26 junio 2009 - Madeira,
Portugal — La reunión de la Comisión
Ballenera Internacional (CBI), terminó
este jueves, un día antes de lo planeado,
después de haber
fracasado en lograr sus objetivos fundamentales:
la modernización de la Comisión
y asegurar el futuro de las ballenas, informó
Greenpeace
La reunión de la
Comisión Ballenera Internacional (CBI),
terminó este jueves, un día
antes de lo planeado, después de haber
fracasado en lograr sus objetivos fundamentales:
la modernización de la Comisión
y asegurar el futuro de las ballenas, informó
Greenpeace.
Después de 12 meses
de pláticas, durante la cual la caza
de ballenas y el comercio de carne de ballena
crecen en espiral a niveles desconocidos desde
hace años, todo lo que ha logrado la
CBI son otros 12 meses para más pláticas,
hasta que se realice la siguiente reunión
en Agadir, Marruecos, en 2010.
"Existe una urgente
necesidad de cambios fundamentales y evidentes,
hay esperanza de que el próximo año
el proceso no se quede en seco en la candente
arena de Marruecos", dijo Sara Holden,
coordinadora de la campaña internacional
de ballenas de Greenpeace.
Entretanto, se deben muestras
claras de buena fe, como la suspensión
inmediata de la caza de ballenas”, añadió
Holden. Un grupo “reducido” del ya existente
pequeño grupo de trabajo se reunirá
mañana para volver a empezar el proceso,
mientras que otra reunión intercesional
ya está en proceso, prevista para octubre
en Santiago de Chile, la cuál es organizada
por el recientemente elegido Presidente de
la Comisión, embajador Christian Maquiera.
(1)
“Los grupos de trabajo reducidos
no significan necesariamente que sean mejores",
advirtió Holden.
"La única miniaturización
que cuenta es el número de ballenas
muertas. Greenpeace insta al Embajador Maquiera
a dar pasos de gigantes, necesarios para garantizar
que la CBI se modernice para trabajar por
las ballenas, no para los balleneros".
El gobierno japonés
sigue siendo el enemigo número uno
de las ballenas:
En la reunión fue
presentado un documento por la Comisión
Ballenera Internacional (CBI) en donde se
demostró que Japón sigue siendo
el país líder del mundo en la
matanza de ballenas, a pesar de haber firmado
la prohibición internacional contra
la caza comercial de ballenas desde 1982.
El documento “Capturas por
países miembros de la CBI en las temporadas
2008 y 2009” mostró que Japón
ha matado 1,004 ballenas, de un total de 1,936,
durante el período bajo el cual un
vacío legal en las normas de la CBI
ha permitido la cacería letal con fines
“científicos”.
“El programa de cacería
científica japonés es fraudulento,
ya que continua siendo un camino similar a
la de otros países que se negaron a
firmar la moratoria de la CBI sobre la caza
comercial de ballenas en 1982, como Noruega
e Islandia”, dijo Sara Holden en Maderia para
la reunión anual de la CBI.
Además, las cifras
proporcionadas por Japón también
muestran que casi un tercio de las ballenas
arponeadas en el Antártico durante
el verano estaba embarazadas, lo cuál
es una burla de su programa “científico”.
Incluso se reportó que 4 madres lactando
habían sido cazadas, una práctica
que está prohibida incluso bajo las
arcaicas normas de la CBI que regulan la cacería
comercial.
Ahora, casi no hay ninguna
esperanza de un resultado positivo para las
ballenas en la conferencia anual de este año
y la culpa de este fracaso está firmemente
emplazada en Japón. Japón se
ha negado a mostrar buena fe continuando su
programa de cacería de ballenas en
el último año de las negociaciones.
