (por desmonte o extracción excesiva,
por ejemplo) o por efectos naturales devastadores,
como un incendio o una plaga. De ninguna manera,
la reforestación puede ser la prioridad
del Proárbol ni de la política
forestal de nuestro país”, explicó
Paloma Neumann, integrante de la campaña
de bosques de Greenpeace.
La estrategia prioritaria
del gobierno federal para detener el deterioro
y la pérdida de bosques y selvas está
centrada en la reforestación y el establecimiento
de plantaciones forestales, así lo
demuestra la asignación del 50 por
ciento del presupuesto forestal a estas áreas
en los dos años recientes: 2,300 millones
en 2007 y 2,700 millones en 2008.
“La gran mayoría
de los sitios en los que se reforesta en México
son terrenos agotados por prácticas
agrícolas intensivas, sobrepastoreo,
o explotación forestal excesiva y sin
planeación (tala), y finalmente estos
terrenos son abandonados. Sin embargo, para
que los árboles sobrevivan y se desarrollen
en cualquier lugar necesitan condiciones ambientales
mínimas que no se encuentran en este
tipo de terrenos, como un suelo fértil,
con humedad, textura y profundidad adecuadas
y una capa de vegetación cubriendo
el terreno”, agregó Neumann.
Por si fuera poco, más
del 56 por ciento de los árboles que
se usaron para reforestación durante
2007 son en realidad nopales, agaves, magueyes
y especies exóticas o ajenas a los
ecosistemas en los que se decidió reforestar.
Es un error reforestar con
especies exóticas como el eucalipto,
la casuarina y el pino radiata, entre otras,
por que no contribuyen al mejoramiento del
medio ambiente, su introducción en
sí misma constituye una perturbación
más para la vegetación natural
de bosques y selvas, amenaza la biodiversidad
local y altera las condiciones ambientales
locales (principalmente del suelo).
Greenpeace hace un llamado
a los diputados para que se revise y modifique
el presupuesto forestal para 2009, priorizando
el Manejo Forestal Sustentable (MFS), que
es la mejor solución para conservar
y aprovechar los recursos forestales que le
quedan a nuestro país. El MFS además
genera beneficios económicos y sociales
para las comunidades y ejidos que viven en
los bosques y selvas, impulsando el desarrollo
local y regional.
* Los criterios usados para
elegir estos casos fueron: los montos más
altos asignados en cada estado (archivos públicos
de convocatoria 2007 de Proárbol),
accesibilidad para muestrear en un sólo
día y apoyo de grupos locales de Greenpeace
en las entidades elegidas.
+ Más
¡Alberto Cárdenas,
renuncia!
13 octubre 2008 - DF, México
— "Cierra" Greenpeace instalaciones
de Sagarpa debido a la ineficiencia de la
secretaría para contener la contaminación
transgénica del maíz; los activistas
cerraron la entrada principal de ésta
con candados, cadenas y calcomanías
con la leyenda “Clausurado por permitir la
contaminación transgénica del
maíz mexicano”
Debido a la incompetencia
que ha demostrado la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)
para contener el caso de contaminación
de cultivos de maíz convencional con
maíz transgénico en el estado
de Chihuahua, Greenpeace clausuró las
instalaciones de la secretaría y exigió
al titular de esa dependencia, Alberto Cárdenas
que renuncie al cargo.
Los activistas cerraron
la entrada principal de la Secretaría
con candados, cadenas y grandes calcomanías
con la leyenda “Clausurado por permitir la
contaminación transgénica del
maíz mexicano”. La medida ocurre a
diez meses de que Greenpeace alertara a las
autoridades federales y estatales de la Sagarpa
sobre el riesgo de contaminación con
maíz transgénico en el Estado
de Chihuahua.
La organización denunció
la actitud irresponsable de funcionarios de
Sagarpa, que pone en evidencia su complicidad
con la empresa transnacional Monsanto, ya
que se han dedicado a promocionar el cultivo
de maíz transgénico en los estados
productores de este grano, avalando las mentiras
de que sólo así se pueden mejorar
las cosechas y no con mejores programas y
apoyos al campo.
