13 noviembre 2009
- Tokio, Japón — Una revisión
general de los gastos del gobierno del Japón
podría significar el fin de la caza
de ballenas en el Santuario Ballenero Austral
en la Antártida, luego de que el comité
de revisión proponga un fuerte recorte
a los subsidios del organismo que financia
el programa mal llamado de cacería
científica.
El Comité de revisión
recomendó que sean revocados todos
los fondos, excepto los necesarios para los
préstamos en 2010, otorgados al Fondo
de Cooperación para la pesca de ultramar
(OFCF), que es la entidad que da préstamos
al Instituto de Investigación de Cetáceos
(ICR) para ejecutar el desacreditado programa
de investigación “científica”
de ballenas, que en la práctica implica
su caza y muerte.
El OFCF afirma que necesita
70,4 mil millones de yens (alrededor de 80
millones de dólares) para diversos
programas, incluida la caza de ballenas, para
2010. El Comité de Revisión
y el Gabinete tendrán la decisión
final sobre si las operaciones propuestas
para 2010 son realmente "necesarias"
o deberían también recortarse.
Si los préstamos
para la caza de ballenas se han revocado es
poco probable que el ICR pueda seguir funcionando
(1).
La noticia se produce a
horas de que el presidente de EE.UU. Barack
Obama llegue a Tokio a reunirse con el Primer
Ministro de Japón Yukio Hatoyama. La
caza de ballenas ya estaba en la agenda de
los dos jefes de Estado.
"El Primer Ministro
Hatoyama tiene una oportunidad única
de demostrar que cumple con sus promesas electorales
de ordenar los gastos del gobierno poniéndole
fin a este polémico, corrupto y despilfarrador
programa", dijo Sara Holden, coordinadora
de la campaña de ballenas de Greenpeace
Internacional".
Greenpeace exige al presidente
Barack Obama que mantenga su promesa electoral
y brinde su apoyo al Primer Ministro Hatoyama
para terminar con la caza de ballenas en el
Océano Austral (2).
Activistas de Greenpeace se manifestaban el
miércoles en Tokio.
Las recomendaciones del
Comité también refuerzan las
afirmaciones de losactivistas de Greenpeace,
Junichi Sato y Toru Suzuki que están
actualmente en espera del juicio por denunciar
la corrupción del programa de caza
de ballenas y el derroche del dinero de los
contribuyentes (3).
Hace más de 30 años,
Greenpeace inició una protesta mundial
contra la caza de ballenas. La campaña
se ganó en 1986, cuando se declaró
la moratoria internacional sobre la caza comercial
de ballenas. Desde entonces, la organización
trabaja para evitar que el gobierno japonés
abuse de un hueco legal en el acuerdo que
permite la letal caza "científica"
de ballenas. En todos estos años, Greenpeace
movilizó a millones de personas en
todo el mundo y envió expediciones
al Santuario Ballenero Austral, con activistas
que pusieron su cuerpo entre las ballenas
y los arpones para detener la caza.
Las controversias del programa
de caza de ballenas que discute hoy el gobierno
de Hatoyama, son el resultado de que Greenpeace
sea la única organización que
priorizó el trabajo dentro de Japón
como estrategia de lucha contra la caza de
ballenas.
En los años 1999-2000
el Gobierno argentino ni siquiera participaba
de las reuniones anuales de la CBI, luego
de dos años de trabajo y campañas
de firmas, ciberacciones, y protestas pacíficas
junto a cientos de activistas, logramos que
en 2001 el Gobierno por fin apoyara la creación
de un Santuario de ballenas en el Atlántico
Sur, hoy, 10 años después, Argentina
es uno de los protagonistas de la conservación
en la CBI.
“Los ciberactivistas en
Argentina han sido clave para que el caso
del escándalo de corrupción
en la caza de ballenas saliera a la luz, y
defender a Junichi y Toru. En este momento
es crucial mantener la presión sobre
este gobierno”, manifestó Milko Schvartzman,
coordinador de la campaña de ballenas
en Latinoamérica.
