04 septiembre 2009 - Borgoña,
Francia — Los vinos franceses, y con ello
la cultura vitivinícola de todo un
país, peligran debido al desplazamiento
de los viñedos
a causa del cambio climático
Consulta el reporte en español
El cambio climático
podría llevar a que nadie beba más
vino. Esto porque Francia, país famoso
por sus variedades de vino comenzará
a perderlas debido al cambio climático.
El reporte realizado por
Greenpeace “Impactos del cambio climático
en el vino de Francia” revela cómo
la producción de vino francés
ha sufrido un cambio sensible debido al aumento
de la temperatura, además de mostrar
sus más graves riesgos debido al cambio
climático.
Para que los vinos tengan
la óptima calidad que los caracteriza
(como Chardonnay o Pinot Noir), las variedades
de uvas deben crecer en regiones específicas
sin variabilidad de clima. Pero el clima está
cambiando hoy y el promedio anual de temperatura
ha aumentado significativamente. Esto, sin
duda, ha mermado notablemente en la producción.
La época de la cosecha se ha adelantado
más de lo normal y las altas temperaturas
han llevado en detrimento de los vinos.
"La cultura del vino
está en riesgo. La siembra, el cuidado
y la cosecha de éste construyeron toda
una cultura que ahora está en riesgo
de desaparecer con la elevación de
la temperatura del planeta. En algunas zonas
viticultoras de Francia, la niebla matutina
impide que el sol madure los viñedos.
Un hongo que se genera entre la acción
del sol y de la humedad es el encargado de
catalizar la fermentación de la uva
en la zona de Burdeos, una de las más
ricas en viñedos en Francia",
señaló Susana Cruickshank, coordinadora
de campañas de Greenpeace México.
"Si la temperatura
se eleva por encima de los 2°C, toda la
cultura milenaria generada alrededor del vino
está en riesgo de desaparecer. Estamos
hablando de la construcción de tejido
social, de familias y pueblos enteros haciendo
fiesta cuando la uva es cosechada", aseguró
Cruickshank.
Borgoña, sin vino,
debido a una sequía severa
En el 2003, muchos viñedos
de Francia experimentaron estos cambios, produciendo
uvas con estas indeseables características.
Los científicos aseguraron
que a finales de este siglo la mitad de todos
los veranos podrían ser como lo fue
el verano de 2003. Además de que otros
impactos podrían incrementar el riesgo
de existencia de escarcha en primavera y además
rotar entre estaciones.
Estos cambios pondrán
en riesgo el “pedigree” de la producción
de los vinos franceses. Debido al incremento
en las emisiones globales, si la temperatura
del clima incrementa de 4 a 6°C, de hoy
al 2100, los viñedos podrían
desplazarse unos 1,000 km fuera del límite
tradicional.
Los grandes vinos franceses
obtienen su elegancia y calidad del territorio
del que provienen, debido a la exacta combinación
entre el clima y las prácticas de añejamiento.
Esto es lo que produce vinos excepcionales.
Reubicar los viñedos,
simplemente no dará como resultado
un buen vino. De esta manera una cultura que
ha tomado siglos en construirse está
en peligro de desaparecer totalmente.
“El vino, por supuesto,
es el resultado del clima, el sol y tradición
humana. Y es muy sensible. El menor cambio
afectará la expresión aromática:
su color, su complejidad. Burgundy es famoso
por el buen balance de sus vinos finos: su
madurez, acidez y composición mineral.
Esto es lo que nosotros perderemos”.
-Arnaud Immele (Enólogo).
Un grupo de figuras líderes
del vino francés y la industria de
la alimentación se han unido a nosotros
para urgir al gobierno francés a impulsar
de manera global un acuerdo en la cumbre del
clima de Naciones Unidas en Copenhague en
diciembre, para alertar que un fracaso en
el acuerdo para la reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero será
devastador para este sector.
Para que los vinos franceses
sobrevivan necesitan un acuerdo ambicioso
de las naciones desarrolladas para reducir
las emisiones de carbón en un 40 por
ciento para 2020, dijo el grupo que incluye
a los chefs Marc Veyrat y Jean-Luc Rabanel,
y los sommeliers Franck Thomas y Antoine Petrus.
Ese grupo de líderes
gastronómicos publicó un artículo
de opinión en el diario Le Monde, dirigido
al presidente de aquella nación, Nicolas
Sarkozy.
"El llamado a los líderes
del mundo en Copenhague es a salvar a miles
de personas en riesgo de perder su casa y
territorio, miles de especies en peligro de
extinción por la elevación de
la temperatura, así como salvar un
patrimonio cultural invaluable", finalizó
Cruickshank.
Desnudarse por el clima
y el vino
Muy pronto el fotógrafo
norteamericano, Spencer Tunick, se unirá
a Greenpeace nuevamente para realizar una
gran instalación humana en una viña
del sur de Borgoña, el 3 y 4 de octubre
próximos, e invitar a cientos de personas
a posar desnudas para atraer la mirada del
mundo en torno a la urgencia de salvar el
clima y detener el cambio climático.
Los voluntarios pueden registrarse
ya en el link: www.greenpeace.fr/tunick
De acuerdo con Spencer Tunick,
“ya sea vino, maíz, arroz, trigo, y
en general la sustentabilidad de la agricultura
alrededor del mundo está siendo afectada
por el cambio climático. Algunas veces
olvidamos cómo está conectado
el cuerpo a la tierra y cómo el mundo
se convierte en una selva de concreto. Con
mi trabajo, espero que se dé atención
a la vulnerabilidad de nuestra existencia
y nuestra conexión con los alimentos
que consumimos, por placer y para sobrevivir”.
Los vinos tendrán
altos niveles de azúcar y contenido
de alcohol mientras tengan menos ácidos,
lo que significa que tendrán un desbalance
entre el sabor y la textura.
En 2007, Tunick realizó
otra instalación de desnudos humana
en el glaciar Aletschde de Suiza, el más
grande de Europa para urgir a los gobiernos
a actuar para detener el cambio climático.
Si la temperatura aumenta
a 2°C, Francia enfrentará un desplazamiento
de sus viñedos y perderá una
parte importante de su herencia cultural,
a menos que los líderes mundialaes
puedan lograr un acuerdo ambicioso y global
para salvar el clima en la Convención
de las Partes COP15 que se llevará
a cabo en Copenhague, Dinamarca.