Los
últimos datos científicos muestran
la necesidad urgente de desarrollar medidas
que eviten consecuencias peligrosas - España
— Este fin de semana se celebra en Bonn (Alemania)
la primera reunión internacional del
año sobre cambio climático (1),
ante la que Greenpeace recuerda la necesidad
de que los países desarrollados alcancen
reducciones rápidas y contundentes
de sus emisiones de gases de efecto invernadero
para evitar los peores efectos del cambio
climático.
En la próxima reunión
del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre
Cambio Climático que tendrá
lugar en diciembre en Copenhague, se espera
que se alcance un acuerdo internacional para
salvar el clima. Dicho acuerdo debe incluir
un objetivo global de reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero para
los países desarrollados que, a la
luz de los últimos avances científicos,
debe ser mucho más ambicioso.
En este sentido, Greenpeace
ha tenido que reformular el objetivo que planteaba
hasta ahora a los países desarrollados,
una reducción del 30% de sus emisiones
para 2020, así como el objetivo general
del 50% de reducción de las emisiones
globales para 2050, porque ambos son insuficientes.
Según la organización,
para poder evitar los impactos más
catastróficos del cambio climático,
es necesario que los países desarrollados
acuerden disminuir colectivamente el 40% de
sus emisiones para 2020. Los países
en desarrollo tampoco pueden quedar al margen
y deben adoptar compromisos ambiciosos, en
la medida de sus posibilidades, para que las
emisiones globales no sólo lleguen
a su punto cumbre en 2015 sino que desciendan
lo más posible hasta cero hacia mediados
de siglo.
“La realidad del cambio
climático supera con creces cualquiera
de las previsiones anteriores. Los impactos
que ya estamos padeciendo, como el rápido
deshielo de los polos, evidencian que la amenaza
de una crisis climática es mucho más
cierta e inmediata de lo que hubiéramos
podido imaginar” ha declarado Aida Vila, responsable
de la campaña Cambio climático
y Energía de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que
el acuerdo de los países desarrollados
sobre un objetivo global de reducción
de emisiones es crucial para dinamizar las
negociaciones con el fin de alcanzar un acuerdo
climático global a finales de año
que sea coherente con los datos científicos
disponibles. “Ante las evidencias científicas,
la decisión que deben tomar ahora los
líderes políticos no se mide
en términos de popularidad electoral.
Nuestros gobernantes deben manifestar su voluntad
de salvarnos de los impactos peligrosos del
cambio climático y deben mostrarnos
que no van a desperdiciar la oportunidad”
ha añadido Vila.
Ante esta situación,
es necesario actuar de forma global para salvar
el clima, poniendo en marcha medidas profundas
de manera generalizada para lo que el compromiso
de los países en desarrollo es también
indispensable, según la organización
ecologista. Estos países deben contribuir
al esfuerzo mundial reduciendo el crecimiento
en emisiones proyectado entre el 15% y el
30% para 2020 y luchando contra la deforestación.
Al mismo tiempo se han de
adaptar a aquellos efectos del cambio climático
que ya son inevitables, para lo que deben
contar con el apoyo financiero de los países
desarrollados. Por esta razón, Greenpeace
pide a los países industrializados
que, en virtud de su responsabilidad en la
crisis climática y de su capacidad
económica, comprometan 110.000 millones
de euros al año, para 2020, en la lucha
contra el cambio climático en los países
más pobres.
Greenpeace considera que la crisis económica
ha demostrado que los líderes políticos
mundiales tienen la capacidad para afrontar
una emergencia con medidas sólidas
y potentes. “Hoy tenemos la oportunidad de
evitar los peores efectos del cambio climático
y no podemos perder más tiempo. Alcanzar
las reducciones de emisiones necesarias para
evitar una catástrofe climática
global requiere un liderazgo sin precedentes
en el más alto ámbito político
y representa la oportunidad de nuestros líderes
de demostrar que están capacitados
para hacer frente a la responsabilidad que
representa dirigir el mundo” ha concluido
Vila.
Adjunto remitimos un resumen
de las demandas de Greenpeace de cara al acuerdo
climático global que debe alcanzarse
en Copenhague.
Notas:
(1) La reunión de Bonn, que se desarrollará
entre los días 29 de marzo y 9 de abril,
es el primero de los encuentros internacionales
que van a ser cruciales en las negociaciones
preparatorias para alcanzar un acuerdo climático
global en la cumbre internacional que va a
celebrarse en Copenhague en el mes de diciembre.
Las otras reuniones preparatorias programadas
van a ser en el mes de junio (en Bonn) y en
el mes de septiembre en (Bangkok), pero es
posible que se programen sesiones extras,
sobre la marcha, en función del avance
de las negociaciones.
+ Más
Greenpeace reclama al Parlamento
Europeo que no financie más delitos
urbanísticos
El informe Auken censura
la urbanización masiva en España
- España — El jueves 26 de marzo se
votará en el Parlamento Europeo de
Estrasburgo el informe de la europarlamentaria
Margrete Auken (Los Verdes) sobre el impacto
de la urbanización masiva en España.
En él se denuncian las ilegalidades
acometidas y se reclama una moratoria urbanística
y la congelación de fondos de cohesión
europeos que financian muchos de los proyectos
urbanísticos que no cumplen con la
normativa estatal y europea.
El informe Auken fue aprobado
en febrero por la Comisión de Peticiones
del Parlamento Europeo por 22 votos a favor,
11 en contra y una abstención. Los
eurodiputados del Partido Popular y del partido
socialista se han aliado para que este informe
no salga adelante en el pleno que se celebrará
mañana. Dado que el reglamento de la
Eurocámara no permite enmendar en el
pleno los informes de iniciativa como éste,
las dos principales fuerzas españolas
han elaborado textos alternativos y están
buscando el apoyo dentro de los grupos populares
y socialistas europeos para boicotear el informe.
En el informe de Greenpeace
“Destrucción a Toda Costa 2008” se
recogen, tan solo en el litoral, 67 casos
de irregularidades urbanísticas en
los tribunales, con 527 implicados en tramas
de corrupción, de los cuales 174 eran
cargos públicos.
Para Greenpeace, el informe
Auken refleja el problema urbanístico
en España y pone de manifiesto la necesidad
de cambiar el modelo de desarrollo económico
en la costa y el problema de corrupción
a él asociado.
”No nos sorprende que tanto
PP como PSOE hayan presentado enmiendas coincidentes
para suavizar el contenido del informe, ya
que los delitos urbanísticos en nuestro
país no distinguen ideologías
políticas”, ha declarado Pilar Marcos.
“Desde Greenpeace, apelamos a la responsabilidad
de los parlamentarios europeos para que con
su apoyo y su voto a favor del informe Auken
podamos salvaguardar el poco territorio virgen
que queda en nuestro país”, concluye
Marcos.