Notas
(1) Instado por el Primer
Ministro Yukio Hatoyama, el comité
de revisión de gastos recomendó
que el financiamiento del Fondo de Cooperación
para la pesca de ultramar (OFCF) sea cancelado
luego de 2010. El OFCF es el mayor proveedor
de fondos del Instituto de Investigación
de Cetáceos (ICR). El financiamiento
que proviene del ministerio de Relaciones
Exteriores también será revisado,
estos fondos son utilizados para la compra
de votos en la Comisión Ballenera Internacional
(CBI.
(2) Posición del
Departamento de Estado de los Estados Unidos:
Estados Unidos está comprometido a
avanzar en el manejo y conservación
global de las vastas poblaciones de ballenas
a través de políticas basadas
en la ciencia, y el liderazgo en la CBI. Estados
Unidos continúa con la visión
de que la moratoria a la caza comercial es
una medida de conservación necesaria
y cree que la investigación letal de
ballenas es innecesaria para las medidas de
conservación modernas.
(1) En abril de 2008 Greenpeace
comenzó una investigación para
desenmascarar casos de contrabando y mercado
negro de carne de ballenas cazadas bajo el
denominado programa de caza “científica,
financiado con dinero de los contribuyentes
de Japón. Los dos activistas que llevaron
adelante el trabajo, Junichi y Toru fueron
arrestados durante 26 días y son acusados
de robo y traspaso de propiedad privada.
+ Más
Ambientalistas locales protestan
en El Calafate contra la construcción
de la Central Térmica Río Turbio
12 noviembre 2009 - Santa
Cruz, Argentina — Un grupo de ambientalistas
de la Asociación Calafate Natural(1)
realizó una protesta frente al glaciar
Perito Moreno para exigir al Gobierno Nacional
que detenga la construcción de la central
térmica a base de carbón de
Río Turbio, en la provincia de Santa
Cruz, que producirá graves impactos
en el medio ambiente.
Vecinos de la localidad
patagónica reunidos en la entidad ambientalista
desplegaron un cartel con la demanda “Carbón:
otro veto a los Glaciares”, y entregaron a
los turistas presentes información
sobre la usina que producirá emisiones
de gases de efecto invernadero que contribuyen
al cambio climático y el derretimiento
de los glaciares.
“Es un despropósito
invertir en una usina térmica a carbón”
declaró Silvia Menghi, de la Asociación
Calafate Natural, “la Patagonia Argentina
tiene todas las condiciones para producir
energía eólica en cantidad,
que no es perjudicial para el clima y para
nuestros glaciares”.
De acuerdo a los datos de
las organizaciones ambientales, esta usina
será la más contaminante de
todas las centrales térmicas del país,
y duplicará en promedio las emisiones
de Dióxido de Carbono (CO2) de las
plantas ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires.
“La usina de Río
Turbio no sólo va a aportar al cambio
climático con la emisión de
gases, sino que producirá 75 toneladas
por hora de cenizas, más de 600 mil
por año, sumamente contaminantes”,
agregó María Elena Biccio, integrante
de la organización, "Esa cantidad
de cenizas será descartada en una “zona
de sacrificio”, situación objetada
por los técnicos de la Secretaria de
Medio Ambiente”.
Tanto la disposición
de las cenizas como el vertido de agua utilizada
(unos 18 metros cúbicos por hora) son
un riesgo de contaminación de los cursos
de agua que desembocan en el Río Gallegos,
fuente de agua potable de la capital de la
provincia.
“Según los especialistas,
la contaminación que generará
a nivel local es más que la que produce
Botnia”, advirtió Biccio.
“El volumen de las emisiones
de Dióxido de Azufre que generará
será seis veces superior al emitido
por Botnia, planta por la cual la Argentina
realizó una demanda internacional ante
el tribunal de La Haya contra Uruguay”, explicó
Juan Carlos Villalonga, director de Campañas
de Greenpeace, “Esto muestra la total incoherencia
de que el Gobierno Nacional insista en la
promoción de esta usina”.
