Los ecologistas denuncian
que la empresa química de Huelva vende
sus fosfoyesos con elevadas cargas tóxicas
y radiactivas para uso agrícola en
Sevilla y Cádiz - 18 noviembre 2009
- España — La Asociación Mesa
de la Ría, Ecologistas en Acción,
Greenpeace y WWF han tenido acceso a documentos
de la Guardia Civil que demuestran que Fertiberia,
desde su planta de Huelva, vende fosfoyesos
con elevados contenidos
en metales tóxicos y radiactivos para
ser utilizados como enmienda agrícola
en municipios de Sevilla y Cádiz.
La información aparece
en un informe elaborado por el equipo de investigación
del Seprona de la Guardia Civil que consta
en el procedimiento judicial del Juzgado de
Instrucción nº 4 de Huelva y actualmente
en el de Lebrija.
La comarca más afectada
por estas prácticas es la del Bajo
Guadalquivir, frente al parque nacional de
Doñana. Los terrenos pertenecen a los
municipios de Lebrija, Los Palacios, Trajano
y Pinzón (Sevilla) y Trebujena (Cádiz).
En total se trataría de unas 70.000
hectáreas de cultivos de girasol, remolacha,
arroz y algodón. El informe al que
han tenido acceso los ecologistas concluye,
entre otros aspectos, que:
?Los lixiviados de fosfoyesos
presentan un pH muy ácido, elevadas
concentraciones de sulfatos, calcio, sodio,
fósforo y metales tóxicos entre
los que se encuentra el uranio.
?El uso de fosfoyesos en
agricultura, de forma intensiva o continua
puede producir la acumulación de metales
tóxicos como el uranio.
Según los agricultores
de la zona, el uso de fosfoyesos lleva realizándose,
en algunos casos, desde hace más de
30 años en la proporción de
10 toneladas por hectárea al año,
para mejorar la productividad de la tierra.
Es evidente, por tanto, que el continuo uso
de fosfoyesos con contenido en sustancias
tóxicas y radiactivas pueden estar
afectando tanto a los productos cultivados
(de consumo humano) como a las aguas superficiales
y subterráneas del entorno de Doñana.
“¿Cómo es
posible que la Junta de Andalucía permita
que se lleven a cabo estas prácticas
sin analizar adecuadamente la composición
química de los fosfoyesos?”, se pregunta
Julio Barea, responsable de la campaña
de Contaminación de Greenpeace. “Todos
los grupos ecologistas exigimos la prohibición
inmediata de su uso en terrenos de cultivo
y la apertura de una investigación
para valorar las posibles afecciones a la
salud y al medio ambiente en el entorno de
Doñana”, ha concluido Barea.
Fertiberia lleva décadas
degradando sanitaria y ambientalmente Huelva
y su entorno. El problema creado en la zona
ha sido denominado por el Comité de
Peticiones del Parlamento Europeo como el
caso más grave de contaminación
industrial de Europa. Los residuos depositados
en las marismas del río Tinto ocupan
actualmente 1.200 hectáreas a escasos
500 metros de las viviendas de la ciudad (120
millones de toneladas). Este hallazgo de las
prácticas de Fertiberia vienen a agravar
la situación.
La empresa química
sortea sentencias judiciales desde hace años
y elude el cumplimiento de las leyes que le
obligan a abandonar los terrenos de Dominio
Público Marítimo Terrestre que
usa para verter sus residuos. La Junta de
Andalucía y el Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino han permitido
que esta empresa opere con una Autorización
Ambiental Integrada concedida irregularmente
y que en estos momentos esta en proceso judicial.
+ Más
¿El último
viaje para la flota ballenera japonesa?
Greenpeace pide al primer
ministro japonés y a Obama que trabajen
de forma conjunta para poner fin a la caza
de ballenas - 19 noviembre 2009 - España
— Tras la semana de revisiones presupuestarias
con potenciales recortes y la visita del presidente
de EE. UU Barack Obama a Japón, la
denominada flota “científica” ballenera
ha salido hoy de puerto poco después
de las 10 de la mañana. Al mismo tiempo,
Greenpeace pedía que ésta sea
la última salida de esta flota.
