Posted on 01 October 2009
- España dio ayer un empujón
al tratado internacional para proteger los
ríos y lagos compartidos entre países,
ratificando la Convención Internacional
del Uso de las Aguas Internacionales no Navegables.
Según WWF, el Gobierno ha de tomar
este nuevo acuerdo
como una obligación para asegurar que
los planes de gestión de cuenca sigan
los principios ambientales establecidos en
la Directiva Marco del Agua en las cuencas
internacionales. Este es el caso de las compartidas
con Portugal Tajo y Guadiana donde la carencia
de agua es especialmente preocupante.
La Convención de
la ONU sobre Cursos de Agua consiguió
el apoyo de una mayoría aplastante
de países cuando se aprobó en
1997 como marco en el que resolver las disputas
y promover la cooperación en la gestión
de aguas compartidas entre países.
Mientras el mundo mostraba
su inquietud acerca de las menguantes reservas
de agua y los progresivos impactos del cambio
climático, el tratado languidecía
durante más de una década, siendo
ratificado por menos de los 35 países
necesarios para que fuera efectivo. España
se ha convertido en el decimoctavo país
en firmar este acuerdo.
WWF España se congratula
de la ratificación, pero insta al presidente
Rodríguez Zapatero a impulsar, junto
con Portugal, las medidas necesarias para
proteger a los ríos Duero, Tajo y Guadiana,
cuyas cuencas están compartidas. Pero,
es necesario un adecuado desarrollo de los
planes hidrológicos de cuenca que tenga
como prioridad el alcanzar el buen estado
ecológico de las aguas, tal como exige
la Directiva Marco de Agua
“Un aporte suficiente de
agua en Portugal es esencial para el buen
estado ecológico de los estuarios degradados
del Guadiana y el Tajo, afectados por la sobre
explotación de sus recursos en territorio
español,” explica Enrique Segovia,
Director de Conservación de WWF España,
y continúa, “El Tajo sufre varios trasvases
hacia las cuencas del Levante español
y hacia la llanura manchega. Además,
se enfrenta a la amenaza de un nuevo trasvase
antes de la frontera con Portugal”.
España, uno de los
mayores consumidores de recursos hídricos
de Europa, no es nuevo en materia de acuerdos
sobre el agua. El último de ellos fue
la firma de la Convención de la Albufeira
sobre gestión de ríos en Portugal,
en 1998. Además, España debe
también aplicar la Directiva Marco
de Agua, pero, al igual otras naciones mediterráneas,
como Italia o Portugal, experimenta dificultades
en su puesta en marcha por la enorme presión
del regadío y el turismo sobre los
recursos.
+ Más
El agua, un elemento clave
frente al cambio climático
Durante los pasados dos
años WWF ha jugado un papel líder
en la campaña de ratificación
de la Convención de Aguas de la ONU,
por tratarse de un paso esencial para la adaptación
al cambio climático. Las variaciones
en las pautas climáticas relacionadas
con las lluvias y la menor disponibilidad
de agua dulce, será para muchas personas
el impacto más grave e inmediato del
cambio climático. Por ello España
tiene la obligación de garantizar suficientes
recursos al país vecino.
La mitad de la superficie
de la tierra está surcada por vías
fluviales que contienen más de dos
tercios del agua dulce disponible en el mundo.
Tres cuartas partes de los países del
mundo se enfrentan a disputas potenciales
con sus vecinos por compartir, lagos, humedales
o acuíferos.
“La ratificación
por España de la Convención
es un magnífica noticia para un mundo
preocupado sobre el agua”, dijo el Director
General de WWF, James Leape, añadiendo,
“Este tratado, no es un instrumento estéril,
sino la base para que todos podamos compartir
los limitados recursos y proteger un patrimonio
vital para el hombre y la naturaleza, como
son los ríos, los lagos y las aguas
subterráneas”
WWF España solicita
al Gobierno español que aproveche la
presidencia europea de 2010 para promover
la ratificación de la Convención
de la ONU sobre Cursos de Agua entre el resto
de Estados Miembros de la UE
+ Más
Según WWF, frenar
la deforestación es clave para luchar
contra el cambio climático
Posted on 19 October 2009
- En la semana de celebración del XIII
Congreso Forestal Mundial, WWF reta a los
líderes mundiales a respaldar un objetivo
ambicioso para frenar la deforestación
como uno de los elementos clave para evitar
una inminente catástrofe climática.
En su conferencia inaugural
del Congreso, el Director del Programa Forestal
de WWF Internacional, Rodney Taylor, instó
a los participantes, incluyendo a los líderes
de los gobiernos, ONG y empresas, a apoyar
el objetivo global de deforestación
neta cero para 2020.
