03
Mar 2009 - Las organizaciones ecologistas,
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF, han presentado
hoy el documento Un programa por la Tierra.
Un año sin política ambiental
en el que hacen un balance de la gestión
ambiental del Gobierno Central al cumplirse
un año de las elecciones generales.
Las organizaciones coinciden en que, en la
actualidad, el medio ambiente ha perdido gran
parte del peso político que tuvo en
la anterior legislatura y en que la política
ambiental ya no forma parte de las prioridades
del Gobierno.
Además, bajo la excusa
de la crisis, se están promoviendo
políticas totalmente insostenibles
como el impulso a las grandes obras públicas
del Plan Estratégico de Infraestructuras
y Transporte o el apoyo financiero a la construcción,
causantes de gran parte del deterioro ambiental
de nuestro país. Los ecologistas han
constatado también una reducción
progresiva en la transparencia, así
como en las herramientas de participación
social que se habían conquistado.
Para demostrar un cambio
hacia la sostenibilidad las ONG consideran
que el Gobierno debe materializar las siguientes
medidas en un breve plazo de tiempo:
Introducir condicionantes
ambientales y sociales en las medidas anticrisis
que garanticen que las ayudas llegan a los
sectores más necesitados y se realizan
en paz con el planeta.
Cerrar la Central Nuclear
de Santa María de Garoña.
Derribar el hotel ilegal de El Algarrobico.
Lograr un compromiso público de abandono
definitivo de la política trasvasista.
Desestimar el proyecto de refinería
en Tierra de Barros (Badajoz).
Aprobar una moratoria para el cultivo del
maíz transgénico Mon810.
Crear una reserva para el atún rojo
en Baleares.
Retirar el proyecto de ley que permite la
compraventa de construcciones en dominio público
marítimo-terrestre.
Reformar el proyecto de Ley de modificación
de la evaluación de impacto ambiental,
otorgando plazos suficientes al proceso que
garanticen totalmente que estas evaluaciones
son completas, rigurosas e independientes
de los promotores.
Desestimar los proyectos de autovía
de Dos Mares y Cáceres-Badajoz.
En el documento Un programa por la Tierra.
Un año sin política ambiental
se analiza la actuación del Gobierno
en diferentes áreas medioambientales:
Cambio climático.
El Presidente del gobierno, José Luís
Rodríguez Zapatero, se comprometió
en su campaña electoral a considerar
el cambio climático como uno de los
ejes claves de la acción de su Gobierno.
Sin embargo, en la actualidad la única
preocupación del Gobierno es cumplir
con los objetivos de Kioto a través
del comercio de emisiones en vez de reduciendo
emisiones.
Política energética.
La política energética adolece
de falta de transparencia. Además,
no se ha concretado el compromiso de elaborar
un calendario de cierre de las centrales nucleares.
Transporte. Se apuesta por
una política insostenible de construcción
de autovías y AVE, incluso donde la
demanda no lo justifica.
Calidad del aire. La Comisión
Europea ha iniciado un expediente sancionador
contra España por mala calidad del
aire y a pesar de ello el Gobierno no está
adoptando las medidas necesarias para poner
fin a un problema que provoca más de
16.000 muertes prematuras cada año.
Urbanismo y ordenación
del territorio. En este último año
se está produciendo un auténtico
trasvase de dinero público para evitar
el hundimiento del sector inmobiliario, sector
que está en el origen de los problemas
ambientales y sociales más importantes
de nuestro país.
Residuos. El Gobierno aprobó
en diciembre de 2008 el Plan Nacional Integrado
de Residuos 2008–2015, pero su alcance no
se corresponde con la urgencia de reducir
la cantidad de residuos generados y la incineración.
Consumo. El actual modelo
de consumo destruye el pequeño comercio
y las PYMES. En tiempos de crisis, el Gobierno
debería desarrollar medidas que favorezcan
el comercio minorista y que fomenten a las
empresas de producción local.
Agua. La política
del agua del actual Gobierno tiene claros
indicios de vuelta al pasado, a la política
de trasvases y embalses, subordinada a las
políticas agraria y urbanística.
Agricultura. Se apoya un
modelo industrial destructivo y se ha dado
un giro de 180 grados en la política
española en materia de organismos modificados
genéticamente.
Bosques. La política
forestal española continúa siendo
prácticamente inexistente y hay una
falta de iniciativa para reforzar la protección
de las masas forestales autóctonas.
Políticas de conservación.
No existen políticas activas para frenar
la pérdida de biodiversidad. Las principales
amenazas para la fauna y la flora siguen operando
sin ninguna cortapisa.
Mares y Costas. Falta voluntad
real para cambiar la política pesquera
en profundidad y controlar la actividad insostenible
de la flota española. Además,
se está produciendo un cambio en los
principios de protección y defensa
del litoral, como demuestra el proyecto de
Ley General de Navegación Marítima.
Política exterior.
El sector exterior se está convirtiendo
en motor de crecimiento de la economía,
lo que implica la construcción de impactantes
infraestructuras o el consumo creciente de
energía.
Política de información
y participación. Se detecta una falta
de respuesta efectiva a las peticiones de
las organizaciones ecologistas.