16
abril 2009 - Bruselas, Bélgica — Esta
semana, Alemania prohibió el cultivo
de maíz transgénico de Monsanto,
MON810, debido a que el ministerio de Alimentación,
Agricultura y Protección llegó
a la conclusión de que éste
constituye un peligro para el medio ambiente;
mientras tanto, en México, esa misma
variedad es la que está sembrada en
Chihuahua de manera ilegal, y se intentan
aprobar las siembras experimentales de maíz
transgénico
Alemania ha anunciado que
se convertirá en el sexto país
de la Unión Europea (UE) que prohíba
el cultivo del maíz transgénico
de Monsanto (MON810), hasta ahora el único
cultivo transgénico que puede ser cultivado
comercialmente en la región.
La ministra alemana de Alimentación,
Agricultura y Protección del Consumidor,
Ilse Aigner, dijo en la víspera: "Hemos
llegado a la conclusión de que existen
razones legítimas para aceptar que
el maíz modificado genéticamente
MON810, constituye un peligro para el medio
ambiente."
La variedad MON810 es cultivada
principalmente en la UE para alimentación
animal - y es ahora que debe considerarse
la renovación de su autorización
en virtud de las normas de la UE después
de la expiración de su licencia de
diez años. Además de Alemania,
cinco países ya han prohibido la plantación
de ella: Francia, Grecia, Austria, Hungría
y, más recientemente, Luxemburgo.
Cualquier gobierno que examina
seriamente los riesgos asociados con el crecimiento
de este maíz sólo puede llegar
a una conclusión racional: debe ser
prohibido.
Un paso para Alemania, una
victoria para el medio ambiente
Greenpeace ha demandado
durante años la prohibición
de este maíz en la UE. Ahora, con los
dos países más fuertes en la
UE, Francia (a partir del año pasado)
y Alemania, la organización cada vez
está más cerca del objetivo.
Greenpeace considera este
gran paso de Alemania como una victoria para
el medio ambiente, para los consumidores y
los agricultores que quieren evitar los cultivos
transgénicos, así como para
la ciencia independiente.
Estudios científicos
han demostrado que los plaguicidas que produce
el maíz MON810, tiene efectos negativos
sobre el medio ambiente y la biodiversidad.
La decisión de Aigner
envía un poderoso mensaje a las empresas
de biotecnología como Monsanto para
impedir que tomen el control de nuestra cadena
alimentaria.
“Esperamos que los gobiernos
de todo el mundo sigan el ejemplo de países
como Alemania y Francia que se suman a los
de Grecia, Austria, Hungría y Luxemburgo,
prohibiendo todas las riesgosas variedades
de transgénicos. Es indignante que
mientras estos países cierran sus puertas
al maíz transgénico, el gobierno
mexicano pugne con mecanismos irregulares
y poco éticos por liberar maíz
transgénico en nuestro país,
poniendo en riesgo de contaminación
a nuestras variedades de maíz nativo,
así como la salud de los mexicanos”,
declaró Aleira Lara, coordinadora de
la campaña de agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace.
“Existen otras formas de
producir alimentos, basadas en una agricultura
ecológica y con semillas de maíz
nativo. No es verdad que los transgénicos
acabarán con el hambre en el mundo.
Está demostrado incluso por el Departamento
de Agricultura de Estados Unidos, principal
productor de maíz transgénico
en el mundo, que los cultivos de maíz
transgénico no incrementan los rendimientos
del mismo. Por otro lado, sí se ha
demostrado que tiene impactos al medio ambiente,
a la biodiversidad y plantea serios riesgos
para el consumo humano y animal”, denunció
Lara.
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El rompehielos de Greenpeace
arriba a Buenos Aires para sumarse a la campaña
de rescate del Riachuelo
14 abril 2009 - Buenos Aires,
Argentina — El rompehielos MV Arctic Sunrise,
que integra la flota de Greenpeace, llegó
esta mañana a Buenos Aires, para participar
de la campaña por "el rescate
del Riachuelo" que inicia en estos días
la organización ecológica internacional.
El barco, de 49,62 metros
de eslora y 11.50 de manga, navegó
las aguas del Riachuelo cuando visitó
la Argentina por primera vez en 1998 durante
una gira que organizó Greenpeace por
los distintos ríos y mares del mundo
para conocer cuál era el estado de
sus aguas.
Al mismo tiempo, y como
puntapié inicial de la campaña
“Rescate del Riachuelo”, Greenpeace habilitó
una línea de denuncias anónimas
que serán utilizadas para posteriores
investigaciones para confeccionar el mapa
de la contaminación en la Cuenca. El
teléfono es el 011 4000 5590.
“Estamos buscando la información
que existe entre los pobladores de la cuenca
Matanza-Riachuelo que es muy útil para
identificar los vertidos contaminantes que
luego son descargados en el Riachuelo”, explicó
Juan Carlos Villalonga, Director Político
de Greenpeace Argentina.
La organización ecologista
se ha propuesto como meta para el año
2015 la reducción en un 50 por ciento
de las descargas hacia el Riachuelo de cuatro
contaminantes claves: plomo, mercurio, cromo
y cadmio.
En esta oportunidad, el
rompehielos se suma a esta campaña
comandado por un argentino, el capitán
Daniel Rizzotti, condenado en España
por "resistencia a la autoridad"
en 2006, por impedir en el 2002 la salida
de buques de guerra de los Estados Unidos
desde un puerto español, en el marco
de la campaña contra la guerra de Irak.
El Arctic Sunrise, como
todos los barcos de Greenpeace, despiertan
en general un gran interés por las
acciones que realizan contra los buques balleneros,
la contaminación, la sobrepesca en
los mares de todo el mundo y las intervenciones
a favor de la paz y en contra de las guerras.
La nave visitó la
Argentina en 2004 para promover la energía
eólica, en especial, en la Patagonia;
y en el 2006 durante la protesta contra la
instalación de las papeleras en Fray
Bentos, frente a las costas de Gualeguaychú.