07
marzo 2009 - DF, México — Este 6 de
marzo, Felipe Calderón permitió
oficialmente las siembras experimentales de
transgénicos en México, al violar
la ley ambiental y pasar por alto la opinión
pública y científica; Greenpeace
rechaza enérgicamente esta acción
que va en contra de nuestra soberanía
alimentaria
México, anfitrión
irresponsable
Documento: El origen y la
diversidad del maíz en español
e inglés.
El Ejecutivo eliminó
el Régimen de Protección Especial
al Maíz, ignorando la opinión
pública, de científicos y la
existencia de experiencias negativas en otras
naciones.
Violando la ley para permitir
las siembras experimentales de maíz
transgénico en México, el presidente
Felipe Calderón eliminó el Régimen
de Protección Especial al Maíz
relegándolo a un instrumento de carácter
no jurídico y por tanto, no obligatorio
para proteger las variedades de este grano
tan importante para los mexicanos.
El anuncio se hizo hoy en
el Diario Oficial de la Federación
(DOF), por medio de un Decreto por el que
se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones del Reglamento de la Ley de
Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados (LBOGM).
En el Decreto se deroga
el artículo transitorio del Reglamento
de la LBOGM, el cual ordenaba la publicación
de un Régimen de Protección
Especial al Maíz, con el fin de preservar
las variedades de maíz existentes en
todo el país y establecer claramente
los centros de origen y diversidad de este
grano; y en su lugar se implemento el artículo
73, en el que se relega la acción del
Régimen a un instrumento no jurídico
y de comunicación que aparecerá
dentro de la página web del Sistema
Nacional de Información sobre Bioseguridad,
en decir, sólo será una página
de consulta pública de la Comisión
Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (CIBIOGEM).
“La eliminación del
Régimen, violando el artículo
2 fracción II de la LBOGM, deja sin
carácter obligatorio la implementación
de medidas de prevención, remediación
y contención de la actual contaminación
de maíz transgénico en cultivos
de maíz convencional detectados en
territorio mexicano (1), lo cual, además
de evidenciar la complicidad de las autoridades
federales con las empresas que han contaminado
nuestro campo mexicano, demuestra la incapacidad
de las autoridades para hacer frente a la
liberación al medio ambiente de variedades
de maíz transgénicas”, explicó
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de Agricultura sustentable de Greenpeace México.
En el decreto se establece
que las secretarías de Agricultura,
y de Medio Ambiente y de Recursos Naturales
serán las encargadas de establecer
las medidas de bioseguridad caso por caso,
para evitar la mezcla de variedades de maíz,
así como definir las zonas donde se
puede realizar la siembra sin ningún
riesgo para las especies nativas. Sin embargo,
desde que se presentó el primer caso
de contaminación de maíz transgénico
en México, en el estado de Oaxaca,
en 2001 y hasta esta fecha, ambas dependencias
han sido incapaces de establecer medidas de
control para evitar más casos de contaminación.
Por ello, resulta absurdo e irresponsable
que sean estas dependencias sean las que determinen
las medidas de bioseguridad con sus propios
criterios.
Al eliminar el Régimen
de Protección Especial al Maíz,
el gobierno federal ignoró:
- la necesidad de una Manifestación
de Impacto Regulatorio y evadió la
consulta pública obligatoria en la
que, en aras de llevar un proceso transparente,
deben ser tomados en cuenta diferentes comentarios
de la sociedad en general, de acuerdo a la
Ley Federal de Procedimiento Administrativo
(LFPA 69-J).
- las 16 mil 139 peticiones
de mexicanos que desde abril de 2008 exigieron
a la Sagarpa y al Jefe del Ejecutivo que protegieran
el maíz y evitaran que empresas extranjeras
conviertieran el cultivo de este importante
grano en un monopolio en manos de extranjeros.
- las recomendaciones de
científicos mexicanos que alertaron
sobre el riesgo de contaminación de
los centros de origen del maíz en nuestro
país.
