Las
tortugas carey, que se encuentran en peligro
crítico, ya no son ofrecidas a la venta
en la República Dominicana después
de que una fuerte campaña gubernamental
incluyera la confiscación de artículos
de este tipo ilegalmente ofrecidos a la venta
en tiendas. Más del 99 por ciento de
estos souvenirs han sido retirados o confiscados
reportó TRAFFIC, la red de monitoreo
del comercio de vida silvestre.
Las escamas de la tortuga
carey han sido utilizadas para la elaboración
de joyería y otros artículos
ornamentales lo que ha causado la captura
excesiva de la especie, la imagen muestra
especímenes confiscados por las autoridades
dominicanas durante fechas recientes.
Un estudio realizado por
TRAFFIC en 2006 encontró a la venta
más de 23,000 artículos fabricados
con caparazón de tortugas carey. Una
nueva visita a las mismas localidades reveló
una dramática reducción con
sólo 135 artículos en exhibición
a la venta.
El éxito ha sido
logrado gracias a una seria de acciones realizadas
por el gobierno a partir de noviembre de 2008.
Simultáneamente, se ha promovido el
comercio de productos con materiales alternativos
como el cuerno de vaca o el hueso en tiendas
anteriormente comercializando productos de
carey.
“Realmente felicitamos al
Gobierno de la República Dominicana
por sus acciones decisivas que prácticamente
han eliminado el comercio ilegal flagrante
de concha carey”, dijo Adrián Reuter,
representante de TRAFFIC en México.
“Esto establece un importante ejemplo de conservación
para la región, mostrando que hay soluciones
en beneficio de la vida silvestre y las personas,
especialmente comunidades locales que dependen
del turismo.”
La tortuga carey es una
de tres especies de Tortugas marinas que anidan
en playas de la República Dominicana.
A lo largo del siglo pasado, millones han
sido sacrificadas para el mercado de carey
en Europa, los Estados Unidos y Asia. Actualmente
son perseguidas por furtivos principalmente
por sus caparazones, a partir de los cuales
se fabrican souvenirs vendidos a millones
de turistas que visitan el país, principalmente
de Norteamérica y Europa.
La tortuga carey está
clasificada por la UICN como en Peligro Crítico
y enfrenta un gran riesgo de extinción
global. Asimismo, está enlistada en
el Apéndice I de la CITES (Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de flora y Fauna Silvestres) junto
con otras tortugas marinas, el cual prohíbe
su comercio internacional.
“Con las tortugas marinas
del mundo amenazadas de extinción,
necesitamos maximizar cualquier esfuerzo para
salvar estas especies, que son infinitamente
más valiosas vivas como atracción
turística que muertas,” dijo Carlos
Drews, coordinador regional de WWF para la
conservación de las tortugas marinas
en Latinoamérica y el Caribe. “Las
buenas noticias de la República Dominicana
es que demuestra a otros países que
se puede hacer una diferencia real para reducir
el comercio ilegal.”
Notas para el editor
Las investigaciones en mercados
realizadas en Febrero fueron llevadas a cabo
bajo el marco de cooperación del Tratado
de Libre Comercio Centro América-Estados
Unidos-República Dominicana (CAFTA-DR
por sus siglas en inglés).
Se estiman unas 8,000 tortugas
carey hembras anidadoras (fuente: panda.org)
que habitan las aguas costeras de unos180
países alrededor del mundo. La sobrevivencia
de la especie está amenazada por comercio
ilegal de los caparazones, recolecta de los
huevos, cacería por su carne, y recientemente,
el cambio climático.
Imágenes y B-Roll
disponibles en http://www.divshare.com/folder/518004-cce
TRAFFIC es un programa conjunto de WWF y la
Unión Mundial para la Naturaleza (UICN),
y su objetivo principal es asegurar que el
comercio de especies silvestres no amenace
las poblaciones naturales de las mismas. Más
información en traffic.org.
WWF es una de las organizaciones
de conservación más grandes
y respetadas del mundo con casi 5 millones
de simpatizantes y una red global activa en
más de 100 países. La misión
de WWF es detener la degradación de
los ambientes naturales en la tierra y construir
un futuro en que los humanos vivan en armonía
con la naturaleza, a través de la conservación
de la biodiversidad mundial, asegurando que
el uso de los recursos naturales renovables
seas sostenible, y promoviendo la reducción
de la contaminación y consumo excesivo.
Más información en panda.org.
Jatziri Pérez
Coordinadora de Comunicación WWF-México