11
noviembre 2008 - DF, México — En un
singular y divertido carnaval, Greenpeace
exigió a los legisladores que actúen
en favor de los ecosistemas forestales de
nuestro país
Con percusiones, matracas,
silbatos, bailarines, árboles danzantes,
botargas y malabaristas, un grupo de 60 activistas
de Greenpeace llevó a cabo el carnaval
“¡A moverse por los bosques!”, a las
afueras de la Cámara de Diputados,
para invitar a los legisladores a que actúen
en favor de los ecosistemas forestales de
nuestro país, modificando el prepuesto
del Proárbol para el próximo
año y dando prioridad al Manejo Forestal
Sustentable (MFS), por encima de los programas
de reforestación y plantaciones forestales
comerciales.
En el carnaval destacaron
las cabezas gigantes de los coordinadores
de los grupos parlamentarios de Héctor
Larios Córdoba, PAN; Javier González
Garza, del PRD, y Emilio Gamboa Patrón
del PRI.
“Éste es un carnaval
para llamar a los diputados a moverse con
urgencia en favor de nuestros bosques; para
decirles que ¡ya basta! de permitir
que la Comisión Nacional Forestal (Conafor)
siga desperdiciando la mayoría de los
recursos económicos de Proárbol
en los programas de reforestación y
plantaciones, que no sirven para detener la
deforestación que afecta a nuestro
país”, explicó Héctor
Magallón, coordinador de la campaña
de bosques de Greenpeace.
La investigación de Greenpeace México
Investigaciones de campo
llevadas a cabo por Greenpeace, entre febrero
y junio de este año, en ocho predios
reforestados por Conafor durante 2007 en distintos
estados de la república, mostraron
que a menos de un año de haberse plantado
sólo 26 por ciento de los árboles
habían sobrevivido y únicamente
7.6 por ciento estaban en buen estado.
Los resultados de esta investigación
fueron presentados a los diputados en distintas
ocasiones, incluyendo una exposición
fotográfica en el interior de la Cámara
de Diputados, que fue inaugurada de manera
simultánea al carnaval. Dicha exposición,
organizada con el apoyo de la Comisión
de Cultura, podrá ser visitada por
los diputados hasta el 14 de noviembre, un
día antes de que venza el plazo para
que aprueben el Presupuesto de Egresos de
la Federación 2009.
“Esta exposición
muestra de manera sencilla en qué consistió
la investigación que llevamos a cabo
sobre los resultados de las campañas
de reforestación financiadas por Conafor
en 2007. A pesar de que los diputados conocen
esta información, la mayoría
no se ha decidido a modificar el presupuesto
del Proárbol para priorizar los programas
que promueven el MFS. Por esto, llamamos a
los legisladores, en particular a los coordinadores
de los grupos parlamentarios a moverse para
defender nuestros bosques”, explicó
Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace
México.
En el sitio de internet
www.mueveaundiputado.org se puede “invitar”
a los diputados a moverse para proteger los
bosques de nuestro país, consultar
qué legisladores ya se han “movido”
para modificar el presupuesto de Proárbol
para priorizar el MFS y cuales son indiferentes
a este tema.
Numeralia:
El poder ejecutivo entregó
el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la
Federación para el Ejercicio Fiscal
2009 (PPEF 2009), con una propuesta para destinar
el 52 por ciento (2 mil 600 millones de pesos)
de los recursos de Proárbol a los programas
que promueven la reforestación y las
plantaciones, mientras que al MFS sólo
se destinó 17.5 por ciento (860 millones
de pesos).
El pasado 29 de octubre
la Comisión de Medio Ambiente y Recursos
Naturales de la Cámara de Diputados
aprobó el Acuerdo de Propuestas de
Modificación al PPEF 2009 en el que
únicamente se reasignan 60 millones
de pesos, del programa de reforestación
(Procoref), al Programa de Conservación
Indígena y Comunitaria de la Biodiversidad
(COINBIO), uno de los programas que promueven
el Manejo Forestal Sustentable Comunitario.
No se incrementaron presupuestos
del Programa de Promoción de la Producción
y la Productividad de los Ecosistemas Forestales
de Manera Sustentable (Procymaf) y el Programa
de desarrollo Forestal (Prodefor), que también
promueven esta práctica.
+ Más
Greenpeace insiste en la
necesidad de retirar a ANAV la licencia de
explotación de Ascó y Vandellós
La organización ecologista
se pregunta qué más pruebas
necesitan el CSN y el Ministerio de Industria
para reconocer la pésima cultura de
seguridad en Ascó y Vandellós
- 07 noviembre 2008 - España — Tras
el descubrimiento de un grave defecto en la
central nuclear de Ascó que afecta
al sellado del edificio de contención
(un boquete de unos diez centímetros),
Greenpeace exige la retirada inmediata de
la licencia de explotación sociedad
concesionaria, la ANAV (Asociación
Nuclear Ascó-Vandellós) ya que
se trata de un hecho de extrema gravedad.
"Este hecho demuestra
la ausencia de cultura de seguridad y la irresponsabilidad
de ANAV. ¿Tendremos que esperar a que
se produzca un grave accidente para que el
CSN y el Ministerio de industria retiren a
ANAV la licencia de explotación de
sus centrales nucleares?", se ha preguntado
Carlos Bravo, responsable de la campaña
Nuclear de Greenpeace.
