09 julio 2009 - DF, México
— En el Día del Árbol, activistas
de Greenpeace denunciaron que el gobierno
mexicano subestima la pérdida de bosques
y selvas en México como una de las
fuentes más importantes de emisiones
de CO2, principal gas de efecto invernadero
que genera cambio climático
En el marco del Día
del Árbol, activistas de Greenpeace
colocaron 80 tocones de árboles en
la explanada del Monumento a la Revolución
para simular un páramo deforestado
y desplegaron una manta de 30 metros cuadrados
con el mensaje: “Deforestación = cambio
climático”.
En México se pierden
alrededor de 500 mil hectáreas de bosques
y selvas cada año, casi el doble de
lo estimado por el gobierno (que afirma que
en México sólo se pierden 260
mil hectáreas de zonas boscosas), según
investigaciones recientes elaboradas por académicos
de la UNAM dadas a conocer el pasado 5 de
junio.
Por ello, Greenpeace denunció,
con esta acción, la pérdida
de bosques y selvas en México como
una de las fuentes más importantes
de emisiones de CO2, principal gas de efecto
invernadero que genera cambio climático.
“México se encuentra
entre los 20 países que más
contribuyen al cambio climático y uno
de los motivos principales es la pérdida
de los ecosistemas forestales. Si el compromiso
del presidente Calderón, de reducir
sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero
(GEI) en 50 por ciento en 2050 es real, entonces
es urgente diseñar y ejecutar cuanto
antes, una política forestal efectiva
que tenga como objetivo alcanzar una tasa
cero de deforestación en 2020”, exigió
Héctor Magallón, coordinador
de la campaña de bosques de Greenpeace.
Una política encaminada
a detener la deforestación y promover
el uso sustentable de los bosques debe tener
como prioridad: apoyar el buen manejo forestal
por parte de comunidades y ejidos que, en
conjunto, poseen 80 por ciento de las zonas
forestales de nuestro país.
Greenpeace denunció
que la política forestal promovida
por la Conafor, a través de Proárbol,
ha destinado más de 50 por ciento de
sus recursos a impulsar campañas de
reforestación (de las cuales sobrevive
menos del 10 por ciento de los árboles
plantados) y las plantaciones forestales comerciales,
las cuales no son ni siquiera bosques.
¿Por qué la
deforestación afecta al cambio climático?
Los bosques almacenan, sólo
en su cobertura vegetal, 300 mil millones
de toneladas de bióxido de carbono,
lo que equivale a casi 40 veces las emisiones
anuales de GEI producidas por la quema de
combustibles fósiles, como el carbón
y el petróleo.
Cuando un bosque es destruido, el carbono
almacenado se libera a la atmósfera
mediante la descomposición o la combustión
de los residuos vegetales.
La deforestación implica una enorme
pérdida de riqueza biológica
y compromete nuestro abasto de agua, además
de que acelera el cambio climático
ya que, al remover la cobertura vegetal se
libera el bióxido de carbono (CO2)
almacenado en las plantas y en la materia
orgánica del suelo, ya sea a través
de su quema o por su descomposición.
El 20 por ciento de las emisiones de GEI a
nivel mundial provienen de la pérdida
de los ecosistemas forestales
Cada año desaparecen 13 millones de
hectáreas.
El 4 por ciento de esa pérdida de bosques
y selvas ocurre en México.
+ Más
Encuentran científicos
datos sorprendentes en el Ártico
15 julio 2009 - Sisimiut,
Groenlandia — Desde las últimas dos
semanas, científicos y tripulación
de Greenpeace en el Arctic Sunrise han obtenido
datos implacables: a 27 kilómetros
del mar, en el glaciar, un río se ha
formado debido al deshielo. Podríamos
llenar una alberca olímpica, en menos
de un minuto, con esta velocidad
El hielo del Ártico
se derrite en un nivel sin precedente. Los
científicos a bordo del Artic Sunrise
han encontrado más evidencias que muestran
la urgencia de la situación: los líderes
mundiales están inactivos.
Desde las últimas
dos semanas, científicos y tripulación
del Artic Sunrise han tenido una tarea exhaustiva
para recoger datos y tomar evidencias en video
y fotográficas de la ruptura del glaciar
Petermann, uno de los más grandes de
Groenlandia.
Una larga grieta se ha formado
en los últimos años y se espera
que una plataforma del tamaño de la
isla de Manhattan se desprenda muy pronto.
50 metros cúbicos
por segundo
A 82 grados al Norte, muy
lejos de toda área inhabitada, el impacto
que hemos tenido en nuestro medio ambiente
es tristemente evidente.
Los datos que los científicos
a bordo han obtenido son implacables: a 27
kilómetros del mar, en el glaciar,
un río se ha formado. Los especialistas
estiman que por él corren 50 metros
cúbicos por segundo. Podríamos
llenar una alberca olímpica en menos
de un minuto con esta velocidad.
El río alimenta un
largo y profundo remolino de agua. Las medidas
que se tienen de allí demuestran que
aproximadamente a 60 metros de profundidad,
la salinidad del agua llega a la superficie.
Por lo tanto no se está derritiendo
más el hielo sino que las corrientes
del océano sur son más calientes
en el Atlántico y están acelerando
el derretimiento del hielo a una cifra más
alta que en la superficie.
El año pasado, se
quebró una superficie de hielo de 37
kilómetros cuadrados. Este año,
la terminación más larga del
glaciar se ha roto también, pero se
espera que pase mucho más.
Cuando nueva isla del hielo
se derrita en el mar significa que más
tierra del glaciar podría deslizarse
en el agua de mar y convertirse en pieza de
la lengüeta flotante - el extremo del
glaciar que descansa en el mar-.
Esto tiene implicaciones
que significan un aumento global en el nivel
del mar y que podrían destaparse como
un “corcho de champagne” si los glaciares
se continúan deshielando, contribuyendo
de esta manera al aumento de los mares.
Medio ambiente único
Osos polares, focas, icebergs,
todos han sido marcados por un medio ambiente
dañado que no ha sido capaz de disminuir
sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Las adversas condiciones
climáticas en el Norte también
significan que la vida se ha vuelto más
dura para la población local de los
Inuit.
Su estilo de vida, sus recursos
alimenticios son extremadamente dependientes
de la presencia del hielo. Y las especies
que normalmente migraban al Norte ya no pueden
ser cazadas más. El medio ambiente
en el Ártico es extremadamente sensible
a los cambios.
Ártico libre de hielo
Asimismo, las malas noticias
vienen de otras fuentes y no solamente de
Greenpece. Un reciente estudio de la NASA
ha mostrado que esa capa de hielo no sólo
se ha hecho más pequeña, sino
también más delgada y nueva.
El mar de hielo se ha adelgazado
dramáticamente entre 2004 y 2008. El
hielo viejo (de más de 2 años)
toma más tiempo para derretirse y ha
sido mucho más difícil reemplazarlo.
De manera permanente, el hielo continúa
disminuyendo y estamos esperando el mar del
Ártico libre de hielo para 2030. Así
de pronto.
Los osos polares son los
primeros en sufrir las consecuencias, pero
muchas otras especies podrían ser afectadas
también.
Acciones y no palabras
Los líderes mundiales
deben llegar a un acuerdo global menor a los
2oC y no lo hicieron en la reciente reunión
que tuvo el G8 en L'Aquila, Italia. Las emisiones
deben ser reducidas de manera enérgica
e inmediata y en Greenpeace queremos prevenir
un calentamiento global devastador.