WWF propone un punto de
referencia global para promover una acción
en los bosques que evite la amenaza del cambio
climático y ponga freno a la pérdida
de biodiversidad.
Cabe recordar que, a pesar
de los esfuerzos de conservación, la
deforestación continúa a un
ritmo alarmante: 13 millones de hectáreas
por año, es decir, 36 campos de fútbol
cada minuto. Esto genera casi el 20 por ciento
de las emisiones globales de gases de efecto
invernadero. De ahí que poner fin a
la pérdida de masa forestal se haya
identificado como una de las formas más
eficientes de mantener el mundo a salvo de
los efectos del cambio climático.
Taylor apuntó que
el objetivo de deforestación neta cero
para 2020 es una meta común, que pone
en evidencia la escala y la urgencia con las
que debemos enfrentarnos a estas amenazas
para mantener la salud del planeta.
Y continuó: “Esta
es una oportunidad para construir un consenso
sobre cómo el sector forestal puede
ayudar a conseguir un cambio en la tendencia
de las emisiones de gases de efecto invernadero
y, a partir de ahí, un descenso rápido
del 80 por ciento para 2050. Y finalizó
: “Pero es un objetivo global y sólo
podemos conseguirlo actuando juntos”
Taylor consideró
este Congreso fundamental para las negociaciones
que se mantendrán en Copenhague en
diciembre, donde se les pedirá a los
países ricos que se comprometan a disminuir
sus emisiones en, al menos, un 40 por ciento
para 2020. Además, deberán contribuir
con un apoyo financiero de unos 160.000 millones
de dólares al año a los países
en vías de desarrollo, para permitirles
reducir en un 30% sus emisiones, respecto
a su trayectoria creciente actual.
En particular, los gobiernos
deben reafirmar su compromiso respaldando
el mecanismo REDD. Es decir, Reducción
de Emisiones de la Deforestación y
de la Degradación de los Bosques en
países en vías de desarrollo,
un mecanismo que provee incentivos fiscales
a escala global para conservar los bosques
en vez de transformarlos.
“Las naciones ricas pueden
aportar fondos para respaldar a los países
en vías de desarrollo en sus esfuerzos
de poner fin a la deforestación, a
través de la iniciativa REDD”, añadió
Taylor. “Todos los gobiernos deberían
apoyar la inclusión de los mecanismos
REDD como una forma creíble y compensada
de reducir las emisiones dentro del tratado
del clima Post-Kioto”.
Los inversores potenciales
que han sido consultados recientemente por
WWF afirmaron que, si existiera un apoyo firme
de la comunidad internacional y un marco legal
nacional, estarían dispuestos a apoyar
el mercado de carbono forestal basado en REDD.
Deforestación neta
cero para 2020
WWF está proponiendo
un objetivo de deforestación neta cero
para 2020 con el fin de consolidar los esfuerzos
que detendrán la deforestación
a través de varias iniciativas internacionales,
y establecer un punto de referencia a partir
del cual medir los éxitos de la iniciativa.
Deforestación neta
cero no significa deforestación cero.
Este término se traduce en que alguna
pérdida forestal podría ser
compensada con restauración forestal
y forestaciones en terrenos degradados. Además,
un objetivo neto deja un margen para el cambio
en la configuración y el mosaico en
el uso del suelo, siempre y cuando la cantidad
neta, calidad y densidad de carbono de los
bosques se mantenga. Sin embargo, los bosques
naturales del mundo deben ser conservados
para maximizar las reducciones de emisiones
de gases de efecto invernadero y la conservación
de la biodiversidad.
“El sector forestal, por
su parte, puede contribuir a través
de la conservación y el uso sostenible
de los bosques, pero los forestales no pueden
hacerlo solos”, sostuvo Taylor. “La integración
de otros sectores, particularmente la agricultura,
la energía y los negocios, es clave
para formular políticas de uso sostenible
del suelo y procesos planificados”.
Sobre el Congreso Forestal
Mundial
El Congreso Forestal Mundial,
que se celebra cada seis años, une
a miles de responsables de la toma de decisiones
y representantes de la industria forestal,
incluyendo profesionales del sector, responsables
políticos y representantes de las principales
industrias y ONG.
El Congreso Forestal Mundial
sirve como un foro de intercambio de opiniones
y puntos de vista para gobiernos, universidades,
sociedad civil y sector privado. Asimismo,
en él se formulan recomendaciones que
serán implementadas a escala regional,
nacional y global. El Congreso también
ofrece la oportunidad de presentar un panorama
general del estado de los bosques y de la
silvicultura para detectar tendencias, adaptar
políticas y aumentar la concienciación
entre quienes toman las decisiones y el público.