A pesar de la escasa información
que proporciona el Consejo de Seguridad Nuclear,
estos días se ha podido leer en diferentes
medios que los responsables de la (ANAV) habrían
engañado a la Inspección Residente
del CSN sobre el tema, al asegurar, sin haber
hecho comprobación alguna, que el sellado
del edificio era perfecto.
“El edificio de contención
de una central nuclear debe ser una barrera
infranqueable que evite el escape de radiactividad
al medio ambiente en caso de accidente por
lo que este hecho es absolutamente inaceptable”,
ha declaro Carlos Bravo.
Por sí solas Ascó-1,
Ascó-2 y Vandellós-2 han sumado
ya 37 de los 57 sucesos de seguridad notificables
en lo que va de año en todo el parque
nuclear español. El cúmulo de
fallos imputables a falta de cultura de seguridad
es clamoroso.
Además de su negligencia
en este asunto, cabe recordar ahora otros
dos sucesos de seguridad ocurridos en los
últimos meses en Ascó a causa
de la falta de vigilancia de las condiciones
de seguridad exigibles por las normas y el
incumplimiento de los procedimientos por parte
de ANAV.
Así, en septiembre
pasado, el CSN hizo público que las
salas de control de Ascó-1 y Ascó-2
habían permanecido durante un tiempo
indefinido expuestas a incendios, lo que es
un hecho también de extremada gravedad.
Anteriormente se conoció que un trabajador
de la planta de Ascó-2 colocó
unos materiales radiactivos cerca de un detector
de radiación, lo que hizo saltar la
alarma.
Además, el 24 de
agosto de este año se declaró
un incendio en la sala de turbinas de Vandellós-2,
cuyas causas no han sido totalmente esclarecidas,
y que la mantuvo parada cerca de dos meses.
Sin olvidar la irresponsable actuación
de ANAV es el escándalo del escape
de partículas altamente radiactivas
de cobalto-60 de Ascó-1.
Esta fuga, que se produjo
a finales de 2007, fue ocultada durante 4
meses, incluso al Consejo de Seguridad Nuclear.
De este escape se ha derivado un peligro grave
para la salud de las personas: más
del 86% de partículas recogidas producían
una radiactividad suficiente como para superar
los límites legales aplicables a miembros
del público en caso de contaminación
interna. A pesar de ello, el CSN se ha limitado
a proponer un castigo económico a la
central, que, aunque se aplicara finalmente
la multa máxima, resultará ínfima
en comparación a la cuenta de resultados
de la compañía.
Greenpeace recuerda al ministro
de Industria, Miguel Sebastián, su
afirmación del pasado mes de septiembre
de “no poder permitir ni un incidente [nuclear]
más”. Así como exige el cumplimiento
del compromiso del presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero,
de establecer un calendario de cierre de las
centrales nucleares españolas.
+ Más
Los problemas de seguridad
fuerzan la parada de Vandellós-2 y
Cofrentes
Tres centrales nucleares
están paradas en estos momentos y España
está exportando electricidad - 12 noviembre
2008 - España — La central nuclear
de Vandellós-2 (Tarragona) tuvo que
volver a parar ayer al no poder solucionar
el fallo ocurrido el sábado pasado,
provocado por la inserción accidental
dentro del núcleo de una de las barras
de control. Este es un problema que sucede
desde hace más de un año sin
que la central sepa cómo solucionarlo.
Este problema, que afecta
al sistema de parada de la reacción
nuclear del reactor, se suma a los que sufren
los componentes del sistema de turbinas que
derivó en un incendio el pasado mes
de agosto y que provocó una parada
de dos meses de duración. Tras su accidentado
rearranque a finales de octubre (abortado
varias veces) paró de manera forzosa
días después a causa de fallos
en el alternador reparado tras el incendio.
Por otro lado, la central
nuclear de Cofrentes (Valencia) lleva parada
desde el 24 de octubre para revisar el cableado
eléctrico de la válvula de alivio
del circuito primario, que ya provocó
una parada no programada en este año
y la activación de la prealerta de
emergencia.
Ascó-2 (Tarragona)
está parada para recarga de combustible.
En ella se descubrió un boquete de
10 centímetros en el edificio de contención,
que había pasado inadvertido a los
responsables de la central nuclear.
“Ante la plaga de problemas
de seguridad en las centrales nucleares, resulta
cada vez más ridícula la afirmación
del lobby nuclear de que las centrales funcionan
de forma excelente, como trasmitió
ayer el Foro Nuclear en un comunicado”, ha
declarado Carlos Bravo, responsable de la
campaña de energía nuclear de
Greenpeace. “Las proclamas y mentiras de la
industria nuclear son un insulto a la inteligencia
de los ciudadanos”, añadió Bravo.
Tres de las ocho centrales
nucleares españolas están paradas
hoy mientras España está exportando
electricidad. El sistema eléctrico
penínsular es netamente exportador,
situación que se da desde 2004. A pesar
de ello, la industria nuclear transmite repetidamente
la mentira de que España depende de
la importación de electricidad nuclear
de Francia.
Por otra parte, Greenpeace
lamenta que el Consejo de Seguridad Nuclear
no publique en su web institucional la información
de la parada de Vandellós-2 por problemas
de seguridad (y otras informaciones relevantes
relativas a fallos de las instalaciones).