“Tenemos diez meses insistiendo
sobre el riesgo de contaminación con
maíz transgénico en Chihuahua,
pero en todo ese tiempo, Alberto Cárdenas,
titular de la Sagarpa, mantuvo una actitud
irresponsable ante este tema. Hoy la contaminación
es un hecho, y a pesar de que Sagarpa sólo
reconoce 70 hectáreas con presencia
de maíz transgénico antes del
periodo de polinización, la realidad
es mucho peor porque no se tiene certeza de
qué tan extendida está la contaminación.
Sabemos, por medio de un análisis de
laboratorio, que las semillas híbridas
de maíz que están contaminadas
contienen las variedades NK603, MON810 y MON863,
todas propiedad de la transnacional Monsanto.
Las muestras usadas para
las pruebas fueron tomadas de una empresa
semillera del Valle de Cuauhtémoc,
Chihuahua, la cual distribuye esta semilla
como el híbrido 7525, lo cual demuestra
que se está engañando a los
productores con anuencia de las autoridades
al permitir el ingreso de la semilla de maíz
sin un sistema de inspección”, explicó
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace México.
Las variedades MON810 y
MON863, fueron prohibidas recientemente por
los gobiernos de Francia, Austria y Rumania,
debido a que provocaron impactos negativos
al medio ambiente: mortandad de insectos benéficos
como lombrices de tierra, arañas y
mariposas monarca, y la imposible coexistencia
de cultivos transgénicos con cultivos
orgánicos y convencionales; además
de generar gran incertidumbre sobre los efectos
en la salud humana. Las recientes prohibiciones
se suman a las ya realizadas por los gobiernos
de Hungría, Polonia, Italia y Grecia,
Australia y Sudáfrica.
“Es incomprensible que para
la delegación de Sagarpa en Chihuahua,
las medidas de contención en los cultivos
contaminados con transgénicos se reduzcan
a una notificación a los productores
sobre la imposibilidad de movilizar la cosecha,
mediante oficios y mantas colocadas en el
lugar; esa no es una medida de bioseguridad.
Greenpeace realizó un recorrido por
el Valle de Cuauhtémoc, donde el Servicio
Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
(Senasica) reconoció la presencia de
70 hectáreas con maíz transgénico,
y los cultivos siguen sin ninguna medida de
contención y vigilancia, por lo tanto,
no hay medidas de bioseguridad y Sagarpa miente”,
denunció Lara.
A unas semanas de que se
levante la cosecha de maíz, Chihuahua
corre un grave riesgo de que sus variedades
nativas de maíz ya estén contaminadas
con maíz transgénico y el problema
puede escalar a nivel nacional, por lo que
exigimos a la Sagarpa:
- el monitoreo de las cosechas
de todo el estado de Chihuahua, para que informe
acerca de extensión de la contaminación;
- un informe sobre las cantidades estimadas
de la contaminación, características
y rasgos importantes del Organismo Genéticamente
Modificado detectado;
- la aplicación de medidas de bioseguridad,
inspección y vigilancia con fundamento
en el Art. 13 Frac. II, III, VII y IX y Art.
117 de la LBOGM;
- y cuál será el destino de
estos granos contaminados.
“Es inadmisible la incompetencia
de Alberto Cárdenas. El secretario
ha hecho caso omiso de las advertencias y
hasta ahora ha ignorado los procedimientos
que establece la propia Ley de Bioseguridad.
Si como servidor público no puede evitar
que la contaminación detectada en Chihuahua
se extienda a otros estados, esto significa
que no puede responder a las exigencias de
su puesto, por ello, es mejor que renuncie.
Los mexicanos no podemos permitir la contaminación
de nuestro campo y de nuestra cadena alimenticia.
El caso de Chihuahua plantea el grave riesgo
de contaminación en una zona abierta,
en contacto con otras regiones de cultivo,
por lo que se puede expandir y salir de control
rápidamente. Más que citatorios
y criminalización de los campesinos
con cultivos contaminados, es urgente que
el gobierno federal cumpla con su trabajo,
es decir, que establezca la dimensión
de la contaminación y que instale mecanismos
para evitar el ingreso de semillas contaminadas
con transgénicos”, exigió Lara.
La negligencia ante este
caso demuestra el poco interés de Alberto
Cárdenas respecto al alimento más
importante, no sólo de los mexicanos
sino de la humanidad. La contaminación
genética del maíz no es un asunto
minúsculo, se trata de la contaminación
de México como centro de origen y diversidad
genética del grano.