12
Dec 2008 - Las cinco organizaciones ecologistas
más importantes de ámbito estatal
(Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena) han
declarado hoy en rueda de prensa en Mérida
su firme oposición al proyecto de refinería
del grupo Gallardo en Tierra de Barros (Badajoz),
al que califican de “auténtico despropósito
medioambiental”.
En Tierra de Barros el Grupo
Gallardo, con el apoyo de la Junta de Extremadura
y el visto bueno del Ministerio de Industria,
quiere construir una refinería. Las
organizaciones ecologistas califican este
proyecto como un despropósito desde
múltiples puntos de vista.
En primer lugar, esta refinería
tendrá nefastas consecuencias para
el medio ambiente y la salud de las personas,
principalmente por la emisión de partículas
en suspensión. Esto implica que, en
lugar de revitalizar la economía local,
la va a perjudicar gravemente, ya que la agricultura
se verá severamente afectada y ésta
es la actividad principal de la comarca.
A esto hay que añadir
las emisiones de CO2 de la refinería,
que contribuirán al incremento del
calentamiento global. La refinería
no sólo generaría una mayor
cantidad de combustible para el transporte,
sino que, en sí misma, es un potente
generador de gases de efecto invernadero,
lo que en definitiva supone abundar todavía
más en el incumplimiento reiterado
de España en sus compromisos de lucha
contra el cambio climático de acuerdo
con el Protocolo de Kyoto.
Por otra parte, el citado
proyecto contempla la construcción
de un oleoducto y un poliducto desde Huelva
a los Santos de Maimona (Badajoz). En total,
más de 500 kilómetros de tuberías,
que junto al resto de instalaciones afectarían
a 14 espacios naturales protegidos por la
Unión Europea, además de generar
un impacto directo sobre el Parque Nacional
de Doñana, introduciendo un riesgo
de vertido inasumible para infinidad de hábitats
y cauces.
Además, el proyecto
prevé un consumo de 4 hm3/año
de agua en una tierra como Extremadura, con
unos recursos hídricos muy limitados.
Esto podría suponer que el abastecimiento
a la población peligrase en las épocas
de sequía. Incluso la Confederación
Hidrográfica del Guadiana ha reconocido
el riesgo de vertidos a las aguas del río
Guadiana, ya gravemente contaminado.
El interés del Gobierno
de Extremadura (del PSOE) por este proyecto
industrial tan contaminante contrasta con
las declaraciones y compromisos electorales
del Sr. Rodríguez Zapatero a favor
de las energías renovables y en contra
del cambio climático. Esta refinería
supone la apuesta por un combustible que tiene
sus días contados, ya que cada vez
está más cercana el fin de la
era del petróleo. Las organizaciones
ecologistas consideran que las inversiones
deben estar dirigidas hacia las energías
renovables, que generan más empleo
y permiten progresar hacia la independencia
energética y no a una mayor utilización
de los combustibles fósiles.
Finalmente, los representantes
ecologistas destacan la fuerte oposición
del pueblo extremeño a la refinería,
por ser un proyecto con grandes intereses
empresariales y políticos pero ajeno
a los intereses de agricultores/as y vecinos/as
de la comarca de Tierra de Barros y tremendamente
perjudicial para un medio ambiente relativamente
bien conservado.
Por todo ello las organizaciones
ecologistas de ámbito estatal (Amigos
de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena) manifiestan
su solidaridad con la plataforma Refinería
NO y su firme rechazo a este proyecto, instando
al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural
y Marino a que publique la correspondiente
Declaración de Impacto Ambiental negativa
y lo desestime así por su contribución
al aumento de emisiones contaminantes y su
impacto sobre los espacios naturales de Extremadura
y Andalucía.
+ Más
Organizaciones ecologistas
y de desarrollo piden al Parlamento Europeo
que rechace el acuerdo sobre el Reparto de
Esfuerzos
12 Dec 2008 - El acuerdo
alcanzado hoy por los líderes europeos
sobre el Paquete de Clima y Energía,
que define la respuesta de la Unión
Europea al cambio climático, ha sido
considerado como un auténtico fracaso
por la Red Europea de Acción contra
el Clima, Amigos de la Tierra, Ecologistas
en Acción, Greenpeace, Intermón
Oxfam y WWF.