Previamente, la organización
ecologista ha desplegado una pancarta frente
al buque ballenero Nisshin Maru en la que
se puede leer “Yes We Can”, con la que pide
al nuevo primer ministro japonés, Yukio
Hatoyama, y al presidente Barack Obama que
trabajen de forma conjunta para poner fin
a la caza de ballenas.
Ambos líderes proclamaron
en sus respectivas campañas electorales
que la caza de ballenas no tiene futuro. La
administración Obama se opone públicamente
a la caza “científica” de ballenas,
mientras que Hatoyama se comprometió
a eliminar la corrupción administrativa
y el despilfarro del dinero de los contribuyentes,
del cual la industria ballenera es uno de
los principales ejemplos.
Este año, la caza
de la flota ballenera en aguas antárticas
estará subvencionada por 795 millones
de yenes (6 millones de euros, aproximadamente)
de los contribuyentes. Sin embargo, esta industria
opera actualmente con pérdidas debido
a la falta de demanda de carne de ballena
(el precio de venta al por mayor de la carne
de ballena se ha reducido por segunda vez
en 2009 con la intención de estimular
la poca demanda) y se prevé que los
costes aumenten. (1, 2)
“El dinero público
del pueblo japonés está siendo
malgastado en mantener con vida una industria
ballenera que no reporta ningún beneficio,“
ha declarado Jun Hoshikawa, director de Greenpeace
Japón. “El Gobierno debería
dejar de subvencionar esta industria.”
La retirada de las subvenciones
a la industria también serviría
como apoyo a los activistas de Greenpeace,
Junichi Sato y Toro Suzuki, que fueron arrestados
en 2008 y procesados por interceptar una caja
con carne de ballena que destapaba una trama
de malversación dentro del programa
de caza de ballenas. A pesar de que el escándalo
destapado ocupó los titulares de medios
internacionales, la investigación oficial
fue sospechosamente suspendida y Sato y Suzuki
fueron arrestados y se encuentran a la espera
de juicio. (3)
"Con más de
9.000 rorcuales cazados en 22 años
y ningún dato científico relevante
aportado, la denominada “investigación”
japonesa en el Antártico es una vergüenza
internacional,” añadió Hoshikawa.
Notas:
(1) La Organización
Marítima Internacional pretende prohibir
el uso de fuel pesado en el océano
Antártico a partir de 2011, lo que
obligaría al barco ballenero, que usa
este tipo de combustible, a utilizar fuel
ligero, de mayor coste.
http://www.imo.org/About/mainframe.asp?topic_id=1773&doc_id=11586
(2) El artículo del
6 de noviembre de 2009 publicado por Nikkei
Shinbun titulado: El precio de la carne de
ballena desciende un 17% informaba del descenso
en el precio de venta al por mayor por segunda
vez en el 2009. El artículo citaba
al Instituto de Investigación de Cetáceos
(ICR en sus siglas en inglés), organismo
que gestiona la caza y el mercado de carne
de ballena, que declaraba que su objetivo
era “producir al menor precio posible, con
el objeto de aumentar la demanda”.
(3) Greenpeace comenzó
una investigación a partir de las declaraciones
de un informador sobre la corrupción
que tenía lugar dentro del programa
“científico” de caza de ballenas, financiado
con los impuestos japoneses. Junichi Sato
y Toro Suzuki siguieron las indicaciones de
este informador, que había formado
parte de la industria ballenera, y comenzaron
la investigación con la que finalmente
encontraron pruebas concluyentes de que la
carne de ballena se estaba transportando de
forma irregular en cajas de cartón
a los hogares de la tripulación de
la flota para luego ser vendida para beneficio
individual. Junichi envió una de estas
cajas a la Oficina del Fiscal en 2008 y presentó
una denuncia por malversación.
Sin embargo, la investigación
por el escándalo de corrupción
se interrumpió el 20 de junio, el mismo
día en el que Sato y Suzuki fueron
arrestados y retenidos durante 26 días
antes de ser acusados de robo y allanamiento.
http://www.greenpeace.org/tokyo-two
Greenpeace investigation:
Japan's stolen whale meat scandal:
http://www.greenpeace.org/international/press/reports/whale-meat-scandal-dossier
Whale Meat Scandal Part Two: The Cover Up:
http://www.greenpeace.or.jp/press/releases/attached/dossier2-web.pdf