- la existencia de una Ley
de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados vigente y que prohíbe la
siembra de maíz transgénico
en México sin contar con un marco de
bioseguridad en todo el territorio nacional.
el mensaje de la reunión
sobre compensación y seguridad del
Protocolo de Cartagena de Organismos Genéticamente
Modificados, que no ha determinado cómo
deben de hacerse responsables quienes contaminan
con transgénicos los cultivos tradicionales
en un país.
La necesidad de determinar
cuáles son los centros de origen y
diversidad genética a que hacen referencia
los artículos 86 y 87 de la LBOGM;
así como la expedición de las
normas oficiales mexicanas mandatadas por
la esta misma ley.
Además, las supuestas
medidas de protección presentadas en
la modificación al Reglamento no contemplan
la implementación de un mecanismo de
biomonitoreo que descarte la extensión
de la contaminación transgénica
actual.
“La violación a la
Ley de Bioseguridad habla de un intento desesperado
de las autoridades mexicanas por cumplir con
las exigencias de la industria biotecnológica
para liberar su maíz transgénico
en el centro de origen del maíz. Las
autoridades han caído en el chantaje
de las empresas transnacionales, como Monsanto,
que amenazan con no invertir 200 millones
de dólares en investigación
del uso de su biotecnología en nuestro
país, cuando ni duplicando esa suma
se podrá reparar el grave daño
a la humanidad por permitir la contaminación
de nuestro maíz. A la fecha, el gobierno
mexicano carece de información para
determinar cuántas variedades transgénicas
están contaminando el campo mexicano,
eso debería ser más importante
para el gobierno federal”, denunció
Lara.
Actualmente, la industria
agrobiotecnológica ha creado variedades
de maíz transgénico que contienen
sustancias anticoagulantes, vacunas y plásticos
que son empleadas para elaborar fármacos
y productos industriales, las cuales están
prohibidas en el artículo 67 del Decreto
de reforma del régimen de la LBOGM.
En cualquier momento estos maíces podrían
llegar a la cadena alimenticia debido a la
falta de monitoreo por parte de las autoridades
mexicanas, el cual sigue sin contemplarse
dentro de la modificación al régimen
de la LBOGM.
“La intención de
autorizar siembras experimentales en el país
no es acumular datos y evaluaciones científicas,
sino acelerar el proceso de comercialización
de maíz transgénico de las empresas
extranjeras a pesar de los daños e
incertidumbres que éste plantea. Actualmente
se cuenta con investigaciones serias de científicos
independientes a la industria agrobiotecnológica
que demuestran los impactos negativos al medio
ambiente y la salud humana, los cuales han
ocasionado que países como Francia,
Grecia, Hungría y Austria impusieran
moratoria a la liberación de maíz
transgénico de Monsanto. El propio
reglamento de la LBOGM mandata considerar
dichas experiencias en su artículo
16 fracción V (2)”, declaró
Lara.
Greenpeace exige al gobierno
de Felipe Calderón que cumpla la ley
y proteja nuestro maíz, el alimento
básico para los mexicanos. Es preciso
que se prohibía la liberación
al medio ambiente de maíz transgénico
en nuestro país y que se tomen medidas
de contención y prevención ante
la alarma de casos de contaminación
con variedades transgénicas en cultivos
convencionales. México debe defender
la biodiversidad, la seguridad y soberanía
alimentaria de los mexicanos.
Greenpeace México
Notas:
1. Desde 2001 se han registrado en México
otros casos de contaminación con maíz
transgénico, en estados como Oaxaca,
Tamaulipas, Puebla, Ciudad de México
(delegaciones Magdalena Contreras y Milpa
Alta), Sinaloa, Veracruz y el más reciente,
en el Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua.
2. Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados. http://www.cibiogem.gob.mx/Norm_leyes/Reglamento_LBOGM.pdf