+ Más
El Arctic Sunrise se apresura
a alcanzar glaciar que se desintegra
30 junio 2009 - Sisimut,
Groenlandia — Ésta es la primera etapa
del tour de documentación de Greenpeace
de impactos del cambio climático, específicamente
en el Glaciar de Petermann que se está
desintegrando; el objetivo: hacer un llamado
de urgencia y ser testigos del momento del
desprendimiento
Nuestra nave, el Arctic
Sunrise, se dirige al norte a un costado de
la costa oeste de Groenlandia en una carrera
contra el tiempo. Su destino es el Glaciar
de Petermann que se está desintegrando,
pero para alcanzarlo el barco debe pasar por
el estrecho de Nares, el cual puede ser inundado
con hielo marino en cualquier momento.
En la punta del estrecho
de Nares se encuentra un puente de hielo,
que frena el hielo que proviene del Océano
Ártico. Si este hielo se rompe, y podría
hacerlo en cualquier momento, un diluvio de
hielo marino haría imposible el avance
más hacia el norte.
La nave se dirige al glaciar
para ser testigo del acelerado derretimiento
polar, y para apoyar el trabajo de un equipo
de científicos independientes, que
están investigando por qué el
cambio climático esta derritiendo el
hielo más rápido de lo esperado.
El viaje hacia el glaciar de Petermann es
la primera etapa de una gira de cuatro ciclos
durante el cual nosotros:
Documentaremos el colapso
de uno de los más grandes glaciares
del mundo.
Investigaremos cómo los cambios en
las corrientes marinas pueden estar acelerando
el derretimiento de Groenlandia.
Viajaremos al lugar donde los osos polares
tienen su último refugio.
Navegaremos hacia el borde de hielo en retroceso,
para ser testigos de cómo el mar de
hielo va desapareciendo.
Esta expedición nos
llevará hacia el norte, más
que cualquier otra nave de Greenpeace lo haya
hecho antes.
Si la nave tiene éxito
en alcanzar el glaciar de Petermann, que es
uno de los más grandes de Groenlandia
y también uno de los que se encuentran
más al norte, el equipo del Arctic
Sunrise documentará su continuo proceso
de desintegración.
Imágenes de satélite
nos mostrarán que una parte tan extensa,
como la isla de Manhattan en Nueva York, está
a punto de desprenderse del glaciar de Petermann,
y que tanto la tripulación como los
científicos tienen la intención
de estar ahí para documentar este significativo
evento.
“Esta es una oportunidad
para ayudarnos a entender cómo la capa
de hielo de Groenlandia y los glaciares reaccionan
al cambio climático, así como
las implicaciones del aumento global de nivel
de los mares. Viajar hacia el glaciar de Petermann
es una rara oportunidad de visitar una locación
tan remota y difícil de alcanzar en
la cima del mundo, y una oportunidad de hacer
observaciones usualmente más allá
de las capacidades de la ciencia convencional”,
dijo el Dr. Jason Boz, uno de los científicos
a bordo del Arctic Sunrise.
El derretimiento del Ártico
es sólo uno de los innegables signos
de que nuestro clima está cambiando
y que se ha salido de control. La desaparición
del hielo marino destruirá por completo
el ecosistema ártico, mientras que
el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia
amenaza con elevar hasta siete metros los
niveles de los mares alrededor del mundo.
Eso sería el inicio
de un cambio climático catastrófico,
disparando hambruna masiva, extinciones en
masa y migración masiva. La catástrofe
climática podría, literalmente,
redibujar el mapa mundial.
Greenpeace esta en el Ártico
para asegurarse que esta señal de alarma
no sea ignorada. Al final de este año,
los líderes mundiales deben reunirse
en la Cumbre sobre el Clima en Copenhague,
Dinamarca, para aceptar un acuerdo que evite
los cambios climáticos catastróficos.
Es esencial que el tratado
logre grandes recortes de emisiones de Gases
de Efecto Invernadero, protección a
los bosques y asegure recursos necesarios
para ayudar al mundo en desarrollo a mitigar
los efectos del cambio climático. Hay
que decirles que hagan lo correcto, que tomen
acción.
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para exigir soluciones en Copenhague.