De
izquierda a derecha: Fabio Arjona, director
de Conservación Internacional; Juan
Lozano, ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial; Herman Martínez, director
Jardín Botánico de Bogotá
J.C.M. y Leon Teicher, presidente de Cerrejón.
Con sus 754 especies más
las descubiertas en esta expedición,
posee más que Brasil por unidad de
superficie.
Por primera vez se registran
especies típicas centroamericanas en
un país suramericano.
La noticia contribuye a
justificar la asignación de una nueva
área protegida en el sector del Cerro
Takarkuna, selva del Darién.
Bogotá, 2 de febrero de 2009 (MAVDT).-
Durante 3 semanas, herpetólogos de
Conservación Internacional Colombia
y ornitólogos de la Fundación
Ecotrópico Colombia, con el apoyo de
la comunidad Emberá de Eyakera, asentada
en las cabeceras del río Tanelita,
realizaron una exploración científica
en la espesa selva del Darién, específicamente
en el Cerro Takarkuna.Los trabajos de investigación
contaron con el apoyo de Carbones del Cerrejón.
"Una vez más
ratificamos que somos potencia por naturaleza
y que no sólo somos líderes
en nuestra región, sino en el mundo
entero. Sin duda, este hecho representa un
gran avance para la humanidad en materia de
ciencia y salud" destacó el ministro
de Ambiente, Juan Lozano Ramírez.
Dentro de las especies nuevas
de anfibios se encuentran:
Tres ranas de cristal (de
los géneros Nymphargus, Cochranella
y Centrolene)
Como elementos centroamericanos
que se registran por primera vez para el norte
de Suramérica se encuentran: una salamandra
(Bolitoglossa taylori), una rana de lluvia
(Pristimantis pirrensis), una lagartija (Ptychoglossus
myersi) y una serpiente aún no identificada
plenamente.
Adicionalmente se reportó
la presencia de grandes mamíferos como:
La danta chocoana o macho de monte (Tapirus
bairdii) especie críticamente amenazada
en Colombia, cuatro especies de monos: La
Marimonda chocoana (Ateles geoffroyi), el
bichichi (Saguinus geoffroyi), el maicero
capuchino (Cebus capuchinus) y el ahullador
negro (Aloutta palliata). También se
encontraron poblaciones saludables del puerco
de monte (Tayassu pecari).
Luego de confirmar la identidad
de las especies descubiertas, se procederá
a darlas a conocer a la comunidad científica
para buscar la cura de algunas enfermedades
y a las autoridades ambientales para evaluar
su estado de conservación o riesgo
de extinción de acuerdo a los criterios
de la UICN ( Union Internacional para la Conservación
de la Naturaleza),
Se espera que los resultados
de la presente expedición contribuyan
a fortalecer las figuras de Reserva Forestal
Protectora y Área de Manejo Especial
que cobijan la mayor parte de la región
del Darién colombiano (municipios de
Unguía y Acandí), para que puedan
ser implementadas efectivamente en sus objetivos
de conservación y manejo y, en particular,
contribuyan a justificar la asignación
de una nueva área protegida en el sector
del Cerro Takarkuna.
"Indudablemente esta
región es una verdadera Arca de Noe,
pues el alto número de especies nuevas
de anfibios encontrados ofrece una ventana
de esperanza ante la grave amenaza de extinción
que esta impactando las poblaciones de este
grupo de animales en muchas otras regiones
del país y del mundo" dijo José
Vicente Rodriguez-Mahecha, Director Científico
de CI-Colombia.
Servicios Ambientales que
prestan los anfibios:
Son reguladores de plagas
de insectos nocivos para la agricultura. Por
ejemplo, una pareja de sapos comunes pueden
consumir al año hasta una tonelada
de insectos.
Los anfibios igualmente
mantienen a una gran variedad de depredadores
que se alimentan de ellos y por su ciclo de
vida, que se lleva a cabo una parte en el
agua y otra en la tierra, movilizan nutrientes
entre estos dos paisajes.
Popularmente, los científicos
consideran que los anfibios son los guardianes
de la salubridad humana, ya que sus pieles
lisas y expuesta directamente a los elementos
indican si existen condiciones adecuadas para
la vida del hombre (son excelentes indicadores
de la contaminación con metales pesados,
pesticidas, herbicidas y agentes productores
de lluvia acida, entre otros).
Amenazas:
Las principales amenazas
para los anfibios en la región del
Takarkuna consisten en la deforestación
y perdida del hábitat, entre el 25
y el 30% de las selvas por debajo de los 800
m de altura han sido derribados y convertidos
en pastizales. Igualmente el cambio climático
ha exacerbado la actividad de un hongo patógeno
que esta matando las poblaciones de anfibios
en todas las regiones montañosas del
mundo.