10 Sep
2009 - En el quinto número del Observatorio
del Petróleo, WWF destaca que se han
reducido las emisiones procedentes del petróleo,
tanto en España como en el resto del
mundo. Sin embargo, la organización
denuncia que el aumento del consumo de carbón
en los últimos años indica que
esta fuente energética altamente contaminante
podría volverse a convertir en la principal
energía del planeta para mediados de
la próxima década. WWF hace
un llamamiento a la comunidad internacional
para que se llegue a un acuerdo ambicioso
en Copenhague capaz de reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero, mediante tecnologías
más limpias a escala global.
El Observatorio del Petróleo
de WWF muestra una reducción del 3,7%
en las emisiones mundiales debidas al consumo
de petróleo durante la primera mitad
del año. En España, la reducción
de esta fuente de energía y del gas
ha llegado hasta el 5,6%. A pesar de estos
buenos datos, la organización denuncia
que la situación energética
mundial es alarmante debido al aumento del
consumo del carbón. En 2008 su uso
se incrementó un 3,1%, principalmente
por el impulso de la economía China.
WWF ha realizado un análisis
sobre el consumo mundial de energías
fósiles y ha constatado que el carbón
es el producto energético cuya demanda
más ha crecido. Las conclusiones de
este estudio se han obtenido haciendo una
proyección hasta 2020 del consumo mundial
del carbón y del petróleo -utilizando
la media de crecimiento de su demanda durante
los últimos 5 años- y son realmente
preocupantes.
WWF señala que el
carbón podría adelantar al petróleo
como fuente de energía principal del
planeta ya en 2014 o, como muy tarde, en 2020,
dependiendo del incremento de la demanda de
petróleo. Este adelanto se podría
incluso anticipar si se empieza a convertir
carbón en combustibles líquidos
como sustitución del petróleo.
Asimismo es alarmante que las emisiones debidas
a la combustión del carbón serían
en 2020 un 77% superiores a las de 2008, y
las conjuntas de petróleo y carbón
para ese mismo año podrían ser
un 49,1% superiores a las de 2008.
También es reseñable
que en 2008, los países en vías
de desarrollo adelantaron en consumo de energía
primaria a los industrializados por primera
vez, alcanzando un 51,2% de la demanda mundial.
WWF recuerda que las economías de dichos
estados son ineficientes energéticamente:
para generar 1000 dólares de PIB necesitan
3,4 barriles de petróleo (equivalentes
a 1,4 ton de CO2), mientras que los países
desarrollados sólo necesitan 1,1 barriles
de media (0,5 ton de CO2).
Ante esta situación,
es necesario que en Copenhague se consiga
un marco global para reducir las emisiones
que permita la transferencia urgente de tecnologías
más eficientes y renovables a estos
países en desarrollo para que su crecimiento
económico no sea tan intensivo en carbono.
Sólo de este modo podrán contribuir
a preservar el planeta de los devastadores
efectos del cambio climático.
Según Heikki Willstedt,
Experto en energía y cambio climático
de WWF España: “Mientras los países
desarrollados reducimos nuestras emisiones
debido a la crisis económica y a mejoras
tecnológicas, el resto del mundo sigue
aumentando su consumo de combustibles fósiles
para hacer crecer sus economías. Es
especialmente alarmante el crecimiento del
consumo del carbón: que en pleno siglo
XXI volvamos a quemar carbón para hacer
funcionar nuestras economías no dice
mucho a favor del desarrollo energético
de nuestra civilización. Si queremos
darle una oportunidad al planeta para que
se mantenga en equilibrio su sistema climatológico,
no debemos volver a una economía basada
en el carbón como en el siglo XIX”.
Y añade: “ Por eso es fundamental que
en diciembre se apruebe en Copenhague el sucesor
del Protocolo de Kioto”.
WWF defiende que sólo
con la firma de un nuevo acuerdo internacional
ambicioso que acelere la revolución
energética se conseguirá solucionar
la actual crisis climática. “En España
se ha hecho mucho en el ámbito de las
energías renovables. Sin embargo, si
no se sigue impulsando su desarrollo tecnológico
e industrial, se puede perder una ocasión
única de participar en un sector con
cada vez más relevancia a escala mundial
y, al mismo tiempo, contribuir a solucionar
el reto del cambio climático”, concluye
Willstedt.
Los datos más destacados
del quinto Observatorio trimestral del petróleo
son:
De seguir con el actual
consumo de petróleo y otros combustibles
fósiles, en 2028 se habrá sobrepasado
el nivel de emisiones de CO2 en la atmósfera
que evitaría al Planeta pasar el umbral
de los 2ºC de aumento de temperatura.
Este es el objetivo más allá
del cual se entraría en cambios climáticos
potencialmente peligrosos para el equilibrio
de los ecosistemas.
Si no se toman medidas para reducir la demanda
de petróleo, con la tendencia actual
de consumo, el planeta está abocado
a un posible aumento de la temperatura de
entre 4 y 4,9ºC para finales de este
siglo.
Las emisiones mundiales
debidas a la demanda de petróleo de
este trimestre han decrecido en un 4% respecto
al mismo período del año pasado.
España ha reducido
en un 5% sus emisiones relacionadas con el
consumo de combustibles derivados del petróleo
y gas natural respecto al mismo trimestre
del año pasado.
Las emisiones debidas a
la movilidad por carretera (turismos, furgonetas
y camiones) han decrecido en un 4,2% respecto
al trimestre del año pasado.