Las organizaciones ecologistas
y de desarrollo han afirmado que el acuerdo
alcanzado hoy sobre la propuesta legislativa
de Reparto de Esfuerzos, que establece objetivos
nacionales de reducción de emisiones
para los sectores no incluidos en el régimen
de comercio de derechos de emisión,
es totalmente inconsistente con el objetivo
claro de la Unión Europea de mantener
el calentamiento global por debajo de los
+2ºC. Más en concreto, los Jefes
de Estado y de Gobierno europeos sólo
se han comprometido de forma ambigua a alcanzar
el objetivo de reducción de las emisiones
del 30% en el 2020, objetivo por el que apostaban
rotundamente hace un año.
De forma adicional, el acuerdo
al que se ha llegado hoy permite que hasta
los dos tercios del esfuerzo de reducción
de emisiones, un nivel excesivamente alto,
se realice mediante la compra de créditos
de carbono de proyectos fuera de la Unión
Europea. Los líderes europeos no han
aceptado introducir mecanismos de sanciones,
tales como multas, para obligar a los estados
a cumplir con sus objetivos nacionales, lo
que puede llevar a que los gobiernos no actúen
en consecuencia o se tomen a la ligera su
posible inacción.
Por lo tanto, las organizaciones
piden al Parlamento Europeo que apoye un esfuerzo
europeo de reducción de emisiones efectivo
cuando vote la propuesta legislativa sobre
el Reparto de Esfuerzos la próxima
semana y, simultáneamente, que rechace
el acuerdo alcanzado hoy sobre esta norma.
También solicitan a la sociedad civil
y a los parlamentos nacionales que no acepten
el uso en el mercado europeo de créditos
sin criterios de calidad inherentes, ya que
los Jefes de Estado y de Gobierno parecen
obviar la relevancia de este aspecto.
En las discusiones llevadas
a cabo respecto al futuro del régimen
de comercio de derechos de emisión
en la Unión Europea, se ha concedido
prácticamente la total exención
de la compra de derechos para el sector industrial
europeo. Estas concesiones se han otorgado
bajo el argumento de que un sistema de subastas
tendría un impacto negativo sobre la
competitividad internacional de estas industrias,
pese a que tal certeza es inexistente. Gracias
principalmente a la presión realizada
por Polonia, se han entregado incluso exenciones
de compra de derechos al sector eléctrico
contaminante, a pesar de la evidencia de que
este sector recibe enormes beneficios extraordinarios,
mediante el traslado del coste teórico
del derecho al precio final pagado por el
consumidor, cuando estos derechos los han
recibido de manera gratuita.
Las organizaciones ecologistas
y de desarrollo insisten en que el sistema
de subastas de derechos de emisión
debe ser la norma para todas las industrias
incluidas en este régimen, cuando se
revise este sistema. Las industrias que no
reduzcan su nivel de contaminación
tienen que pagar por ello. Los ingresos generados
en las subastas tienen que financiar políticas
de lucha contra el cambio climático
en los países en desarrollo y en Europa.
Amigos de la Tierra, Ecologistas
en Acción, Greenpeace, Intermón
Oxfam y WWF han afirmado: “Este es un día
negro para la política europea del
clima. Los Jefes de Estado y de Gobierno europeos
han dado la espalda al esfuerzo global necesario
para luchar contra el cambio climático.
Deberían sentirse avergonzados, ya
que han favorecido claramente a los intereses
privados de las industrias contaminantes frente
a la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas
europeas, las generaciones futuras y la situación
dramática que viven millones de personas
en todo el mundo”. “El Parlamento Europeo
debería apoyar la modificación
de las peores partes del acuerdo alcanzado
hoy”, añaden.
La Unión Europea
tampoco ha acordado establecer unos compromisos
serios para financiar políticas de
adaptación al cambio climático
en los países en desarrollo, ni para
reducir el incremento en sus emisiones. Una
postura que ha amenazado con arruinar las
negociaciones de las Naciones Unidas sobre
el Clima en Poznan (Polonia). Por ello, las
organizaciones piden a los líderes
de la Unión Europea que adopten inmediatamente
un acuerdo sobre ayuda financiera a los países
en desarrollo y hagan una propuesta de obligado
cumplimiento en marzo de 2009. Las negociaciones
de las Naciones Unidas necesitan urgentemente
que la Unión Europea muestre su voluntad
de contribuir en la parte que le corresponde
a los costes causados por el cambio climático.