20 marzo 2009 - DF, México
— Concluye la reunión de Jefes de Estado
de la Unión Europea en Bruselas, en
la que acordaron recaudar dinero para que
los países en desarrollo hagan frente
al cambio climático, pero fallaron
en poner sobre la mesa cuánto
En el marco de la reunión
de Jefes de Estado de la Unión Europea
(UE) celebrada en Bruselas los días
19 y 20 de marzo, los líderes europeos
acordaron recaudar dinero para que los países
en desarrollo hagan frente al cambio climático,
pero fallaron en poner sobre la mesa la cantidad
de dinero necesario para hacer realidad este
objetivo.
Para Greenpeace, los países
industrializados deberían aportar 140
mil millones de dólares anuales para
2020. La UE debería contribuir con
45 mil millones de dólares.
Estos se destinarían
a la lucha contra el cambio climático
en los países en desarrollo en los
siguientes campos: 50 mil millones de dólares
para inversiones en energías limpias,
40 mil millones de dólares para protección
de los bosques, y 50 mil millones de dólares
para ayudar a los países en desarrollo
más vulnerables para enfrentarse a
los devastadores efectos del cambio climático.
Greenpeace considera que
la falta de compromisos financieros concretos
no ayudan en la consecución de un acuerdo
en materia de protección del clima
que deberá ser alcanzado en diciembre
de 2009 en Copenhague, Dinamarca.
"La UE acordó
que debe pagar su deuda histórica de
emisiones de carbono, pero si no existen compromisos
por parte de los países ricos, las
naciones en desarrollo van a pensarlo dos
veces antes de unirse a un acuerdo mundial
de protección del clima. No se puede
negociar la manera en que cada quién
contribuirá para combatir el calentamiento
global a menos que haya dinero sobre la mesa
", señaló María
José Cárdenas, Coordinadora
de Cambio Climático y Energía
de Greenpeace.
Greenpeace hace un llamado
a los líderes del mundo para que no
pierdan más tiempo. La organización
ambientalista considera que el elemento clave
en estas negociaciones debe ser la voluntad
conjunta de romper con la histórica
dependencia de energías sucias como
la nuclear, el petróleo o el carbón,
así como la apuesta por el futuro viable
y real que ofrecen las energías renovables
y la eficiencia energética.
“No se trata de dar caridad
a los países en desarrollo, se trata
de que los países ricos asuman su responsabilidad
histórica de causar el calentamiento
global y que contribuyan a su mitigación
con base en su capacidad de pago. Las inversiones
necesarias para proteger al clima son ridículas
en comparación con las que se han destinado
al rescate de los bancos. Defendemos la apuesta
por las energías limpias como la opción
más favorable para resolver tanto la
crisis del clima como la económica,
sobretodo en países como México
con un importante potencial de aprovechamiento
de este tipo de tecnologías”, finalizó
Cárdenas.
+ Más
Exige Greenpeace un programa
integral de Basura Cero
20 marzo 2009 - DF, México
— Aunque la organización ve con buenos
ojos que la Asamblea Legislativa haya impulsado
una nueva Ley de Residuos Sólidos para
prohibir el consumo de bolsas no biodegradables,
esto no debe quedar en un esfuerzo aislado,
sino formar parte de un programa de Basura
Cero y de empaques y embalajes
Greenpeace ve con buenos
ojos que la Asamblea Legislativa haya impulsado
esta nueva Ley de Residuos Sólidos,
en la que se pretende inhibir el consumo masivo
de bolsas de plástico, sin embargo,
esto no debe quedar en un esfuerzo aislado,
sino que debe formar parte de un programa
integral encaminado a lograr el establecimiento
de un proyecto de Basura Cero.
Es preferible que, ante
el cúmulo de residuos que se están
generando ahora, se concreten esfuerzos para
disminuir el volumen de residuos que se producen
a diario en la ciudad (un kilo y medio de
basura por habitante en la ciudad de México),
y que se intente contenerlo con materiales
biodegradables.
Aún mejor sería
que los consumidores optaran por el uso de
las bolsas de tela u otro material de uso
prolongado, para evitar que el problema sólo
se transforme y pase del uso de múltiples
bolsas de plástico, al uso múltiple
de bolsas de material biodegradable.
"Greenpeace ya revisa
esta nueva legislación para ver si
incluye aspectos importantes y reales para
frenar y controlar empaques y embalajes, y
si también extiende las responsabilidades
a productores", señaló
Patricia Ramos, coordinadora de la campaña
de Tóxicos de Greenpeace México.
"Es una buena iniciativa,
pero insuficiente. No es suficiente que sea
sólo para centros comerciales ya que
no son los únicos porque también
existe el comercio ambulante", indicó
Cecilia Navarro, directora de comunicación
de Greenpeace México.
Por ello, Greenpeace considera
necesario reducir los volúmenes de
residuos que se producen diariamente e impulsar
a nivel nacional una ley de empaques y embalajes.
"Las bolsas que se descompongan en menos
tiempo no necesariamente son la solución".
La secretaría de
Medio Ambiente tendría que promover
a nivel nacional una ley para reducir en todo
lados y de manera general, no sólo
las bolsas de plástico sino los contenedores
de productos procesados que tienen muchos
envoltorios.
En entrevista, señaló
que no se debe privilegiar el uso de bolsas
biodegradables que se desintegren en un periodo
más corto, sino apostarle a materiales
de uso prolongado, como tela o yute, pues
para elaborarlas se requiere un mayor consumo
de energía, lo que también daña
al medio ambiente, concluyó Navarro.