El Dióxido de Azufre
contribuye al surgimiento de diversas afecciones
respiratorias y junto a los Óxidos
de Nitrógeno son dos agentes que contribuyen
al fenómeno de la denominada “lluvia
ácida”. Este fenómeno afecta
a la vegetación así como los
cursos de agua, además de tener poder
corrosivo sobre las superficies de metal.
Para Calafate Natural, utilizar
el carbón para producir electricidad
es una decisión errada del Gobierno
Nacional, por sus impactos locales y por su
aporte al cambio climático. “Esta usina
es efectivamente otro veto a los glaciares”
finalizó Liliana Frías, otra
integrante de la entidad, “perjudica a nuestros
glaciares, que son la principal atracción
turística y generadora de recursos
económicos para la zona, y que principalmente
son la reserva más importante de agua
dulce”.
(1) “CALAFATE NATURAL” es una Asociación
Civil. Sus propósitos son trabajar
por la preservación del ambiente y
su relación con el hombre y su medio
socio-económico, fomentando el uso
sustentable de los recursos naturales.
+ Más
Gustavo Cordera y Greenpeace
contra el cambio climático
13 noviembre 2009 - Buenos
Aires, Argentina — El músico Gustavo
Cordera se sumó a la campaña
contra el Cambio Climático de Greenpeace
y ofreció un recital en la glorieta
de Barrancas de Belgrano, para alertar sobre
los impactos climáticos y ambientales
que producirá la Central Térmica
Río Turbio, en la provincia de Santa
Cruz.
Frente a 300 personas y
durante casi 40 minutos, con un telón
de fondo con la leyenda: “Cristina: Carbón
o Glaciares”, el “Pelado” Cordera interpretó
8 temas, algunos clásicos como “Madre
hay una sola” y “El viento trae una copla”
y otros como “Me la juego a morir” y “Aprendí
a esquivar”, de su nuevo disco “Cordera Suelto”.
Durante el recital, Cordera
se sumó al reclamo de Greenpeace y
le pidió a la Presidenta que “apele
a su propia sensibilidad, que tome conciencia
y que se dé cuenta de que la usina
de Río Turbio tiene que parar” y agregó:
“Es muy importante que sepa que somos muchos
los que estamos en contra de esta política
contaminante, del uso de energías que
ya no sirven, como el carbón”.
La organización ambientalista demanda
al Gobierno Nacional que abandone la construcción
de la central Térmica Río Turbio
a base de carbón, por ser éste
el combustible que tiene mayor capacidad de
emisiones de gases que afectan el clima.
“La usina proyectada es
costosa, contaminante e ineficiente” explicó
Juan Carlos Villalonga, director de Campañas
de Greenpeace. “Ese dinero colocado en un
plan de apoyo a inversiones en energía
eólica, le daría un enorme impulso
a esa fuente energética limpia en la
Patagonia”.
Según las estimaciones
que maneja la propia empresa constructora,
la española Isolux Corsán, la
planta emitirá anualmente 1.800.000
toneladas de dióxido de carbono (CO2),
el principal gas que provoca el calentamiento
global.
El cambio climático
está ocasionando la masiva desaparición
de glaciares y otras masas de hielos permanentes
en todo el planeta. Esta situación
pone en riesgo las más importantes
reservas de agua dulce del mundo al mismo
tempo que ocasiona la crecida del nivel del
mar. La región de Cuyo, en la Argentina,
sufrirá en las próximas décadas
la desaparición de los glaciares que
son esenciales para la provisión de
agua a los ríos de esa zona.
La puesta en marcha de la
Central de Río Turbio significará
una contribución energética
de casi un 2% de la producción total
nacional, y aportará el 6% de las emisiones
de todo el sector eléctrico: será
la electricidad más sucia que produce
la Argentina en términos de emisiones
de gases de efecto invernadero.